Cierra Gabana: 23 años organizando fiestas VIP en la milla de oro

Los propietarios intentan abrir otro negocio en el centro de la capital

Fachada y entrada de la discoteca, ya cerrada y sin cartel, en plena calle de Velázquez Guillermo Navarro

Carlota Barcala

18/07/2018 a las 00:48h.

«Miles de risas, miles de bailes, miles de besos...» se lee en las paredes de la discoteca Gabana , una de las más conocidas de la milla de oro de Madrid, cuando las luces se encienden y la música deja de sonar. Después ... de 23 años de historia, el local de ocio nocturno situado en la calle de Velázquez –y conocido por las múltiples fiestas para famosos que se celebraron en él– echa el cierre «tras llegar a un acuerdo con la propiedad para dar por finalizado el contrato de arrendamiento », afirman los dueños del negocio. Y, para ello, la sala disfrutó el pasado fin de semana de una despedida a la altura: conocidos, asiduos y trabajadores dejaron su huella escrita en las paredes tras divertirse en una de las noches más mágicas que se recuerdan.

Las mismas fuentes afirman que, además del fin del contrato de propiedad, el Hotel Wellington , situado en la misma calle, llevará a cabo unas reformas para reubicar varios de sus espacios . Las obras, supuestamente, durarán 18 meses y «obligan» a los dueños a salir del lugar.

Pero este parece no ser el adiós definitivo. Según informan en sus redes sociales y avanzó ayer El Mundo, han cerrado «para volver muy pronto» con un local «más grande y más exclusivo» , situado, previsiblemente, en el centro de la capital.

«Gracias» es la palabra que ahora más se repite sobre sus negros muros. También los nombres de las personas que, ya fuese por trabajo o por placer, pasaron los fines de semana de las últimas dos décadas bailando al son de las canciones de moda del momento. Sus firmas forman ya parte de la cuidada decoración.

Los adinerados jóvenes de la zona se referían a ella como «la discoteca del barrio»; otros la conocían como « el templo ». Lo cierto es que desde que los hermanos Pajares la abrieron, se convirtió en uno de los destinos de fiesta más recurrentes. Tal fue su fama y el dinero que los habituales se dejaron en ella que, según cuentan como anécdota fuentes cercanas, en 2017 obtuvo el récord de botellas de champagne vendidas en una discoteca española.