Caso del niño de Morón: la Policía centra su búsqueda en vertederos y taludes de Madrid

La búsqueda actual se centra en Madrid, en los dos grandes vertederos de Valdemingómez y Pinto. En uno ya se ha removido toda la basura de esos días, sin encontrar nada. En el otro, hay toneladas de residuos acotados y paralizados, para que la Brigada de Policía Científica haga lo propio. Fuentes del caso no son muy optimistas al respecto. Aunque la hipótesis más probable es que Macarena, en pleno brote bipolar, matara a David (ella habla de que le inyectó una jeringuilla con agua) y lo arrojara a un contenedor de basura de las afueras de la capital. Y que en otros tirara la silla de ruedas y la documentación del menor. «Si es así, resulta prácticamente imposible encontrarlo» , explican a ABC fuentes policiales.

Como ha venido informando este diario, madre e hijo salieron de Morón a primera hora de la tarde del domingo 12 de septiembre. Se da la circunstancia de que, a raíz de una denuncia de la Policía en julio, al comprobar que el niño no estaba bien cuidado, se solicitó la intervención de los servicios sociales. Pero todo se retrasó por falta de personal durante el verano y fecharon la visita el 14 de septiembre. Es decir, dos días después del viaje, por lo que se sospecha que Macarena pretendía evitar que quizá le quitaran la custodia de David. ABC ha estado en contacto con el padre, a través de un portavoz, y señala su malestar porque no se le informara entonces de esa denuncia. Es más, con anterioridad, ya intentó la mujer llevarse al niño en un taxi, pero fueron captados en la costa de Cádiz.

Madre e hijo tomaron la Ruta de la Plata. Cerca de Mérida, repostaron y cogieron la A-5 y a las 20.30 horas llegaron a Talavera de la Reina. En la recepción del hotel Perales la vieron entrar con el pequeño tapado con una manta (que acababa de comprar por 7,5 euros en un bazar cercano) y dieron por hecho que iba dormido. Ella pidió una habitación: «Necesitamos descansar del viaje tan largo».

A las 00.30, tras reposar, se marcharon. «El niño iba en la silla, tapado, aparentemente dormido también», narraron en el hotel a la Policía. Las cámaras grabaron la partida.

Entre todas las versiones aportadas por Macarena, explica: «David entró vivo pero salió muerto». Dijo que falleció «echando espuma por la boca y sangre por la nariz». En la inspección en el coche, en la habitación y en su vivienda no se halló nada especialmente extraño, más allá de que tiró a un contenedor de Morón su teléfono antes de salir de viaje. Fue hallado y se está analizando. De ahí que solo siga investigada por desaparición de un menor. En la actualidad, ya en libertad provisional, hace vida normal: acude a las 7 de la mañana con su hija mayor al gimnasio, va a desayunar al bar, de compras, se reúne para comidas familiares... Comenta a propios y extraños, incluida la Policía: «No lo van a encontrar, ha pasado mucho tiempo».

El padre, Antonio, cree que sigue vivo. La Ufam investigó en esta línea: que esté en manos de terceras personas en otra provincia andaluza, pero la ha desechado. La mujer algunas veces dice que lo mató ella y otras que se le «murió en el viaje». También que falleció «por unas fiebres altas, el 8 de septiembre». Pero un vecino fontanero vio al niño vivo la noche del sábado 11, horas antes del viaje, cuando fue a arreglar un grifo.

La Policía cree que los restos de David están en algún punto de Madrid. Se han hecho reconstrucciones, de día y noche, en los lugares detectados (la cámara de tráfico de la A-5 registró su matrícula a la entrada de Madrid) pero también por los mapas que ella ha dibujado. Dos equipos han rastreado en sentido norte y hacia el sur.

Ella señaló unos contenedores junto al centro comercial Xanadú (Arroyomolinos), pero también se ha buscado en el eje Cuatro Vientos-Batán-Casa de Campo. Además, dijo que lo había arrojado por «un barranco». Así que se han rastreado kilómetros de carreteras, sobre todo tramos sin quitamiedos y con taludes. También los agentes han acudido a Riaza (Segovia), donde pidió habitación a las 3.30, ya sin el niño. Está libre tras pasar más de un mes detenida en dos psiquiátricos.