Cazan a un «influencer» de 15 años y millones de seguidores en una fiesta ilegal

Dentro de la sala, una de las más conocidas entre el público joven, las mascarillas y la distancia social brillan por su ausencia. La fiesta es reciente, justo en plena polémica por el escándalo acontecido en el Teatro Barceló. Tras ello, la diversión prosigue en un espacio más íntimo. «No lo subas a ningún lado, por favor, por favor, por favor... que tengo a Sálvame en el punto de mira», advierte una chica al individuo que graba. «Da igual, si les encantan las plandemias (término usado por aquellos que se saltan las restricciones o teoría conspiranoica de los que creen que la pandemia fue planificada), como a mí, esa es la verdad», le contesta.

Aunque en ninguno de los perfiles que aparecen etiquetados hay rastro del jolgorio, una usuaria de Instagram ha destapado en su cuenta los hechos. «Chavales, no sé si lo sabréis pero el mundo quiere salir sin mascarilla, quiere ver a sus abuelos sin distancia, mascarilla y gel desinfectante. Ojalá no le pase nada a vuestra “family”, pero si vosotros sois el futuro...», apunta en su mensaje de denuncia, al que acompaña con una grabación casera de las reprobables «stories» (vídeos de corta duración que desaparecen pasadas las 24 horas de su publicación).

El problema, resume otra joven, versa en la capacidad de seguimiento que tienen estos «influencers», literalmente imberbes. «Yo ya tengo 20 años y pasamos de eso. Pero la hermana pequeña de una de mis amigas tiene 12 y está como loca con los “Tiktokers”», señala, consciente de que tipos como Jose Julio son un ejemplo a seguir para un significativo número de adolescentes.

Desde el pasado 25 de octubre, fecha en que se activó el actual estado de alarma, la Policía Municipal ha intervenido en 4.400 fiestas privadas , 437 solo en el último fin de semana. A ello se suman 6.618 sanciones por consumo de alcohol en la vía pública, 6.939 por agruparse más de seis personas, 11.541 por no usar mascarilla y 17.840 por incumplir el toque de queda.