Carmena abre Madrid Central en falso para impulsar su candidatura política

La regidora partió de la plaza del Callao para iniciar su paseo por los pares de una renovada Gran Vía que, inusualmente, no servía de apoyo para la manta de ningún vendedor ambulante . Acompañada por sus concejales de confianza, los que repetirán candidatura en la plataforma que se prevé presentar oficialmente la semana que viene, se dio un baño de masas por la arteria centenaria perseguida por un mayúsculo despliegue mediático.

La mayoría de los ciudadanos que la pararon a su paso la felicitaron por su gestión , e incluso desató los aplausos espontáneos de un grupo de transeúntes. Carmena, a ritmo de marcha atlética, puso rumbo fijo a la plaza de Pedro Zerolo, para la que este pasado jueves se aprobó el presupuesto que la remodelará en primavera de 2019, a modo de broche electoral.

En la calle había menos coches, sí. Según informó el Ayuntamiento de Madrid, se notó una disminución del tráfico de entre el 10% y el 45% en Centro , aunque la delegada de Medio Ambiente, Sabanés, lo elevó al 50%. Pero este fenómeno no se produjo porque hubiera agentes de movilidad prohibiendo el acceso o cámaras sancionando a los vehículos más contaminantes, ya que se podía entrar hasta con un 600 de los años 60, sino porque el mensaje que caló en los medios de comunicación logró disuadir a los conductores de meterse en el distrito –incluso en los limítrofes– por temor al caos y a ser sancionado. De ello dieron buena cuenta fuentes oficiales de la Policía Municipal , que destacaron que los atascos se trasladaron en la mañana «por el efecto acordeón» a las afueras de la almendra central, es decir, de la M-30. La misma Policía reconoció que los conductores no tenían claro lo que era Madrid Central.

Un agente de movilidad apostado en Atocha para controlar las obras de reurbanización de esta vía comentaba que había gran confusión con el área de bajas emisiones: «La pregunta del día es ¿puedo pasar? frente a las preguntas de los días previos que era ¿voy a poder entrar?». El trabajador municipal revelaba que hasta su propio Cuerpo no había recibido ninguna instrucción al respecto y que se estaban enterando del plan a través de los medios de comunicación.

En la calle, la mayoría estaba a favor de su aplicación, sobre todo los residentes del distrito. Los afectados de la Plataforma Madrid Central, que reúne a 79 entidades, denunciaron vía comunicado «el humo» de esta medida, así como el hecho de que la gestión de los permisos para los vecinos no está operativa a través de ninguna herramienta municipal.

Cinco asociaciones vecinales han presentado un escrito de denuncia ante el Defensor del Pueblo porque el plan estrella de Ahora Madrid «sacrifica la calidad del aire de los distritos frontera con Centro». Se trata de las asociaciones de Madridlovale, AA.VV. Chamberí se Defiende, AA.VV. de Usera, y plataformas de Salamanca y Arganzuela. Reclaman la paralización de la puesta en funcionamiento del área restringida «ante el perjucio más que previsible que va a suponer para la salud de los vecinos de nuetros distritos».

La fase pedagógica de Madrid Central continuará hasta el próximo 9 de enero. Para ello, la Administración ha repartido por puntos estratégicos del distrito a medio centenar de informadores. Karina Vladutesu es una de ellas. Ataviada con un chaleco blanco con el logotipo de Madrid Central, ayer paraba a los viandantes de la calle de Fuencarral para ofrecerles ayuda y un folleto con las claves. «Respondemos a sus preguntas y tomamos sus datos personales para que el Ayuntamiento les solucione por teléfono todas las dudas que puedan tener», explicó a ABC. «Muchos otros nos paran para quejarse de la medida y también para felicitar al Consistorio. Hay disparidad de opiniones», destacó.

Ahora Madrid se felicitó y se elogió reiteradamente ayer en la plaza de Pedro Zerolo por Madrid Central, que entró en vigor ayer a modo de globo sonda. Para el Gobierno municipal se estaba viviendo «un momento histórico», como lo definió el delegado de Urbanismo, José Manuel Calvo. Manuela Carmena, ataviada para la ocasión, consideró que la medida era tan efectiva que hasta ayer mismo ya se percibía una disminución del ruido: «Si estamos un poquito en silencio, hasta se pueden oír algunos pájaros. Esto puede ser el principio de lo que puede llegar a ser Madrid, una ciudad de verdad con más vida y con menos humos».

La delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés , recibió las mayores loas de sus compañeros por ser la impulsora de la acción. «Este proyecto tiene una comisión de seguimiento para ver el comportamiento de la contaminación como el tráfico para ver las circunstancias a tener en cuenta».

El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez Almeida , tildó ayer de «fake» la entrada en vigor de Madrid Central, algo que a su juicio no se producirá hasta que se apliquen «de verdad» las restricciones de circulación en el distrito Centro. «Los ciudadanos han podido seguir circulando por el distrito porque no había un solo policía ni agente de movilidad que les impidiera la entrada. Como suele hacer este Gobierno, lo que quería era la foto», dijo.

La portavoz socialista en el Ayuntamiento de la capital, Purificación Causapié , quiso poner ayer en valor el inicio de Madrid Central a pesar de que el secretario general del PSOE-M, José Manuel Franco , pidió en varias ocasiones retrasar su puesta en marcha. A este respecto, Causapié aseguró que tanto el partido como el grupo socialista en el Consistorio «siempre han pensado que es un gran proyecto» para matizar que, «sin duda, habrá que ir mejorándolo».

«Estética, electoralista y muy poco ambiciosa para combatir realmente la contaminación». Así definió ayer el área de bajas emisiones la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, Begoña Villacís . Lo tildó de «parche. Para la formación naranja, las restricciones al vehículo contaminante desplazarán el tráfico del centro a otras zonas de la capital. «Es una manera muy miope de ver a la ciudad de Madrid. Están dirigiendo todos sus esfuerzos al centro de Madrid», lamentó para añadir que «la mayoría de los madrileños no viven en el centro» sino en otros barrios «donde no se está realizando absolutamente nada»..