El Ayuntamiento paraliza un tramo de obras de Serrano y culpa a la Comunidad

Pocos dudan ya que la reforma total de esta calle se vea libre de un retraso «importante» y que su final no sea en diciembre de 2009, sino que nos metamos en 2010.

Además de colocar dichas vallas, ayer, el Ayuntamiento, a través de su Delegación de Obras y Espacios Públicos, hizo pública su decisión de esa suspensión temporal de las obras de este tramo de Serrano «para realizar la protección y tapado de las catas arqueológicas ya realizadas (la cerca histórica de Felipe IV), y para ejecutar las catas arqueológicas a la entrada del Museo Arqueológico a fin de identificar la infraestructura hidráulica allí aparecida, tal y como ha establecido Patrimonio Histórico Artístico de la Comunidad», informaron fuentes municipales.

Reacción inmediata

¿Cuánto durará la suspensión temporal? No se sabe, a ciencia cierta, aunque los trabajadores de la obra especulaban de mes a mes y medio. Desde el Ayuntamiento se comenta que «no vamos a seguir avanzando. Hay que revisar. No es lógico hacer algo que luego no sirva para nada». Las obras se suspenden debido a «las excavaciones arqueológicas exigidas por la Comunidad de Madrid».

Y la Comunidad de Madrid reaccionó de inmediato. Su director general de Patrimonio Histórico Artístico, José Luis Martínez-Almeida, manifestó a ABC: «No pueden poner un cartel diciendo que las obras se suspenden por culpa de la Comunidad. El Gobierno regional no ordena, que quede claro, ninguna paralización de las obras. Es inexplicable que el Ayuntamiento diga esas cosas cuando sabe, desde que empezaron los hallazgos, que cuenta con nuestra mejor voluntad para que las obras de reforma sigan combinándolas, eso sí, con el respeto a los restos encontrados».

Conservar «in situ»

A juicio de Martínez-Almeida, «hay que tener mala fe para poner ese cartel y en esos términos». Además, el director de Patrimonio Histórico Artístico de la Comunidad de Madrid, señala, como prueba de su deseo de colaborar con el Ayuntamiento, que el pasado martes «nos pidieron sustituir la excavación del Viaje de Agua encontrado por una limpieza interior de esa infraestructura hidraúlica. Accedimos a la petición porque es más sencillo y lleva menos tiempo».

Esta petición -cambiar excavación por limpieza- ha sido confirmada por la Delegación municipal de Obras. Es más, admiten que el cambio «vendrá muy bien» porque una excavación hubiera requerido abrir toda la calle, incluso cortando el tráfico; la limpieza, no.

Desde el Ayuntamiento se recordaba ayer que en la resolución del 10 de julio de Patrimonio Histórico Artístico, se requería al Consistorio «conservar «in situ» la cerca de Felipe IV». Además, se ordenaba «efectuar excavación arqueológica completa del Viaje del Agua aparecido en tal ámbito del proyecto sin que se pueda alterar su estructura» hasta que Patrimonio dictamine su conservación.

En ese tramo de la calle de Serrano, donde está proyectado -y ya iniciado- el tercer aparacamiento subterráneo, han aparecido, como hemos venido informando, dos tipos de restos arqueológicos. Los primeros, restos de una cerca histórica de Felipe IV (algunos autores citan también a Carlos III), al lado justo de la entrada del Museo Arqueológico. Los segundos, restos de un «Viaje de Agua» que, en principio se creyó de origen árabe y que, después, parecen pertenecer a la canalización de un convento agustino en la zona de Recoletos.

La cerca histórica apareció a finales de abril. El 12 de mayo, ABC se hizo eco de ese hallazgo y ya entonces informaba del peligro que iba a suponer para la construcción del tercer aparcamiento, entre Jorge Juan y la Puerta de Alcalá. Prestigiosos arqueólogos han aconsejado «no mover» lo encontrado. Por eso, Patrimonio admite un retranqueo de 1,5 metros en el aparcamiento y no un proyecto nuevo.

Se trata de parte de una «cerca histórica» de Felipe IV, una especie de valla a base de mampostería caliza, sílex y argamasa, que se levantó a partir de 1625 y que constituyó el cinturón higiénico-sanitario y fiscal de Madrid hasta su demolición a mitad del siglo XIX. Era un paso obligado para personas, animales y mercancías desde una de las puertas de entrada a la ciudad, la de Alcalá. Este tramo se encuentra en uno de los «Recintos históricos de la Villa» que parte de la Puerta de Alcalá, recorre Serrano, gira en Colón y enfila hacia los bulevares.