Ángel Garrido: «Sólo podremos transportar a 3 de cada 10 viajeros, y la mascarilla será obligatoria»

¿Cómo se ha podido organizar el transporte público madrileño, prácticamente de un día para el otro, para recibir un 90 por ciento menos de demanda?

Con muy buenos profesionales, tanto en el Consorcio Regional de Transportes como en el Metro; han sido capaces de ajustar la oferta a la demanda prácticamente en tiempo real. Tenemos hasta programas informáticos que nos permiten calcular la capacidad en cada momento y las distancias de seguridad.

¿Cuál ha sido el día que menos viajeros ha habido?

Ha habido días que ha habido una bajada de un 93 por ciento , días que hemos trabajado con solo 7 de cada 100 viajeros que iban antes en el transporte público. Pero el récord lo tiene el 5 de abril, Domingo de Ramos, que ha sido el día de menor demanda, con 147.879 viajeros en total, lo que supone una caída del 93,1 por ciento sobre la misma fecha del año anterior.

Esto ha tenido que afectar al Consorcio económicamente. ¿Cuánto se ha perdido?

Estamos evaluando lo que ya sabemos, de marzo, y podemos imaginar abril, y hacer una proyección de los sucesivos. Es evidente que, en abril, la bajada de viajeros supone que esos son ingresos que no se han producido. Pero a la vez, sí seguimos teniendo muchos gastos, porque seguimos manteniendo una oferta de transporte público sobredimensionada , para procurar que haya distancia social suficiente entre viajeros y que los tiempos de espera no sean mayores. Va a haber un déficit importante; calculamos que en torno a los 250 millone de euros de necesidades de financiación adicional, por encima del presupuesto previsto.

¿Y esto cómo se financia?

Tendremos que ver las fórmulas, pero el Estado tendrá que hacer alguna aportacion extraordinaria. Le solicité al ministro José Luis Ábalos que pusiera en marcha un fondo estatal para la recuperación del sector del transporte tras la crisis. Hasta ahora, lo que hemos oído es que el Gobierno Central ha ofrecido a las comunidades las entregas a cuenta que ya tenía que dar y los atrasos que no había pagado. No ha puesto sobre la mesa ni un euro más para hacer frente a esta crisis, ni en transporte ni en nada.

Y ahora hay que hacer la operación contraria, la «desesecalada»: ¿cómo podremos viajar en Metro, Cercanías y autobuses en hora punta y guardando la distancia de seguridad que nos indican?

Le doy dos datos: del conjunto de viajeros del transporte público, los que llamamos viajeros ocupacionales, que utilizan el transporte por trabajo o por estudio, son el 43 por ciento del total, y tenemos al día 5,5 millones de viajes. Hemos hecho un cálculo de lo que podía absorber el conjunto del transporte público manteniendo las distancias mínimas de seguridad, y eso determina que aproximadamente podíamos transportar 1,5 millones de viajes, que son en torno al 28 por ciento de los que había antes de la crisis. Las distancias de seguridad van a tener que mantenerse así durante meses. Durante la desescalada, solamente van a poder usar el transporte público los que tengan que desplazarse por trabajo o por estudios . Aunque, afortunadamente, entramos en el verano y no habrá clases. Sólo podremos transportar a 3 de cada 10 viajeros que llevábamos antes, en Metro, en Cercanías y en cualquier tipo de transporte público.

¿Y cómo podremos volver todos al trabajo físico?

Lo que podemos transportar es esto, y poniendo el cien por cien de los sistemas de transporte. Es evidente que no todo el mundo va a poder hacer uso del transporte público a la vez. Las medidas a tomar no me corresponden a mí, sino al Gobierno Central y a Sanidad; pero está claro que habrá que flexibilizar los horarios: no todo el mundo puede entrar y salir a la vez. Habrá que hacer un escalonamiento de las entradas y salidas del trabajo. Habrá que seguir manteniendo el mayor porcentaje que podamos de personas haciendo teletrabajo . Y también va a tener que haber una gran cantidad de transporte en vehículo privado e incluso facilitar su acceso a las ciudades para evitar que se congestione el transporte público. Habrá que hacer esto para aplanar esa curva de hora punta en que mucha gente utiliza el transporte público, y hora valle en que lo hacen pocos. No todo el mundo puede entrar y salir de su trabajo y su casa a las mismas horas.

¿Y esto cuánto puede durar?

No lo sé, eso correspode al Gobierno de la Nación y a las autoridades sanitarias. Pero creo que la mascarilla va a ser de uso obligatorio en el transporte público durante varios meses, y evidentemente el Gobierno tendrá que procurar que todo el mundo tenga acceso a las mismas. Pero va a ser una condición imprescindible para vajar en transporte público.

¿Han tenido muchas bajas por el coronavirus entre los trabajadores del transporte público?

Hemos tenido bajas y también algún fallecido. Hemos puesto todas las medidas para proteger a nuestros trabajadores y a los usuarios. Éramos hasta hace unos días el primer Metro de España que daba mascarillas diarias, 1.500 mascarillas , a todos los trabajadores que están atendiendo al público o conduciendo los trenes. Hemos mandado a casa, además, a todos los susceptibles de ser personal de riesgo o con alguna otra patología previa.

¿Ábalos ha respondido a sus cartas?

No, en lo esencial no, que era crear ese fondo estatal para superar la crisis. De momento, no sabemos absolutamente nada.

¿Qué pasa con el taxi y las VTC? Prácticamente han desaparecido durante el confinamiento.

Sí, han tenido una caída muy acusada. El taxi nos pidió, porque no tenían otra forma de obtener esa información, un documento que pudiera acreditar cómo había disminuido la utilización de este servicio. Y se lo hemos hecho, lo solicitamos a la Consejería de Transparencia y se pudo hacer un estudio valorando la disminución de llamadas en las diferentes aplicaciones que tiene el taxi. Así hemos podido determinar que ha habido una caída del 87 por ciento sobre la actividad habitual. Este informe les permite poder pedir las ayudas para autónomos .

¿Está existiendo colaboración institucional entre el Gobierno Central y el regional?

Por lo menos en la materia en que yo trabajo, hemos tenido buen entendimiento con la secretaria general técnica y con el secretario de Estado, en torno a lo importante que era coordinarnos para establecer las frecuencias del transporte público. Cercanías pertenece al Estado, y está integrado e incide directamente en el conjunto del transporte púbico madrileño.

Entonces, ¿sí que han colaborado?

Por nuestra parte sí ha habido voluntad , y si ha habido colaboración, salvo en el famoso asunto del reparto de mascarillas, que en honor a la verdad, hay que decir que no dependió del Ministerio de Transporte sino del de Sanidad. Ahí hubo una falta de coordinación importante : no se debería volver a repetir. No puede organizar uno una acción como esa sin contar con las comunidades, con los ayuntamientos, con las policías, y de un día para otro decir que se va a hacer una cosa. En el transporte sí que ha habido cooperación; en el conjunto de España creo que no la ha habido tanto.

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se ha quejado mucho: porque no le llegaba material, porque le impedían la compra...

Sí, ha habido quejas de Madrid y de toda España. Por primera vez, hemos echado en falta en el Gobierno Central capacidad de gestión y profesionalidad. Yo digo mucho que la política no es una profesión, pero requiere de profesionalidad para hacer las cosas bien. Por primera vez, hemos visto que en el Gobierno del Estado había una absoluta falta de experiencia y capacidad degestión, y que sin embargo sobraba mucho sectarismo: es un Gobierno muy sectario y radical. Yesa combinación creo que ha sido francamente mala para la respuesta que ha podido dar.

¿A la hora de la recuperación cree que es necesario un gran pacto de Estado de los partidos con el Gobierno de la nación?

Sí, es necesario. Algunos partidos, entre ellos Ciudadanos, lo han entendido perfectamente. Mäs allá de las críticas que debemos ejercer sobre la acción del Gobierno, que yo resumo en esa falta de capacidad de gestión y sectarismo, hace falta el acuerdo para poder salir de esta crisis sanitaria primero, y después para afrontar la que luego va a venir, la económica, que va a ser realmente dura. Creo que esa es la buena dirección, la que apunta Cs: el enfrentamiento por el enfrentamiento no tiene mucho sentido, y el intentar utilizar una crisis para sacar rédito político, tampoco. Porque los ciudadanos ya son suficientemente inteligentes y ven perfectamente lo que ha pasado, si ha habido una respuesta rápida o eficaz; eso ya lo saben ellos, no hace falta que nosotros insistamos en este momento en esto, sino que trabajaemos y colaboremos, que creo que es lo que nos piden.

Almeida y Villacís van juntos a todos los actos;pero Ayuso y Aguado no van juntos absolutamente a nada. ¿Qué está pasando ahí?

No lo sé, son estilos distintos de hacer política. Son personas distintas y tienen diferentes maneras de hacer política. Lo importante creo que no es tanto si van juntos o no, sino si las cosas funcionan coordinadamente o no. En el caso de Madrid, no sólo en esta crisis sino en términos generales, más allá de la anécdota que seguramente ha existido y existirá, en cuanto a alguna disfunción o a alguna diferencia en determinados criterios, en general ha funcionado bien , y creo que eso es lo importante. Luego, cada uno tiene su estilo, y le gusta más ir sólo, ir acompañado, o que le acompañen otros de su partido o de otro sitio, pero no creo que eso influya decisivamente en la gestión, que en el caso de la Comunidad de Madrid ha sido en todas las consejerías muy buena.