La banda del «Niño Sáez»: «En unos días sabremos quién ha sido»

Este último, indicaron fuentes de la investigación, es quien se muestra más preocupado. Porque, presuntamente, tenía relación con los negocios de la droga en los que andaba metido Sáez. Entre dientes, mascullaban: «En unos días, sabremos quién ha hecho esto». Están haciendo sus «pesquisas» por su cuenta y algunos ya han hablado con los investigadores del Grupo VI de Homicidios de Madrid, que han interrogado a la familia y demás allegados de Francisco Javier.

El móvil de un ajuste de cuentas por parte de narcos colombianos es el que más fuerza tiene, aunque no se descartan otras líneas de investigación: «Sáez tenía muchos enemigos, muchos frentes abiertos; tanto por asuntos de drogas como por los robos que cometió. Se había quedado con dinero y con parte de alijos», indican fuentes policiales. Se están revisando recientes operaciones importantes contra el tráfico de estupefacientes, en las que el delincuente acribillado podría haberse llevado tajada y no haber jugado limpio. Una de las pistas que se sigue se sitúa, precisamente, en el Levante, a donde llegaban los cargamentos y donde también se distribuía parte de la coca. El asesinado contaba con una sociedad pantalla dedicada al transporte de pasajeros , con domicilio social en casa de sus padres.

Sobre la autoría de los disparos, los investigadores saben que en la calle de Laín Calvo, donde «Niño Sáez» fue abatido, actuaron dos varones, probablemente colombianos, que huyeron en un coche, según ha podido saber este periódico.

El negocio de la droga comenzó a seducir a Martín Sáez a finales de 2011, cuando dirigió el asalto al depósito judicial de Málaga , del que se llevó con su banda (entre ellos, también fueron arrestados «El Libanés» y «El Troll», aunque este último quedó en libertad) 130 kilos de cocaína y por el que pasó un tiempo en prisión preventiva.

« Amasó millones de euros , pero, a diferencia de otros, sabía muy bien cómo taparlo. Tenía inmuebles y coches a nombre de sus padres, y compró apartamentos de lujo en Tánger (Marruecos)», explica un experto policía que le siguió los pasos durante años. Para muestra, los 145.000 euros que fueron hallados en una caja de seguridad de un banco a nombre de su madre. Sabía que no debía aparecer como titular de ningún bien, por eso las investigaciones patrimoniales por blanqueo que se emprendieron en su contra acababan en punto muerto.

Tan solo hay que tener en cuenta un ejemplo: en el asalto a una inmobiliaria, «Niño Sáez» se apoderó de 500.000 euros y en una joyería de la calle de Ferraz, donde estuvo a punto de hacerse con otros 800.000 . Aquella noche, por cierto, el azar pudo con él. Un policía nacional le vio cenando, por casualidad, en el VIPS de Velázquez, con su banda. De allí, se marcharon a dar el palo en Ferraz. Los agentes del CNP les estaban esperando. Como los sicarios el domingo.