Crimen en la calle de Serrano: «Fernando llevaba meses como loco. Gema debió separarse»

Lo hizo a tiros. De hecho, la Policía Nacional encontró al menos dos armas de fuego largas y una corta en la vivienda, para las que, no tenía licencia, ha explicado este martes la delegada del Gobierno, Mercedes González . Los especialistas de Intervención de Armas de la Guardia Civil ya se encargan de investigar los números de serie de cada una y si estaban los permisos en orden. La madrugada del domingo al lunes los vecinos de la finca escucharon ruidos procedentes del piso en el que vivía el marqués , «como se si cayeran cosas grandes al suelo, pero no discusiones». Era la una de la noche. Luego, el silencio.

Hasta que una vecina, poco antes de las diez de la mañana, vio a través de una ventana que daba al patio interior , al que la vivienda de Fernando tenía salida, el cadáver de una mujer en el suelo, supuestamente el de la anciana. Avisó al portero de la finca, que comprobó ese extremo. Comenzaron a llamar a la vivienda y a Fernando, sin respuesta. Aquello requería la intervención inmediata de la Policía , y avisaron al 091. Cuando los agentes del Cuerpo Nacional llegaron al enclave, lo hicieron pertrechados con chalecos antibalas y escudos protectores, ya que cabía la posibilidad, a tenor de los pocos datos de los que disponían, de que el autor o autores del crimen continuaran en la vivienda armados.

Todavía no sabían que en el interior ninguna de las personas respiraba. Ante la falta de respuesta cuando llamaron a la puerta, se vieron obligados a tirarla. Al entrar, se encontraron en el salón de la vivienda de 114 metros cuadrados (más 17 metros del patio interior del bloque) el cuerpo de la mujer de 70 años y, muy cerca de ella, el de Fernando. Junto a él estaba el arma del crimen, una pistola del calibre 9 milímetros, tirada en el suelo. Al seguir recorriendo el espacio, en la cocina hallaron a Gema, con un disparo en la cabeza . Los investigadores creen, según la primera reconstrucción, que fue a la primera que mató y luego acabó con la vida de su amiga, también de un disparo en la cabeza . Él se mató en la mandíbula.

Inmediatamente, los agentes llamaron al Summa-112, que solo pudo confirmar los óbitos, informa Emergencias 112 Comunidad de Madrid: no había posibilidad de reanimación , llevaban varias horas muertos, seguramente desde la una, cuando los vecinos escucharon los fuertes golpes que podrían resultar ser las detonaciones . Hasta el número 205 de la calle de Serrano acudieron también a primera hora de la mañana la Policía Científica y el Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional, que se llevaron armas, algo de droga y hámsters .

A partir de ese momento, todo lo que había ocurrido en la primera planta del bloque eran incógnitas. La Policía acordonó la entrada, para que nadie ajeno al edificio pudiera traspasarla. Al principio, se barajó la opción –debido a las edades– de que la mujer mayor asesinada fuera la madre del marqués y la joven , su asistenta. Con el paso de las horas, esta hipótesis quedó descartada. El conde de Atarés había puesto punto y final a la vida de su mujer, Gema, y madre de su hija de 9 años . Faltaba por aclararse quién era la segunda víctima que, según ha podido saber este diario, apuntaría a una amiga de Gema que pasaba largas temporadas en la vivienda, en la que también ayudaba con la limpieza . De ahí que se pensase que era una asistenta e, incluso, una interna.

Todos conocían a Fernando en el interior del inmueble, de ocho plantas, en el que llevaba años viviendo, pero casi nadie tenía buenas palabras para él. Era un vecino conflictivo y, de hecho, la Policía ya se había personado en anteriores ocasiones alertada por los demás moradores. Hacía tiempo que Fernando había dejado de ser el hombre educado al que otrora conocían, tal vez desde que resultó ser uno de los afectados por el caso Banco de Madrid , allá por el año 2015, cuando –aseguraba– le habían bloqueado 740.000 euros de un fondo a renta fija . Eran todos los ahorros que había cosechado tras trabajar como director ejecutivo en el sector inmobiliario.

El carácter del marqués había cambiado y, ahora, dedicado a manejar sus inversiones, tenía otra preocupante afición : se había adueñado del patio interior al que daba su vivienda y había montado allí su particular campo de tiro . «Salía por las tardes noches armado con una escopeta de perdigones y disparaba a unos cuatros que había realizado él y que tenían forma de diana », afirma uno de los moradores, al que la Policía despertó para preguntarse si había escuchado o visto algo, y confirman los demás preguntados: «También había discutido con los que le reprochaban su actitud».

Lo hacía poniendo música franquista, como el ‘Cara al sol’, y disparando incluso a fotos y carteles contra los «rojos», homosexuales y «la zorra». En las paredes que dan a la zona común, habría puesto pósteres en honor a Franco y Hitler . También en la casa.

Nadie quería allí a Fernando. En la última junta de vecinos , realizada solo hace un par de meses, él había sido el tema principal a tratar: qué hacer para que la convivencia mejorase. La reunión terminó sin soluciones y el marqués continuó haciendo de las suyas.

Su actitud preocupaba también a los amigos de la pareja . Cuando ayer vieron la noticia en los medios de comunicación, cuatro allegados se personaron en el bloque. «No sabemos nada. Por la información todo coincide: son vecinos del primero, no contestan a las llamadas , pero la Policía no confirma sus nombres. ¿Y la niña? ¿Dónde está la niña?», decían a los pocos minutos de llegar. Los malos presagios se confirmaron horas después.

«Hace tiempo que él estaba zumbado, como loco. Bebía mucho, pero no pensábamos que llegaría a este punto», dijo una de las allegadas. «Gema se tendría que haber separado hace tiempo , pero no lo hizo. ¿Por qué adelantaría el viaje de vuelta?», se preguntaron otros, entre lágrimas. La mujer se había ido la semana pasada con su hija, de 9 años, y una amiga a París , para que la pequeña disfrutase de Disneyland. Este lunes tenían previsto el regreso, pero Gema decidió volver el sábado. Su hija quedó al cuidado de la amiga de Gema en Francia.

Los amigos conocían los problemas de la pareja: ella viajaba frecuentemente para evitar pasar muchos días con Fernando, pero siempre terminaba volviendo. Hacía años que su relación no funcionaba, al menos, desde 2018, cuando fue denunciado por malos tratos , aunque fuentes policiales precisan que ya no pesaba ninguna medida de alejamiento o cautelar de cualquier tipo sobre él.

Fernando González de Castejón y Jordán de Urríes heredó, según ha podido saber ABC, el condado de Atarés, con Grandeza de España , de su tío José Miguel López y Díaz de Tuesta en 2012, cuando murió sin tener descendencia. El presunto asesino pasó a convertirse en el XVI conde de Atarés y era, en los círculos de la nobleza española, un «personaje especialmente polémico y muy conflictivo». Ayer terminó con su vida y decidió matar a sangre fría a una amiga y su mujer. Gema se convirtió en la víctima número 20 de la lacra de la violencia de género en lo que va de año.