Los colegios recibirán ayudas para subcontratar el préstamo de libros

Concretamente, se trata de partidas de entre 2.000 y 3.000 euros por centro escolar –dependiendo de su tamaño– para que los responsables del centro puedan encargar a las asociaciones de padres o a librerias de proximidad –ponen como ejemplo en Educación– que se encarguen de esas tareas al finalizar cada curso.

Aunque la ley que regula el sistema de préstamo de libros de texto en la Comunidad de Madrid –promovida por Ciudadanos– se aprobó en noviembre de 2017, aún no se ha puesto en marcha con carácter general por diversas trabas en la tramitación.

Concretamente, desde Educación se indica que la nueva ley de contratos de la administración no permitía el desembolso de más de 15.000 euros por cada centro escolar para su arranque, por lo que la consejería está elaborando un Programa Marco que salve esta reserva legal y haga posible materializar lo que dice la ley. En Ciudadanos, precursores de la iniciativa legal, lo achacan sin embargo a la «dejadez» y torpeza en gestionarlo del Ejecutivo regional.

El sistema de préstamo de libros de texto se basa en la entrega, por parte de los padres, del paquete completo de libros de su hijo al finalizar el curso, en buen estado de conservación. A cambio, recibirán otro paquete completo con los libros del curso siguiente . La Administración destina unas cantidades por colegio para que se reponga el material deteriorado, los libros de cada curso con carácter periódico –cada cuatro años– y para comprar cada curso nuevos ejemplares de Primero y Segundo de Primaria, que son libros sobre los que se escribe y que por tanto deben ser renovados todos los años.

Según ha explicado a ABC el consejero de Educación, Rafael van Grieken , poner el marcha el programa de préstamos en todos los centros escolares madrileños «tendría un coste de entre 60 y 70 millones de euros cada año». Cs cifraba este gasto en unos 40 millones el primer año, una cantidad que ellos consideran que luego bajaría.

En el programa marco que están terminando de elaborar en Educación, se ha dividido Madrid en 19 áreas , para repartir la compra de libros, y se establecerán medidas para «que no haya un monoproveedor: vamos a limitar la cuantía que se adquiere en un único establecimiento, porque queremos favorecer a las librerías de proximidad».

El responsable que en cada centro se ocupe de coordinar este programa, el supervisor docente , cobrará un complemento salarial como incentivo. Pero además, se ha pensado en esa otra ayuda económica «para que los colegios puedan subcontratar a quien les ayude a gestionar el programa en la época en que supone una mayor carga de trabajo, entre mayo y septiembre», explica el consejero.

La idea es que cada centro reciba –en función del número de alumnos que tenga– una cantidad de entre 2.000 y 3.000 euros para que pueda, a su vez, encargarle a terceros esa gestión.

Las familias que participen en el programa de préstamos – algo voluntario – tendrán que entregar cada curso el conjunto de los libros. Si alguno de los ejemplares está deteriorado, o se ha perdido, los padres deberán reponerlos antes de recibir el paquete del curso siguiente.

Van Grieken asegura que este curso ya se está aplicando el programa de préstamo de libros a todos los alumnos «en algunos colegios», que cifró en una veintena. Pero con carácter general, sólo llegará a los alumnos con rentas más bajas. Para el resto, habrá que esperar hasta el curso 2019-20.