Atocha se queda sin tortugas

La mudanza, coordinada por Adif, se realizó a partir de las diez de la noche, cuando cierra la estación. Durante más de dos horas y media el personal del Centro de Fauna junto a un grupo de profesores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Alfonso X el Sabio, «capturaron» y clasificaron a los ejemplares . Toda la operación se realizó en horario nocturno para «procurar el bienestar de las tortugas y minimizar el estrés que el traslado pudiera provocarles», explicaron desde Adif. Ayer por la mañana, los cuidadores del centro midieron, pesaron e hicieron un control médico a los animales, «para comprobar en qué estado de salud se encuentran», según explicó a ABC el alcalde de la localidad que acogerá a las tortugas, Jaime Peral . En total, Adif ha aportado un total de 50.000 euros para el traslado , reubicación y mantenimiento de los animales, por un periodo de cinco años.

Esta decisión se tomó a raíz de la saturación de galápagos abandonados que se se acumulaban en la estación y que ponía en riesgo la salud de los animales , ya que el estanque estaba diseñado para albergar exclusivamente flora. La mayoría de estos ejemplares eran especies catalogadas como exóticas invasoras , cuya compraventa es ilegal. Por ello, se optó por reubicar a las tortugas en un recinto de 300 metros cuadrados que cuenta con una lámina de agua de 160 metros cuadrados en el Centro de Fauna de Navas del Rey. En él, además de facilitar el acceso a las visitas, ha puesto en marcha una campaña para que las tortugas puedan ser apadrinadas y colaborar de esta manera con su alimentación y cuidados veterinarios. No obstante, el área se encuentra completamente solada con hormigón para evitar que las puestas de huevos queden enterradas y controlar la reproducción de la especie.

Una vez que ya han sido retirados todos los animales, comenzarán las obras para pavimentar el estanque con el objetivo de reconvertirlo en un espacio destinado al desarrollo de «acciones de educación ambiental y difusión cultural». Además, este nuevo espacio podría contar con una zona expositiva permanente en la que se refleje la historia del jardín, la problemática medioambiental del abandono de mascotas y la compraventa ilegal de especies invasoras.