Los enigmas a los que se enfrenta la Policía en la desaparición del niño de Morón

La situación de enajenación mental de la madre, Macarena Díaz, de 38 años, que coincide en sus cuatro versiones en dos aspectos fundamentales (el menor está muerto y lo arrojó a un contenedor de basura a las afueras de Madrid) , y el hecho de que David sea un gran dependiente, incapaz de hablar, oír, caminar y alimentarse por sí solo, son los elementos, más allá de tanto tiempo pasado, que hacen pensar en un final trágico. Estas son los principales interrogantes sobre este caso.

La madre, que padece un trastorno bipolar, es auxiliar de enfermería de un hospital de Sevilla. Aparte de su trabajo, vive por y para Antonio David. Separada del padre de su hijo desde hace 14 años, tiene otra mayor de 19, así como una menor de 9 de otra expareja. Tenía la custodia de los dos mayores, no así de la más pequeña.

Un mes antes de que salieran de viaje el 12 de septiembre, Macarena tuvo una fuerte discusión con Míriam, la mayor, que acababa de ser madre. La echó de la casa. El mismo domingo de su partida hacia Galicia (ese dijo a los agentes que era su destino), por la mañana, Míriam vio a su madre en la puerta de casa, pero no se quiso acercar para evitar otra bronca. Sobre las cuatro de la tarde, Macarena subió a David a su coche adaptado y tomaron la A-66 (Ruta de la Plata) , que une Sevilla con Mérida, ciudades separadas por 300 kilómetros.

Algunas fuentes apuntan que quizá temía que le arrebataran la custodia del menor discapacitado, aunque la relación con su ex hasta entonces había sido correcta. Hace unos años llegó a a aparecer en un programa de solidaridad de Canal Sur. Aquí la vemos:

En una de sus distintas versiones, Macarena ha declarado que el chiquillo murió por causas naturales el 8 de septiembre en la vivienda de Morón. Dijo que tenía fuertes fiebres y que le salía espuma por la boca.

La Policía ha descartado esta hipótesis: hay un testigo fundamental, el de un vecino muy próximo, Paco, que es fontanero . A mediodía del sábado, 11 de septiembre, Macarena le pidió que se pasara por la tarde a arreglar un grifo de la cocina. Él le dijo que a esa hora no podía y quedaron en verse a las 21.30, cuando la mujer regresara de misa. Y así fue. Paco vio cómo metía al hijo en la casa de la calle de los Molares, 2, en su silla de ruedas especial, y estuvo veinte minutos haciendo el arreglo, en los que oía la respiración de David desde la sala contigua. El niño, pues, estaba vivo.

Por un lado, queda corroborado que Macarena se había deshecho de prácticamente todos los muebles hacía muy poco. Lo pudo ver Míriam al acudir a la casa cuando supo lo que había ocurrido pero también el propio fontanero.

Asimismo, fuentes policiales precisan a ABC que en la inspección no se halló nada relevante para el caso, ni sangre ni ninguna otra pista que conduzcan a la resolución . Eso sí, queda descartado que el adolescente muriera o le mataran en la casa. Se llevaron para analizar la ropa que había lavado y que aún estaba en la lavadora.

Al parecer, la UFAM acudió ayer desde Madrid a Morón para hacer nuevas pesquisas , pero no han trascendido datos nuevos al respecto.

A las 20.30 de ese domingo, Macarena llega con su hijo, aparentemente adormilado y tapado con una manta sobre las piernas, al hotel Perales de Talavera de la Reina (Toledo), tras cerca de 500 kilómetros de viaje. No había hecho reserva y pidió una habitación. «Estamos muy cansados del largo viaje desde Sevilla», dijo en recepción, donde entregó su DNI.

Entre las 00.30 y 1 de la madrugada, abandonaron el hospedaje, tras entregar la llave. David también parecía dormido: «Nos vamos, que ya hemos descansado» , dijo. El visionado posterior de las cámaras de Tráfico revela el momento en que abandonan Talavera. A partir de ahí, todo es un misterio. Fue la última vez que David fue visto.

Este es el 'quid' de la cuestión. La pieza fundamental del puzle, que podría haber sido ya esclarecido si Macarena no hubiera arrojado al contenedor de basura de Morón su teléfono móvil, que tenía la pantalla rota, antes de salir de viaje.

La otra baza son las cámaras de Tráfico , que se están visionando, aunque el vehículo adaptado tiene las lunas traseras tintadas y dificultan saber en qué momento iba (y cuándo ya no) Antonio David en él.

Otro dato importante es cómo pudieron tardar alrededor de siete u ocho horas en recorrer los 260 kilómetros desde Talavera a Carabias (Segovia), donde fue encontrada en una estación de servicio del kilómetro 130 de la A-1 Macarena , ya sin el niño, muy desorientada. Había tenido un percance con el coche, se había quedado sin gasolina, y la empleada del establecimiento de Repsol se percató de que le ocurría algo extraño.

Pero, si iban supuestamente a Galicia, ¿por qué se desvió luego a Madrid, tomó la A-5 y fue encontrada en la A-1, que conduce al País Vasco?

Cuando los sanitarios y la Guardia Civil acudieron a la gasolinera, preguntaron a Macarena qué le ocurría. Llamaron entonces a Míriam, que les preguntó si su hermano estaba con ella. Los guardias le interrogaron sobre ello y fue cuando dijo: «Lo he matado y lo he arrojado a un contenedor de basura» . Fue entonces cuando saltaron todas las alarmas. Macarena estaba en pleno brote psicótico y fue ingresada en el psiquiátrico del hospital de Segovia, donde continúa. Su estado mental alterado, que la hace vivir en una realidad paralela , ha persistido durante días, a la espera de que le haga efecto la medicación.

En declaraciones posteriores dijo la versión de la muerte natural en la casa de Morón el día 8 , en otra que lo había descuartizado y tirado en varios contenedores y en una cuarta que se le murió durante el trayecto. En todas los relatos hay dos elementos en común: que Antonio David está muerto y que lo lanzó a un contenedor.

Ella insiste en que lo hizo en unos contenedores que hay junto a un edificio blanco y rojo abandonado, en una de las salidas de Madrid de la A-5 (carretera de Extremadura), junto al centro comercial Xanadú, en Arroyolinos . Los agentes pidieron permiso judicial para trasladar a Macarena este fin de semana a la zona, pero sufrió otro brote. Las cámaras de la zona no recogen ninguna pista al respecto.

Otra de las hipótesis apuntada por la familia es que la madre estuviera metida en una secta y que hubiese entregado al pequeño, vivo. Es una mujer muy religiosa, pero profesa el catolicismo, no ninguna creencia secreta. Se agarran a que Antonio David no está muerto por el excelente trato que siempre dispensó al chaval. También se ha descartado que lo dejara en algún convento, pues lógicamente habrían dado aviso a la Policía o a la Guardia Civil.

Asimismo, los operarios del vertedero de Valdemingómez, al que llegan los residuos de Arroyomolinos, no han detectado ningún cuerpo y ni siquiera la silla de ruedas en la planta de cremación y compostaje.

Tampoco han arrojado resultados positivos las búsquedas en solares y edificios abandonados , así como el análisis de la Policía Científica del vehículo de Macarena. No tiene signos de violencia.

La Policía Nacional se inclina por pensar que Antonio David está muerto y que todo ocurrió entre Talavera y Carabias. Lo que no está claro es si murió inesperadamente o su madre lo mató. Y tampoco el lugar donde están el cadáver y la silla de ruedas.