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Ayuntamiento

Carmena vacía de poder a Mayer y le coloca «tutores» para controlarla

El coordinador de la Alcaldía y el presidente del Pleno asumen el control sobre la Ley de Memoria Histórica

Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, junto con la delegada de Cultura y Deportes, Celia Mayer ERNESTO AGUDO

IGNACIO S. CALLEJA

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena , incapaz de destituir a la concejal de Cultura y Deportes , Celia Mayer , ha optado por dejarla sin apenas poder dentro de la Corporación. La mantiene como delegada municipal, pero realmente la despoja de capacidad política y de gestión, al colocarle en todos los frentes mollares del Área a personas de su absoluta confianza, tras las continuas polémicas provocadas por la edil.

La regidora ha atendido la exigencia de «reorganizar» el área de Cultura y Deportes, pero a su manera. Según un informe presentado a los grupos municipales, tras la petición de su reprobación, la delegada Celia Mayer reconoce los errores y se lleva a cabo un recorte radical en sus competencias, vaciándola de poder. El comisionado que elaborará el plan sobre Memoria Histórica dejará de ser una tarea suya y pasará al coordinador general de la Alcaldía, Luis Cueto , una de las dos manos derechas de Carmena; este organismo rendirá cuentas a través de la Presidencia del Pleno, dependiente del también tercer teniente de alcalde, Mauricio Valiente; y una asesora de la Alcaldía que actuará, además, como «tutora» encubierta de Cultura.

El escrito, al que ha tenido acceso ABC , trata los fallos cometidos en los dos temas que más han agitado al Ayuntamiento desde la llegada de Ahora Madrid: la gestión del Carnaval y la Aplicación de la Ley de Memoria Histórica. Después del escándalo de los titiriteros, en cuya obra supuestamente se hizo enaltecimiento del terrorismo, Carmena llegó a valorar la destitución de la delegada o, en segundo término, la de la concejal del distrito de Tetuán, Montserrat Galcerán. Estas dos últimas pertenecen a Ganemos, una de las siglas más radicales de la amalgama que conforman Ahora Madrid.

El episodio, que se sumó a las irregularidades cometidas en la retirada de los vestigios franquistas , fue el detonante que puso en entredicho la valía de Mayer para este puesto, al que llegó por casualidad, tras la precipitada defenestración de Guillermo Zapata a presidente de dos distritos por sus tuits ofensivos. Finalmente, la alcaldesa ha optado por una descentralización de sus atribuciones ; con la crisis interna de Podemos, matriz de la candidatura de unidad popular, no se pueden permitir más luchas de poder.

El documento, de doce páginas, hace una cronología de la gestión del Carnaval y la Memoria Histórica y, en el primer caso, culmina con que la actuación en el ámbito Cultura y Deporte «adolece de dos puntos débiles: la necesidad de planificar previamente la actividad a encomendar y un déficit de control». Así, el Ayuntamiento reconoce que nadie supervisó la obra «La bruja y Don Cristóbal» , en la que se representó ante un público infantil el ahorcamiento de un juez, la violación de una monja, el acuchillamiento de un policía y, entre otras, se mostró la pequeña pancarta «Gora Alka-ETA» . Con los dos titiriteros imputados por el presunto delito de enaltecimiento del terrorismo, la consecuencias fueron inmediatas.

Se culpó del esperpento a los responsables de la programación y dirección del Carnaval, Ramón Ferrer y Lucía Callén , respectivamente, para dar la apariencia de que se estaba tratanto de depurar responsabilidades, pero sin tocar en ningún caso a Mayer. Sin embargo, en el mismo informe se reconoce ahora que ninguno de los dos firmó contrato alguno con el Consistorio; en el caso de Callén porque, según declaró el pasado 10 de febrero, no tenía «encomendadas labores de dirección artística». En los días posteriores, el director general de la Programación de Actividades Culturales, Jesús Carrillo , cesó en su cargo y se nombró en su lugar a Getsemaní de San Marcos.

También se creará una figura de Director de Programación en Madrid Destino para que «mejore las capacidades de la empresa». Mayer, por tanto, apenas conservará entre sus atribuciones la presidencia de la empresa; sí mantendrá la gestión de bibliotecas, deportes y patrimonio, pero en este caso solo a medias, porque la aplicación de la Memoria Histórica pasa a la coordinación de la Alcaldía.

Una asesora impuesta

Tal es la pérdida de sus competencias, que ni en lo que seguirá gestionando tendrá libertad. Contará en el área de Cultura con una asesora impuesta, Paula Foulkes , que dependerá directamente de la Alcaldía. Su función no será otra que la de tutelar y supervisar el trabajo de la cuestionada edil. Carmena deja clara la pérdida de confianza en la concejal y, ante la polémica generada por su gestión, el consiguiente blindaje con su núcleo duro dentro del Gobierno municipal, comandado por Luis Cueto.

Camuflado bajo la premisa de «involucrar más intensamente» a las diferentes áreas del Consistorio, el coordinador general de la Alcaldía asumirá el comisionado encargado de la aplicación y puesta en marcha del Plan Integral de la Memoria Histórica . La Presidencia del Pleno, dependiente de Mauricio Valiente, dará información a los grupos municipales sobre este aspecto.

La portavoz del PP en materia de Cultura, Isabel Rosell , declaró que todo es consecuencia «de una gestión tan nefasta» y de que Manuela Carmena «no se fía» de la delegada: «Lo más correcto sería el cese de Mayer». En la misma línea se mostró la edil de Ciudadanos, Sofía Miranda, que señaló que «la reestructuración no la exime de sus responsabilidades» y que «no es suficiente».

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