Clases de 'swing' en la calle, bailar para soñar con los nuevos felices años veinte

La Asociación de Swing de Madrid lanza una campaña para reivindicar el baile como actividad segura y saludable

Dos bailarinas en una calle madrileña ABC

Nacho Serrano

01/04/2021 a las 00:15h.

¿Qué diantres hacemos esta Semana Santa? Esa es la gran pregunta que se están haciendo hoy todos los madrileños de bien, que van a respetar las normas y se van a quedar en la región durante estas vacaciones.

Entre las muchas respuestas posibles hay ... una que además de divertida, es saludable y segura porque se puede hacer al aire libre: aprender a bailar 'swing' . Es lo que propone la Asociación Madrileña de Swing, Mad for Swing, en una campaña divulgativa de este baile popularizado en los años 20 del siglo pasado, que anima a los familiares convivientes a salir a practicar a los parques, jardines y plazas de la ciudad, y así empezar a prepararse para una serie de convocatorias que se lanzarán esta primavera, incluyendo encuentros, clases y conciertos, siempre que las circunstancias sanitarias lo permitan.

Clases de 'swing' en la calle, bailar para soñar con los nuevos felices años veinte — ABC

En Madrid hay unos tres mil aficionados al 'swing' entre bailarines y músicos, y existen varias escuelas y profesionales que imparten clases de estos bailes (lindy hop, jazz steps, balboa, collegiate shag y blues): Big South, Animal Jazz, Big Mama Swing, A Ritmo de Swing, Barrelhouse Swing Project, Woodside Jazz, Fall in Blues y Blanco y Negro.

Desde el verano pasado, todas ellas han adoptado protocolos de higiene y desinfección, han delimitado los espacios y aforos para mantener la distancia de seguridad entre el alumnado y han impartido clases con mascarillas obligatorias y ventilación. ¿Pero cómo empieza uno por su cuenta en el noble arte del baile swing? «Mi consejo es, aunque parezca obvio, escuchar, mucha mucha música swing; cuanta más, mejor, y cuanto más clásica, también mejor, porque esa era la música que se compuso para el baile», explica Itziar Yagüe, cantante de jazz y gran aficionada al swing.

«A partir de ahí, comenzar con tempos no muy altos (150 - 160 bpm) e intentar sentir la música en el cuerpo . Yo pienso que eso es más importante que aprender muchísimos pasos súper vistosos que, además, ahora mismo no hay mucha oportunidad de practicar».

Después de hacer unos primeros pinitos estos días de vacaciones, cualquiera, por muy arrítmico que se sienta, puede apuntarse a las escuelas de baile de Madrid, que desde el lunes seguirán impartiendo clases y animando esta primavera swinguera siguiendo todas las recomendaciones sanitarias. «Bailar tiene beneficios para la salud mental y física», asegura Yagüe. «Y además constituye, y esto para mí es lo mejor, una forma maravillosa de relacionarse con la música y con otras personas aunque ahora tenga que ser a distancia». Y es que en tiempos de Covid-19 no se cambia de pareja (normalmente en el swing se rota o se cambia de pareja en cada canción) o se baila de forma individual (jazz steps); además, se usa mascarilla y se mantiene la distancia social de metro y medio.

«Los bailarines y bailarinas de Madrid hemos interiorizado los protocolos necesarios para incorporar una forma diferente de bailar, pero no de entender el baile: nuestra comunidad de bailarines se caracteriza por su civismo, diversidad y respeto », dice Lourdes Ibiricu, presidenta de MAD for Swing. «Pocas actividades hay tan beneficiosas como el baile swing, que ejercita de forma equilibrada el cuerpo y libera la mente, fomenta el amor por la música y se puede practicar al aire libre».