Ayuso se impone: rondas bilaterales y sobre los 30 puntos del Gobierno

El vicepresidente Aguado no lo considera un fracaso: a su juicio, «el formato me es indiferente, mientras haya diálogo ». De hecho, insistió en la importancia de los encuentros: «Hemos derribado un dique invisible que impedía una relación normalizada con la oposición».

Aunque Aguado habló el jueves pasado de un «pacto de reconstrucción», citó a todos los grupos juntos el lunes y propuso crear mesas de trabajo sobre «Economía y Empleo» o «Políticas Sociales y Familia», siguiendo el esquema que se ha llevado a cabo en el Ayuntamiento de Madrid, finalmente la fórmula que se va a aplicar en la Comunidad de Madrid va a ser muy distinta: serán encuentros bilaterales , del Gobierno con cada partido por separado. Y comenzarán esta tarde con Vox , todo ello tal y como planteó la presidenta, Isabel Díaz Ayuso.

Este formato es el que presentó en el Consejo de Gobierno de ayer la jefa del Ejecutivo y el que se comenzará a aplicar esta tarde en la Real Casa de Correos. El primer encuentro será con Rocío Monasterio , portavoz de Vox. El segundo, con Ángel Gabilondo , el portavoz del PSOE , que encabezó la lista más votada en las elecciones de mayo de 2019 y que confirmó su asistencia.

El viernes están convocados ya Más Madrid y Unidas Podemos . Desde ambas formaciones confirmaron a ABC que acudirán, aunque en el caso de la formación morada recuerdan que creen que todos estos tiras y aflojas sobre cómo organizar la ronda de encuentros es «una respuesta al juego de presiones internas que inició Ciudadanos con su reunión del lunes».

Al partido que encabeza Isa Serra le parece que se está «jugando con los grupos parlamentarios y creando expectativas», cuando «lo que deberían hacer realmente es abrir la Asamblea». El Parlamento regional cesó en su actividad en marzo, con el inicio del confinamiento, y ha reabierto parcialmente con presencia reducida de diputados y sólo para las sesiones de control y las comisiones, sin que se hayan debatido ni votado proposiciones de ley y no de ley desde hace tres meses.

A Ignacio Aguado le tocó explicar ayer, tras el consejo de Gobierno, cómo iban a ser estas reuniones sobre la reactivación: estarán la presidenta y él, junto al portavoz del grupo invitado. Aunque el primero en acudir sea Vox, eso no supone ningún trato de favor, afirmó, ya que «las reuniones se hacen en condiciones de igualdad ».

Se les presentará el plan de reactivación con los 30 puntos ya aprobados por el Gobierno regional y se les «explicará cómo se van a aplicar», además de buscar consensos para sacar adelante algunos de ellos, que necesitan mayorías parlamentarias. Se «intentarán buscar puntos comunes entre partidos distintos» porque es un «documento abierto» en el que se admitirán sugerencias y propuestas: «Si hay otras medidas que se puedan incorporar, bienvenidas sean». En todo caso, estas 30 se llevarán adelante porque «el Gobierno no puede parar porque se inicie una ronda de contactos».

Aguado defendió el espíritu de estos encuentros porque son «una mano tendida que busca la colaboración y propuestas y medidas buenas para los madrileños». E insistió en que supone un inicio de etapa, en la «que pueda haber una relación normal con la oposición». Esa imagen «va a contribuir a rebajar la crispación y ojalá podamos sacar de las reuniones algún tipo de compromiso».

El vicepresidente no quiso valorar si este cambio de rumbo —de encuentros multilaterales convocados por él y con mesas de trabajo, a reuniones bilaterales sobre un plan gubernamental abierto a cambios— suponía un triunfo o un fracaso para él: «Estoy muy satisfecho con lo que va a pasar; ojalá diga mucho del Gobierno y de la oposición». En realidad, se puede interpretar que Díaz Ayuso ha impuesto sus tesis , ya que las reuniones serán finalmente como ella planteó. Pero también es cierto que Ignacio Aguado ha llevado a la presidenta a la senda del pacto de reconstrucción, aunque sea en una versión algo descafeinada.

De momento, no se ha fijado un horizonte temporal para estos encuentros: se extenderán «el tiempo que haga falta» . En opinión de Aguado, «hablar con la oposición debe dejar de ser algo extraordinario»; de hecho, concluyó, «cuando los políticos ser reúnen en bandos, los ciudadanos se reunen en bandos, y eso no es política útil».

Un día más, salió al paso de la rumorología acerca de la posibilidad de una moción de censura en la región. Y volvió a rechazarla: «No sé ya cómo decirlo: no vamos a apoyar una moción de censura contra nuestro propio Gobierno». También descartó las elecciones anticipadas y pidió «no seguirle el juego a los amigos de la polarización».

La tensión que se había acumulado en los últimos días entre los socios de Gobierno parece haberse rebajado ayer, tras fijar las reglas del juego que se aplicarán en los encuentros con los grupos políticos de la oposición en la Asamblea. De hecho, Aguado le restó importancia a la «forma» e insistió en fijarse en «el fondo» de la cuestión: el inicio de conversaciones tras haber superado las «reticencias recíprocas» que había entre el Gobierno regional y la oposición y que «no beneficiaban a nadie».