El curso empieza escalonado en las universidades, que harán 30.000 pruebas de seroprevalencia

La semana del 21 de septiembre iniciarán las clases las universidades privadas Alfonso X el Sabio y Francisco de Vitoria. Y la semana del 28 de septiembre, las públicas Universidad Complutense, Rey Juan Carlos y Alcalá , y las privadas Camilo José Cela y Udima (Universidad a Distancia de Madrid).

El vicepresidente regional, Ignacio Aguado, ha presentado este miércoles el plan, aprobado en el consejo de Gobierno autonómico. El consejero de Universidades, Eduardo Sicilia, ha explicado los detalles del operativo previsto.

Además, se realizarán pruebas de seroprevalencia a una muestra de 30.000 personas, entre estudiantes, profesores y personal de administración y servicios, tanto en las universidades públicas como en las privadas.

Las universidades madrileñas trabajan, desde el pasado mes de mayo, en un plan de vuelta a las aulas consensuado con la consejería de Universidades, que dirige Eduardo Sicilia. Sus premisas serán presencia física en grupos reducidos, y uso intensivo de las nuevas tecnologías. Un modelo de docencia híbrido donde los contenidos teóricos se explicarán on line y los prácticos en las clases presenciales, que se desarrollarán en grupos reducidos, guardando las distancias sociales indicadas, y con el uso continuado de las mascarillas.

La evaluación será continua , de manera que se asegure el cumplimiento de los objetivos formativos. Los responsables universitarios incluso se plantean la posibilidad de trasladar los contenidos prácticos al segundo cuatrimestre del curso, concentrándolos allí si así lo aconsejaran las circunstancias epidemiológicas.

Se ha pensado en facilitar equipos informáticos a los estudiantes que por sus circunstancias personales pudieran verse afectados por la brecha digital. Existe un plan de transformación digital universitario que destina 40 millones para las seis universidades públicas de la región, de manera que se impulse una renovación tecnológica y se pongan en funcionamiento sistemas avanzados de captación de imagen y sonido, cámaras 340 grados en las aulas , nuevos estudios de grabación para reproducir contenidos, salas de realidad virtual o cursos masivos on line en abierto.

La presencialidad nunca superará el 50 por ciento de la capacidad de las aulas y la universidad, y existirán horarios deslizantes que permitan la incorporación gradual de los estudiantes y evitarán aglomeraciones a la entrada y la salida ; alumnos en las clases. Los laboratorios se utilizarán como máximo al 50 por ciento de su capacidad, y en las bibliotecas también habrá limitación de aforo y desinfección periódica del material, ádemás de la posibilidad de una reserva web de salas de estudio.

Obviamente, también en las universidades habrá geles hidroalcohólicos, señalética indicando las direcciones de los desplazamientos, y hasta toma de temperatura a los alumnos en algunas de ellas. Se vigilará especialmente la planificación docente, para proteger a los profesores más vulnerables . Habrá un control de asistencia a los distintos espacios e instalaciones deportivas -para facilitar la trazabilidad en caso de que fuera necesario-, y se informará del aforo máximo permitido por clase.

Al igual que en los colegios, se han previsto espacios concretos donde aislar a los profesores o alumnos que presenten algún síntoma. Se seguirán en todo momento las indicaciones de las autoridades sanitarias en estos casos.

En las universidades madrileñas hay en torno a 300.000 estudiantes, el 76 por ciento de los cuales están en las seis públicas, y el resto en las ocho privadas. De todos ellos, unos 80.000 proceden de fuera de Madrid, de otras regiones o países, ha indicado el consejero Sicilia. Imparten clases más de 25.900 docentes, y además tienen a 11.311 personas trabajando en administración y servicios.