La Comunidad afirma que ya no hay hacinamiento de «menas» en Hortaleza

En un gesto cargado de simbolismo, Reyero quiso dar visibilidad al centro de acogida de menores inmigrantes no acompañados en su primera intervención pública. Lo hace en un momento en que el lugar no está en el ojo del huracán por la sobreocupación de sus instalaciones. La llegada masiva de estos menores inmigrantes no acompañados, «menas», que se registró en la segunda mitad de 2018 dio lugar a una grave crisis en el Gobierno regional –que se enfrentó abiertamente al Gobierno Central ante la falta de colaboración ante esta situación –y obligó a reaccionar de forma rápida, invirtiendo millones de euros en habilitar nuevos lugares donde acogerlos.

En la actualidad, el centro cuenta con alrededor de 40 residentes, lo que aún deja algunas plazas libres. El consejero consideraba «fundamental» resolver el problema de hacinamiento en el lugar, y aseguró, tras la visita al establecimiento, que la situación en este «no tiene nada que ver» con la que se daba allí mismo hace unos meses, y que fue denunciada repetidamente por sindicatos de trabajadores y algunas ONGs que trabajan en la zona.

En estos momentos, insistió el político, el problema de la sobreocupación «está controlado y las instalaciones y la atención a los niños son adecuadas».

Recordó además que estos menores inmigrantes no acompañados tienen que ser atendidos por la Comunidad de Madrid, según señalan la Constitución Española y la Convención Internacional de Derechos de la Infancia, y «es así como se hace en la región». En todo caso, él es partidario de acudir a la vía del acogimiento familiar para estos chicos.

Por otra parte, Alberto Reyero salió al paso de la noticia, adelantada por El Mundo, según la cual un joven que podía estar enfermo de tuberculosis se habría marchado del centro, desconociéndose su actual paradero, tal y como rezaba una alerta de la Policía Municipal que el diario reproducía. El consejero afirmó que «hasta donde sabemos» no se había producido ese hecho, y quiso tranquilizar a la población: «Cuando los chavales llegan a la Comunidad de Madrid, se les hace una prueba de tuberculina o test de Mantoux. Si en algún caso hubiera una situación que llevara a que esta persona tuviera que ser atendida en un hospital de la red pública madrileña, ahí se le envía y esta situación, hasta donde nosotros sabemos, no se ha producido».