Suscribete a
ABC Premium

Cartas a la alcaldesa

La cava

No podemos permitirnos que de madrugada, en el fin de semana, aquello sea más bien una acampada de zánganos que le pegan al calimocho de intemperie

La Cava baja, en una imagen de archivo
Ángel Antonio Herrera

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La Cava Baja aún conserva, en general, sus luces de bandoleros, en la noche, y su optimismo de calle bien regada, en la mañana. Pero ahora se agrega mucho coro de peatonaje de botellón, mayormente los viernes, o sábados, con lo que las tabernas magnas ... de la zona se cruzan de picnic improvisado, gracias al turisteo que va a darle al frasco de esquina. Estas cosas hay que mirarlas, alcaldesa. Estas cosas hay que cuidarlas. Ahí tenemos varios restaurantes de tirón , como La Chata, un clásico, con hondo horno y azulejos de fachada, o bien la Posada de la Villa, que es un restaurante antiquísimo, con tres magnos restaurantes dentro, uno por planta, pero no podemos permitirnos que de madrugada, en el fin de semana, aquello sea más bien una acampada de zánganos que le pegan al calimocho de intemperie.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia