Ceses por decenas en la batalla a sangre y fuego de los exsocios PP y Cs en Madrid

Ignacio Aguado lleva días manifestando todo tipo de críticas contra el PP y contra la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso . Ella le ha respondido con palabras (en la entrevista publicada el domingo en ABC) y, sobre todo, con hechos: fulminando a todos los cargos de la formación naranja en su Ejecutivo.

Cuando PPy Cs firmaron su pacto de gobierno de 155 puntos, en agosto de 2019, incluyeron la composición del gabinete: siete consejeros del PP y seis de Ciudadanos, incluido el vicepresidente y portavoz. El miércoles, sin embargo, no habían pasado ni tres horas desde que Díaz Ayuso firmaba el decreto de adelanto electoral hasta que cesaba de forma fulminante a todos los consejeros de Ciudadanos:los responsables de Vicepresidencia, Portavocía, Deportes y Transparencia (Ignacio Aguado ); Economía y Empleo ( Manuel Giménez ); Universidades e Innovación ( EduardoSicilia ); Cultura y Turismo ( Marta Rivera de la Cruz ); Transportes ( Ángel Garrido ), y Políticas Sociales ( Javier Luengo ). Los afectados se enteraron por los medios de que se habían quedado sin trabajo.

Pero la cosa no quedó ahí: en los días sucesivos –jueves y viernes–, en dos Consejos de Gobierno extraordinarios, celebrados ya sólo con Ayuso y sus siete consejeros del PP, se eliminaron del organigrama del Gobierno regional a una veintena de altos cargos, todos de Ciudadanos. Así, el jueves 11 se cesó, en la Consejería de Deportes y Transparencia, a los viceconsejeros Roberto Núñez y Francisco Lara, además del secretario general técnicoy la jefa de prensa. En la de Hacienda, a la viceconsejera Victoria Alonso Márquez. En la de Economía, al secretario general técnico.

En la de Sanidad, al viceconsejero nombrado por Cs –de Humanización–, José María Antón García. En la de Familias, a la viceconsejera Silvia Sánchez, así como al secretario general técnico. En la de Transportes, a la viceconsejera María Consolación Pérez y a la secretaria general técnica. Y en la de Ciencia, al viceconsejero Alfonso González. Al día siguiente, continuaron publicándose ceses: directores generales como los de Industria, del Mayor, de Infancia, de Estadística, de Carreteras y de Investigación; también, varios secretarios generales técnicos. En total, otras diez bajas.

Desde el equipo de la presidenta se informaba de que los consejeros populares se hacían cargo de las carteras vacantes y todos sus asuntos. En Ciudadanos, no obstante, se echaban las manos a la cabeza y denunciaban el parón que estas destituciones provocarían en la Administración regional. No se aprobarían, decían, ni pondrían en marcha los presupuestos ni las medidas que estos iban a incluir : los 250 millones de euros en ayudas directas a la hostelería, el abono joven de 26-30 años a 30 euros, los 85 millones en ayudas para autónomos o los 32 millones para familias vulnerables. «¡Qué irresponsabilidad!», aseguraba Ignacio Aguado.

El ya exvicepresidente se ha mostrado extraordinariamente activo en Twitter desde su cese, donde ayer mismo señalaba: «Con 1.641 personas hospitalizadas, 424 en UCI y 447.101 en paro, Ayuso ha decidido convocar elecciones. Su capricho es lo primero. Nos costará 20 millones de euros. Serán el 4 de mayo, martes. Si tiene hijos, cuente con que no habrá colegio. Un despropósito todo». En las últimas horas, en la formación naranja se han mostrado muy preocupados por las encuestas, que el 4-M les sitúa fuera de la Asamblea y desaparecidos de la política madrileña . Las consideraban «parte de una estrategia que trata de condicionar a los electores: la gente las ve y dice “¿para qué votar a quien no va a salir?”».

En el PP se defendían: Ana Camins , secretaria general de los populares madrileños, esperaba que tras el 4-M Ayuso «pueda gobernar en solitario y deje de estar sujeta a esos pactos de gobierno desleales» que «tanto hemos sufrido». Respecto a unas elecciones de incierto resultado, los populares están muy tranquilos: «Va a salir muy bien».