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Movilidad

Carmena negocia con Telefónica y BBVA escalonar sus horarios laborales

Madrid dialoga con las grandes empresas de la zona norte para luchar contra los atascos en hora punta

Vídeo: Éstas son las claves del protocolo anticontaminación de Madrid ABC
Tatiana G. Rivas

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El Ayuntamiento de Madrid ha iniciado conversaciones con Telefónica y BBVA para descongestionar de tráfico la zona norte de la M-30, la M-40, la M-607 y Manoteras. Según informa a ABC el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, se está planteando a los grandes centros financieros que escalonen los horarios de sus trabajadores para que haya menos problemas de congestión en los accesos y salidas en las horas punta. «El aparcamiento disuasorio no resuelve los problemas de movilidad en Madrid, se resuelve con mayor refuerzo del transporte público, con mejores conexiones y con la colaboración de los actores privados», expone.

Y es en este último apartado donde la Administración ahora están centrando parte de sus esfuerzos. El concejal señala que estas dos entidades ubicadas en la zona norte de la capital están valorando de forma positiva su proposición.

El Distrito C de Telefónica , en Las Tablas, mueve cada día a 12.000 empleados que entran y salen de sus instalaciones, aunque no todos lo hacen de forma motorizada; la Ciudad Financiera del BBVA , «La Vela», cobija a otros 7.000 trabajadores. «El complejo de negocios de Canary Wharf, en Londres, se colapsaba todos los días en los horarios de entrada y salida de los trabajadores. La gente se quería ir de las empresas porque tardaban hasta 45 minutos en salir de la zona. Se graduaron los horarios y hubo menos problemas. Aquí ya lo hemos planteado y han dicho que lo van a estudiar, que les parece una medida interesante», apunta Calvo.

Desde Telefónica informan de que ya es «muy flexible con los horarios»: «Hay empleados que entran a las 7 de la mañana y otros que lo hacen a las 9.30. La salida también es muy escalonada». En la misma línea describe su día a día el banco de Francisco González desde que se trasladaron a «La Vela » hace dos años. «BBVA ha trabajado estrechamente con la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento desde que llegó a Las Tablas (antes incluso de que llegara Ahora Madrid , especifican). Hay lanzaderas para los empleados para facilitar su desplazamiento», apuntan desde la entidad financiera.

Los coches, el tráfico, los colapsos, la contaminación están en el punto de mira del equipo de Manuela Carmena y, mientras crecen las limitaciones para el vehículo privado, escasean las políticas para dar respuesta a quien tiene que desplazarse hasta, al menos, una estación de transporte público en la ciudad. El Consistorio ha dado esta semana el pistoletazo de salida a su política de ahuyentar al vehículo contaminante de la capital con el cierre de la Gran Vía al privado y, a partir de 2018, su hostigamiento será aún más voraz. Prevé poner en marcha en el primer semestre el Área de Prioridad Residencial Única o Zona Cero Emisiones en el centro . Ninguna persona que no sea vecina de la zona podrá acceder al barrio de Malasaña, La Latina o Chueca. Tampoco a las zonas que incluían las actuales APR: Las Letras, Lavapiés, Embajadores u Ópera . A menos que se dirija a un aparcamiento público, es terreno vetado. De cara a un próximo mandato, la idea es ir expandiendo esta zona acotada hasta proteger de los motores la almendra central.

Los disuasorios, ineficaces

En paralelo, las alternativas para los del vehículo privado escasean. En julio de 2016, la Junta de Gobierno aprobó un programa para construir 12 aparcamientos disuasorios con 9.500 plazas en la periferia de la capital. Allí podrían aparcar los coches para que después el conductor cogiera el transporte público para llegar a su destino. Estos «parkings » estarían ubicados en zonas clave; es decir, cerca de diferentes paradas de transporte. Estaban previstos habilitarse en Pitis (M-40), Paco de Lucía (M-40), Fuente de la Mora (M-40), Valdebebas (M-11), Canillejas (A-2), Santa Eugenia (A-3), San Cristóbal (A-4), Villaverde Alto (A-42), Villaverde Bajo Cruce (A-4), Aviación Española (A-5), Colonia Jardín ( M-502/M-511) y Estadio Olímpico de La Peineta (A-2). Un año y medio después, sólo está disponible el del Atlético de Madrid, con 3.000 plazas, y está en vías el de la avenida de Portugal, cuya instalación estaba antes de que llegara Ahora Madrid.

El proyecto de los disuasorios se retrasa. No llega. Calvo es escéptico sobre esta medida: «El plan de los 12 aparcamientos contempla 15.000 plazas en toda la ciudad. Entran cada día un millón de vehículos. Si pensamos que los aparcamientos disuasorios van a solucionar los problemas de movilidad... Sirven para frenar una hemorragia con tiritas. Son unas infraestructuras muy caras que tienen el rendimiento que tienen. La alternativa son 500.000 plazas de disuasión. ¿Dónde las metemos?». Para el arquitecto de Podemos, la disuasión más efectiva es la que está en origen: «Un buen transporte público cerca de casa».

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