Confinamientos selectivos en Madrid: salvados por el padrón
Mientras que Alcobendas quedará confinada, San Sebastián de los Reyes, de la que solo la separa una acera, se libra por 10.000 habitantes
Mapa de las nuevas zonas confinadas en Madrid tras el estado de alarma
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónApenas cuatro ceros salvarían a San Sebastián de los Reyes de las inminentes restricciones. A una acera de distancia, su vecina Alcobendas sí quedaría sometida al «confinamiento» , según el criterio del Ministerio de Sanidad, que pretende perimetrar las zonas que superen los ... 500 contagios en los últimos 14 días. Pero solo en aquellas localidades con más de 100.000 habitantes . De nuevo, las medidas sanitarias dibujan fronteras invisibles que aíslan, por unos pocos metros, áreas rojas de otras libres de restricciones. Una vez más, el desconcierto invade a los lugareños.
«O nos confinan a todos o a ninguno», declaraba ayer a ABC una mujer, antes de subirse apresuradamente a un autobús, en la avenida de España. Los transeúntes cruzaban sin miramientos la amplia vía, a caballo entre Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, uno de los muchos puntos de la región donde confluyen varias zonas básicas de salud . A un lado, 117.040 habitantes y una tasa de incidencia acumulada de 979,15 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días; al otro, 89.276 moradores y una tasa de 802,01. «San Sebastián de los Reyes no entra por 10.000 habitantes, es absurdo» , resumía la opinión generalizada Otman Chakkour, dueño de un bar en zona alcobendense «confinada».
El Rincón de Jaime -Chakkour, de origen marroquí, se hace llamar Jaime- es uno de los locales, en la zona sanitaria de Miraflores (con una incidencia del virus de 1.277,18), que sufren las restricciones impuestas hace dos semanas por el Gobierno madrileño. La acera de enfrente corresponde al área sin perimetrar de Rosa de Luxemburgo (con una tasa de 738,37), en San Sebastián de los Reyes. «A ese lado de la avenida de Madrid pueden abrir hasta las 01.00 horas y yo tengo que cerrar a las 22 horas», lamenta Chakkour, que ha perdido un 40 por ciento de su facturación habitual. Con todo, desde el pasado domingo echa el candado a las 18 horas, dada la poca afluencia de clientes. «No tiene sentido que siga abierto, la gente no viene», cuenta.
En el «embudo»
Veinte pasos calle abajo, su amigo Rubén Cano podría considerarse afortunado. El restaurante Alcalá, perteneciente a San Sebastián de los Reyes y al costado de una rotonda de la avenida de España, ha esquivado las restricciones. Sin embargo, los efectos de las limitaciones de movilidad también hacen daño. «Le afecta a él y me afecta a mí», reconoce Cano sobre Chakkour, su competidor más cercano. «Ahí está la avenida de Madrid, ahí la avenida de España... Estamos en el embudo», explica, mientras señala los puntos calientes. De hecho, el almacén de su local se encuentra en Miraflores; una señal de prohibido el paso , como muchas otras repartidas por calles cercanas, adorna el cruce que atraviesan sus empleados para trasladar las provisiones.
«Estamos justo en el límite, pero ni nos favorece nada, ni nos ayuda», corroboran Manuel y Constantino, camareros del Alcalá, en el que la facturación se ha desplomado un 50 por ciento. Ayer por la tarde, los únicos comensales eran los trabajadores del local. «Si antes repartíamos 120 menús, ahora entre 40 y 50» , señala Manuel. Aunque libres de medidas, las sufren y desaprueban como sus vecinos. «No me entra en la cabeza que de la acera para allá sí me pueda tomar una cerveza y de la acera para allá no», reprueba Manuel. «No hay quien lo entienda, es un descontrol. El Gobierno dice unas cosas y la Comunidad de Madrid dice otras», critica, al tiempo, su jefe.
No muy lejos, una familia pisa la zona básica de salud de Marqués de la Valdavia , en Alcobendas (con una tasa de incidencia de 962,25), que en los próximos días podría ser marcada . «Yo no salgo de mi zona, salvo para ir al supermercado, que está a 50 metros, pero en zona confinada. Aunque sea más cómodo, eso no se debería poder hacer», esgrime la abuela del grupo, Manoli, que confía en las nuevas medidas. «Lo primero es la salud, después viene la economía», zanja Juan González, empleado en una inmobiliaria cercana, donde «las visitas están a mínimos» . Como cualquier bar, ya ha sentido las restricciones.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete