Brutal agresión homófoba en el Metro a puñetazos a un joven
El atacado recibe puñetazos en la cara, al grito de «¡Maricón! ¡Hijo de puta!», por parte de un desconocido que huyó y sin que el resto de pasajeros moviera un dedo para ayudarle
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Iniciar sesiónDomingo, 7 de marzo. 16.20 de la tarde. Siglo XXI. Axel es un joven de 25 años que viaja en el Metro de Madrid cuando, inopinadamente, sufre una brutal agresión homófoba sin razón alguna que le mantiene de baja y con lesiones muy ... visibles en la cara, sobre todo alrededor de los ojos. El sujeto que la emprendió a puñetazos contra él huyó rápidamente. La Policía Nacional se encuentra investigando este delito de lesiones, agravado por el contexto de odio en que se enmarca .
Aquella tarde, este chaval de origen italoargentino que lleva residiendo en España 20 años, tomó la línea 5 en Marqués de Vadillo, su barrio, en dirección Casa de Campo . Había quedado. «Con esto de la pandemia apenas salgo y para un día que bajo al Metro, me ocurre esto», dice a ABC.
Iba solo y en el vagón había poca gente. «Entré, me senté, iba con el móvil y los auriculares, a mi bola. Habían pasado un par de paradas cuando, de repente, alguien delante de mí me grita: ‘¡Maricón, hijo de puta!’». Y sin venir a cuento le dio un brutal puñetazo en el ojo. « Me reventó los cristales de las gafas y me produjo varios cortes. Tengo la cara hecha un Cristo . Me propinó un segundo puñetazo, pero me cubrí con los brazos», narra. En la siguiente parada, un individuo de unos 30 años y más de metro ochenta, el agresor , se bajó.
Y quizá lo más indignante fue que nadie del resto de viajeros se preocupara ni en ayudar a Axel durante la paliza ni posteriormente en saber cómo se encontraba. Solo un hombre de unos 55 años se le acercó para reprocharle: «¿Qué le habrás hecho para que te pegara?» . El mundo al revés.
Axel quedó en shock y solo acertó a bajarse dos paradas después , en Aluche. Allí fue asistido por los servicios de seguridad del Metro. «Me trataron muy bien. Vino el Samur y me dio la primera asistencia». Luego acudió acompañado en coche al Hospital de Alcorcón, donde le hicieron el parte de lesiones: «Una contusión en la muñeca, otra en el pómulo y tres en la cara. El resto de cortes, al no ser demasiado profundos, los dejaron así». Ese mismo día interpuso la denuncia en la comisaría de Móstoles, donde recalca el buen trato que le brindó la Policía Nacional.
Sobre el agresor, asegura que se subió al Metro después que él y que no lo conocía absolutamente de nada : «Fue totalmente gratuito. Ni me robó siquiera».
«Ahora estoy de baja, al menos diez días, hasta que el 16 de marzo me quiten los puntos. Tengo una empresa de comunicación y actividades culturales. Estoy sin gafas, no veo, con dolor. Al no estar trabajando, por ser autónomo, no ingreso estos día», explica. «Es algo horrible. Que esté tan tranquilo y venga un energúmeno a insultarme, pegarme y vejarme… De milagro no me ha reventado el ojo » , sentencia.
En cuanto al daño psicológico, reconoce que al principio sintió «bastante rabia», pero ahora se encuentra mejor: «No te puedes ya ni subir al Metro tranquilo. No tengo miedo a volver a cogerlo, pero piensas en si vas a tener que estar atento. Estas cosas no deberían poder en pasar».
El colectivo Arcópoli asegura que, en lo que llevamos de año, ya tiene constancia de 23 incidentes de odio por homofobia en Madrid.
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