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Chico Pérez: «Soy muy cabezón, y me niego a pensar que el flamenco-jazz es sólo para unos pocos»

El joven pianista jienense, toda una revelación en la escena, presenta su nuevo disco 'Continente 27' este jueves en el Centro Cultural Fernán Gómez dentro del Festival de Jazz de Madrid

Chico Pérez ABC

Nacho Serrano

Su primer disco, 'Gruserías' (2919), fue uno de esos que pasan a la historia como uno de los grandes debuts de la escena flamenco-jazz de los últimos años. Desbordante de talento y sensibilidad, aquel trabajo logró un éxito que permitió al pianista jienense despedirse de su trabajo en el musical 'El Rey León', para lanzarse de lleno a una carrera solista que este viernes comienza su segundo capítulo con 'Continente 27'. «Acabo de recoger los cedés de la fábrica», dice exultante ante de hablar con ABC, de cara a su concierto de presentación en el Centro Cultural Fernán Gómez, esta noche dentro del Festival de Jazz de Madrid.

Estupendísimo segundo disco, felicidades.

Muchas gracias, me alegra mucho oír eso.

Creo que el número 27 tiene un significado doble en el título, ¿verdad?

Sí, es la edad que tengo, pero también se refiere a las 27 emociones que la ciencia dice que existen en el ser humano. Cuando lo descubrí me quedé alucinado, es una cosa muy curiosa. Las emociones son lo que yo busco con mis discos y cada vez que subo a un escenario.

¿Qué marca el salto entre su debut y este disco?

Creo que la intención de que, a pesar de que haya una evolución, la música sea muy reconocible. Que al oírlo, la gente que ya me conoce diga 'este es el Chico', aunque en el disco haya mundos muy diferentes.

¿La grabación fue tranquila, o con restricciones de por medio?

Fíjate si fue poco tranquila, que el día antes de empezar yo no sabía si al día siguiente podríamos grabar. Estábamos en enero, en una época mala en la que de pronto te cerraban ciudades, te ponían toques de queda... Grabamos la base en Úbeda, y luego estuvimos seis meses completando todo y grabando con cada colaborador por separado.

Participan Arcángel, Manuel Lombo, Rosario 'La Tremendita', Sandra Carrasco, Antonio Serrano... ¿Cada canción se compuso pensando en ellos? ¿O las asignó a posteriori?

Fue después. Las colaboraciones se hacen para darle vidilla al disco y porque generan repercusión, pero la elección se basó en lo que más pegaba con cada canción. Lo hable con mi hermano Luis, que ha sido el productor. '¿Quién molaría tener aquí?', 'Rosario 'La Tremendita quedaría genial', y así con cada uno. Luego hubo que buscarse las castañas para dar con ellos y que aceptaran claro, porque a algunos no los conocía personalmente.

¿Su hermano sólo produce, o también está ahí en el proceso de composición?

Está en casi todo, ¡jaja! Los artistas, en cuanto tenemos una canción se la queremos enseñar a alguien. A la novia, a los padres, a los amigos, y yo tengo ahí a mi hermano, que siempre me da su opinión.

El éxito de 'Gruserías', ¿superó sus expectativas?

Yo soy muy cabezón, y siempre confío en la música. Fruto de esa cabezonería, creo que la cosa salió bien. El otro día di el último concierto de la gira 'Gruserías' y fue emocionante, porque han sido dos años muy intensos. Como nunca imaginé que grabaría un disco, todo lo que ha venido ha sido muy agradecido, y recibido con mucha alegría.

¿Marcó algún camino para este segundo disco?

Hay cosas que sí nos han servido para este disco, pero otras no, porque para empezar 'Gruserías' se grabó en cuatro días, y este nuevo, en seis meses. Para lo que más me sirvió es para aprender cosas de la industria, y por eso con este disco hemos sacado singles, por poner un ejemplo.

Las grandes palabras tipo 'revelación del jazz', ¿pesan?

No me pesan, los halagos le gustan a todo el mundo. Pero yo tengo el miedo personal de que alguna vez me atribuyan a mí esas palabras. La gente que me conoce sabe que soy todo lo contrario a eso. Quien debe decirlo son los periodistas y el público.

Trabaja con Altafonte, un distribuidora muy puesta en lo digital, y muy distinta a los sellos tradicionales.

Los elegí precisamente por eso, porque quiero romper esa barrera que hay con el flamenco, según la cual sólo te puede escuchar un público limitado, y tus portadas tienen que ser feas ¡jajaja! Pero como digo soy muy cabezón, y creo que el flamenco-jazz no es para unos pocos, y que puede llegar a mucha gente de muy distintas edades. No me quiero cerrar ninguna puerta que pueda llevar al gran público. El otro día, por ejemplo, me metieron en la lista de novedades de Spotify, con Vetusta Morla y Vanesa Martín. Me quedé flipado, pero esa es la idea.

Todavía no se puede estudiar piano flamenco de forma académica y oficial, ¿verdad?

Nada, eso no ha cambiado. Hay de jazz, pero enseñanza reglada de piano flamenco, no hay.

Termino recordando una anécdota de sus días en 'El Rey León'. ¿Es verdad que vio había mucho enchufe en la selección de artistas?

Es verdad, pero en la música es un poco así con todo. Me imagino que Dani Martín no hace un casting de músicos para sus giras, sino que llama a conocidos suyos, o amigos de conocidos. Yo entré por una carambola, y también, una vez más, por mi cabezonería. Me tiré un año hablando con los directores, intercambiando mails, esto y lo otro... y luego vi que la gente que trabajaba allí no había pasado un casting. Eran buenos músicos, cantante y bailarines, evidentemente, pero la opción del casting no estaba ahí para los demás.

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