Ayuso denuncia la «cara dura» del PSOE, que con su «rodillo» aplicó un estado de alarma ilegal

Más Madrid, PSOE y U nidas Podemos se chocaron ayer contra el muro que ha levantado Ayuso para desviar a la política nacional cualquier tema que, afectando a la región , tiene una réplica tomando como argumento alguna de las medidas adoptadas por el Gobierno de Sánchez. Cada sesión de control al Ejecutivo de la presidenta popular se traduce en una cascada de reproches contra la bancada de la izquierda.

«Me sorprende que sean ustedes, quienes pusieron a dedazo y por decreto, declarado nulo por el Tribunal Constitucional, el nombramiento de Rosa María Mateo después de arruinar Televisión Española, tengan la cara dura de hablarme del control de un medio de comunicación. Pero hay que tenerla de cemento armado para hablarme a mí de las residencias de ancianos cuando ustedes han bloqueado todas las comisiones de investigación en todas las comunidades autónomas donde gobiernan». Así estallaba Ayuso después de que la portavoz del PSOE, Hana Jalloul, la acusara de «amordazar» Telemadrid y de convertirla en «un instrumento al servicio de su agenda», además de denunciar que «impide el control parlamentario». Una censura con la que aludía a que «no deja saber qué pasó en las residencias en la primera ola de la pandemia, y que es su responsabilidad». La presidenta, esgrimiendo la portada de ABC del jueves, en la que se reflejaba el centro de Madrid vacío durante la pandemia, le respondió: «Esta es la capital de España, así es como han mantenido durante la primera ola, de manera ilegal, al conjunto de todos los españoles, privándoles de todas sus libertades fundamentales».

A continuación, subrayó que si no hubiera sido por la actitud del Ejecutivo que preside, se hubiera mantenido un estado de alarma en la Comunidad de Madrid. «Sin la acción de este Gobierno, la segunda, la tercera, la cuarta y hasta hace dos meses, hubieran tenido así la Comunidad de Madrid porque ustedes, con el rodillo de la Moncloa intentaron, de manera ilegal, volver a aplicar un estado de alarma en esta Comunidad, arruinando a todos los ciudadanos», le recriminó a la izquierda.

Unos reproches que se extendieron a la nueva Ley de Seguridad Nacional, pues «van a expropiar bienes y coartar la libertad de los ciudadanos y me piden consenso cuando todas las leyes que se están tomando desde Moncloa, interesan a todos los madrileños».

Otro de los asuntos de carácter nacional que se abordó en el cara a cara de Ayuso con la oposición fue la crisis en Cuba y la negativa de la izquierda a denominar dictadura al régimen político de la isla. Ayuso le preguntó a la portavoz de Unidas Podemos, Alejandra Jacinto , que «si Cuba no es una dictadura, ¿qué es entonces?». A Mónica García, de Más Madrid, le recordó que «su formación política nació en estas dictaduras y sus líderes se han lucrado en ellas. Ustedes serán de patinete, pero son igual de comunistas».

El e ncontronazo con la izquierda, ya habitual en las sesiones de control, también se traslado al cara a cara con la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, que le interpeló sobre «qué entienden en este Gobierno por 'Gobierno austero'». La líder de la formación de Abascal considera insuficiente la reducción de consejeros, de trece a nueve, porque pensaban que «lo iban a extender a todo el Gobierno, pero vemos que no es así». Y ofreció algunos datos : «Han ampliado a 20 las viceconsejerías y tenemos 59 direcciones generales», señaló.

La presidenta afirmó que «si pasamos de trece consejerías a nueve y si hubiéramos ido a ocho, nos hubieran dicho que habría que haber ido a siete. Da igual lo que hagamos. Cuando no se gobierna, cuando no se tiene la responsabilidad de siete millones de personas, es muy fácil hablar».