Adaptar la oferta y un protocolo para el personal: bares y restaurantes preparan su reapertura en Madrid

La guía, que deberá ser estudiada por el Consistorio junto a las sugerencias para abrir nuevas terrazas o ampliar las actuales, aborda una planificación integral de la futura actividad, así como cuestiones como la reestructuración de la carta, la gestión del stock y los proveedores, los nuevos procesos de trabajo y las medidas de protección. También la implantación de un nuevo protocolo para el personal de los casi 20.000 locales de hostelería en la región.

Hostelería Madrid encara el primer día tras el estado de alarma con un plan de limpieza y desinfección de los establecimientos. Desde la asociación aseguran que la apertura no tendrá por qué ser necesariamente con la misma oferta ni con el mismo horario. «Tendremos que adaptarnos a la nueva demanda y las nuevas costumbres», apuntan desde la entidad. Así, se hará una evaluación de la carta, con atención al personal operativo y a los productos disponibles tras el cierre. Los hosteleros prevén también un nuevo escenario con proveedores inéditos, habida cuenta de que deberán adquirir equipos de protección con mascarillas, guantes, mamparas o pantallas, entre otros. También será importante la instalación de una nueva cartelería con los hábitos higiénicos a desarrollar.

Uno de los puntos fundamentales de la guía es el protocolo marcado para el personal de los bares y restaurantes. Según la propuesta trasladada a las administraciones será obligatorio que los trabajadores accedan a su puesto con la ropa y el calzado de trabajo. Todos deberán llevar su uniforme limpio, sus respectivas mascarillas y lavadas las manos. Quedarán prohibidas las salidas al exterior para fumar o para compras imprevistas, así como el uso del teléfono móvil y otros efectos personales durante el horario de servicio. Hostelería Madrid sostiene que se respetará en todo momento la distancia de un metro y medio entre los empleados y se realizará una desinfección diaria de las taquillas y los uniformes.

Además del uso de los equipos de protección y el lavado de manos de forma periódica, complementado con el uso de geles hidroalcohólicos, la guía marca la forma de trabajar tanto en la cocina como en sala o en barra. La idea inicial es que, en la medida de lo posible, se delimiten los espacios de trabajo en el primer caso con cintas de seguridad. Respecto a la atención al cliente, se reestructurarán las mesas para respetar las distancias y se valorará si pueden mantenerse las barras operativas. Desde la asociación señalan también que se estudiará si se mantiene el servicio en las mesas o si serán los comensales quienes se acerquen para recoger sus pedidos. Exte extremo dependerá de la configuración del local.

La guía técnica, siempre según la propuesta de los hosteleros, remite también a la recepción de los pedidos. Se prevé que se establezcan rangos horarios para recibir la mercancía y desinfectarla, en una zona lo más cerca posible de la entrada. « Se eliminarán los envoltorios de los productos antes de que entren en el local, se desinfectarán, uno por uno, los envases de vidrio, latas, etc. Y los productos frescos entrarán en el local en box de plástico previamente desinfectado», dicen desde la asociación, con la indicación de que solo accederá a esta zona el personal autorizado.

Los bares y restaurantes se comprometen, según este plan, acambiar con frecuencia la vajilla, así como desinfectar periódicamente los pomos, mesas o utensilios del local. En el caso de buffet la comida deberá estar protegida por mamparas, mientras que en los catering y en el reparto a domicilio los requisitos serán los mismos en los procesos de elaboración, transporte y personal.