Carmena cerrará el centro al tráfico el primer semestre de 2018

Ayer se presentó la versión definitiva del Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático en comisión . Estuvieron presentes representantes expertos en la materia de la Comunidad de Madrid, el Ministerio de Medio Ambiente, la Federación Regional de Vecinos de Madrid, representantes de los grupos municipales, ecologistas e investigadores. Según informó la delegada al término de la reunión, la valoración fue positiva y se incorporaron cuatro modificaciones sugeridas por el Partido Socialista.

El objetivo del Plan A es cumplir con las exigencias de la Unión Europea en materia de contaminación antes de 2030. Según estudios realizados por la Universidad Politécnica, en 2020 se habrán conseguido disminuir un 23% las emisiones de dióxido de nitrógeno. De este modo, de las 30 medidas que aglutina el plan, 21 son para paliar los efectos del tráfico.

El ciudadano ha estar preparado, sobre todo aquel que tenga un vehículo diésel antiguo que no cuente con el distintivo ambiental de la Dirección General de Tráfico. A partir de 2025, no podrá circular por Madrid. Tendrá un periodo de adaptación desde 2020, lo que denominan el «primerito». Desde entonces no podrá estacionar en toda la zona SER.

El Plan A también limitará a 70 kilómetros hora de forma permanente la M-30 y los accesos a la ciudad, pero no se va a poner en vigor hasta 2019, después de que se hayan implementado otras medidas para la disuasión del vehículo privado, como especificó Sabanés. Se refería, por ejemplo, a la reducción de velocidad en los accesos de entrada o la pérdida de carriles para los coches en las principales vías con elfin de conceder más espacio al peatón, a los autobuses y a las bicicletas. También se llevarán a cabo más intervenciones en calles como la de Galileo o la renovación de las flotas de autobuses. «Cambiar la ciudad no es una cosa sencilla. Hay que poner las piezas del puzle poco a poco», señaló la integrante de Ahora Madrid.

Tras el análisis de las 234 alegaciones, uno de los puntos que se han modificado ha sido el de la distribución urbana de mercancías. Se ha prorrogado el calendario de acceso al Área Central Cero Emisiones de los vehículos sin distintivo para dar más margen de acceso en función de las toneladas de masa máxima y su vida útil. Si antes se limitaba a 2020, ahora será a partir de 2022.

Otro de los apartados que se han cambiado ha sido el de los puntos de recarga eléctrica para dar más impulso a la infraestructura. Si se quiere sacar al coche contaminante de la ciudad, hay que crear una red que permita una alternativa ecológica. Los puntos de recarga eléctrica actualmente son mínimos.Ahora, el Ayuntamiento pretende ser «ambicioso» e incorporará 20 nuevos postes eléctricos el año que viene. Paralelamente, tratará de cerrar convenios con estaciones de servicio de gasolina o gas natural para que también los incluyan. «No es aconsejable un modelo en que ocupemos más espacio público con riesgo de vandalismo», apostilló la directora general de Sostenibilidad y Control Ambiental, Paz Valiente.

Otro de los bloques que se han incorporado ha sido el de establecer una mayor coordinación con otras administraciones, ya que un 30% de la contaminación que tiene la capital procede del resto de la región.

La oposición hizo ayer su valoración sobre el plan. El portavoz de Medio Ambiente y Movilidad del PSOE en el Ayuntamiento, Chema Dávila, se mostró «satisfecho» y apremió al Gobierno municipal a implantarlo «lo antes posible». Por su parte, el PP, a través del concejal Fernando Martínez Vidal, criticó el plan y auguró el caos para la ciudad: «El vehículo no es un bien de lujo, es un bien de consumo que muchas familias necesitan para ir a trabajar, llevar a los niños o ir al hospital». Sergio Brabezo, de Ciudadanos, aplaudió reducir la contaminación, pero «con incentivos y no con prohibiciones».