Preocupación por los jóvenes en Madrid: 6 de cada 10 nuevos contagiados son menores de 40 años

Los datos de la consejería de Sanidad muestran un cambio de tendencia en los positivos de las últimas semanas. La media de edad ha bajado en apenas tres semanas en 20 años, situándose ahora por debajo de la cuarentena. Asi, desde el área que dirige Enrique Ruiz Escudero hacen un «llamamiento a la responsabilidad» para que los jóvenes extremen las precauciones, con el recuerdo de que no son inmunes al virus y que durante el pico de la pandemia ya hubo 3.155 hospitalizados dentro de ese mismo rango de edad. «Es importante que entiendan que ellos también son transmisores de la epidemia», declaró este martes Díaz Ayuso.

El consejero explicó que el plan de contingencia presentado el martes remite en gran parte al incremento de los contagios en los últimos días, con 500 nuevos contagiados solo durante el pasado fin de semana. La mayor actividad de este ratio de edad, en principio, es lo que ha propiciado los once brotes activos en la Comunidad, con 70 casos positivos y 319 en seguimiento. Según expuso Ruiz Escudero, si hace un mes un infectado estaba en contacto con tres o cuatro personas, ahora lo está con alrededor de 20. En ese sentido, las últimas cifras de la consejería de Sanidad señalan 13o casos en las últimas 24 horas. En total, en la Comunidad de Madrid actualmente hay 128 hospitalizados y 27 en UCI .

Los números contrastan con los picos que hubo durante el peor momento de la pandemia, con 15.000 hospitalizados , 1.500 en Cuidados Intensivos y 3.451 positivos en un día (26 de marzo). El consejero aseguró que los hospitales están preparados «con planes de elasticidad», que en caso de oleada permitirán alcanzar las 1.900 camas de UCI y las 27.000 hospitalizaciones. Los datos de Sanidad, de hecho, no hacen sino confirmar ciertos comportamientos. Tanto, que las actuaciones policiales por incumplimientos de los protocolos contra el coronavirus se han disparado por encima de los 9.000 expedientes solo en junio. La última ocurrió este mismo lunes, con la clausura de un after en el distrito de Tetuán con cinco detenidos y 95 personas bailando sin mascarillas .

El Gobierno que dirige Isabel Díaz Ayuso ha elaborado una nueva estrategia ante los brotes , centrada en el control y la contención del virus en distintos ámbitos. La presidenta regional anunció este martes que a partir del jueves será obligatorio el uso de mascarilla en cualquier circunstancia, también el aire libre, y que se limitarán de nuevo los grupos en terrazas, espacios abiertos e interiores a un máximo de diez personas, así como la recomendación de hacer lo propio en encuentros privados en viviendas. Además, se trabaja en una cartilla Covid-19, se reabrirán dos pabellones de Ifema y se duplicará el número de rastreadores , hasta 360, para controlar los brotes detectados en la región.

«La estrategia es que no volvamos atrás», dijo Díaz Ayuso, que destacó que la modificación de la orden sanitaria tiene como fin último no volver al confinamiento masivo. Así, además de la limitación de las reuniones y el uso obligatorio de la mascarilla –con las excepciones de los menores de seis años y quienes hagan deporte al aire libre–, se impondrá el cierre de terrazas y locals a las 1.30 horas y en ningún caso podrán recibir clientes desde media hora antes. Estos establecimientos y los de ocio nocturno, además, deberán contar con un registro de cada visitante para un hipotético rastreo y queda prohibido el uso de cachimbas.

El plan, por tanto, muestra dos campos de acción. Por un lado, restringir la actividad en las terrazas y bares , aparente núcleo de los once brotes activos en la región; y por otro dotar al sistema sanitario madrileño de nuevas herramientas, tanto en la prevención como en el tratamiento del virus. La promesa de la Comunidad es que se pasará de 180 a 360 rastreadores, con la seguridad de que, con los datos actuales, «será suficiente».

Díaz Ayuso detalló que mientras se construye el Hospital de Emergencias de Valdebebas, bautizado como Isabel Zendal –en honor a la primera enfermera–, se reabrirán dos pabellones de Ifema. «Vamos a establecer una estrategia con los gerentes y con los equipos médicos de manera que el Covid no vuelva a todos los hospitales y para que todo el personal sanitario no vuelva a pasar por la misma pesadilla», aseveró la presidenta, que señaló que el recinto ferial de la capital no cerrará esta vez.

La medida más polémica de las anunciadas, sin embargo, fue la cartilla Covid-19. Apenas unas horas después de que Díaz Ayuso soltara la intención de poner en marcha esta iniciativa de forma experimental , el Ministerio de Sanidad, los partidos de la oposición y otras entidades criticaron en tromba la propuesta, supuestamente porque genera «desigualdades» y porque «vulnera» los derechos de los usuarios. La cartilla consiste en un registro similar a la de vacunación internacional e incorporada a la tarjeta virtual. La pretensión es que en ella se reflejen las pruebas PCR o si la persona en cuestión ha generado anticuerpos para limitar los movimientos de los infectados y permitir mayor libertad de aquellos que «ya no pueden contagiar ni ser contagiados» de cara al acceso a comercios, restaurantes, cines o teatros, entre otros.

Díaz Ayuso insistió en la necesidad de tomar medidas excepcionales en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. La presidenta avanzó que volverá a pedir a Pedro Sánchez que se exijan PCR en origen a los visitantes de países con peor situación epidemiológica y se ofreció también a ayudar con hospitales de campaña en Barajas y hacer pruebas PCR en las estaciones de AVE.