Un apagón en Orusco de Tajuña forzó la caída de los okupas traficantes de ‘maría’

Tiempo atrás, diversas informaciones acerca de la existencia de estos cultivos pusieron sobre la pista a los investigadores. Completadas las pesquisas, los agentes de la Policía Judicial del distrito de Ciudad Lineal, la Unidad de prevención y reacción (UPR), el Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) y los Servicios de Medios Aéreos llevaron a cabo el pasado día 15 tres registros simultáneos en las parcelas marcadas. En ellas localizaron las más de 120 plantas, cuyo peso total superaba los 10 kilogramos, dispuestas en filas con sistemas de ventilación y riego para su cultivo. Además, hallaron diversos útiles para su distribución, entre ellos básculas de precisión, bolsas de envasado y frascos para su almacenamiento.

Pero eso no es todo. También se encontraron grandes cantidades de dinero en efectivo y cuadernos con anotaciones de las ventas, por lo que los cinco arrestados, con edades comprendidas entre los 30 y los 46 años, fueron acusados de un presunto delito contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico.

Para pillar por sorpresa a los traficantes, el Cuerpo Nacional irrumpió en el enclave alrededor de las seis de la mañana. Los moradores del resto de casas se despertaron con el ruido del helicóptero, las furgonetas policiales y hasta los drones empleados para evitar cualquier tipo de cabo suelto. «Hubo un gran revuelo», apuntaba ayer a este diario uno de los testigos, convencido de que antes o después terminaría por entrar el séptimo de caballería. Otro de los sufridos residentes recordaba el citado incendio y señalaba que tras la intervención todos los chalés okupados quedaron desprovistos de los suministros de luz y agua.

Una circunstancia que los usurpadores están tratando de revertir a tenor de la aparición de un supuesto electricista, sorprendido por la Guardia Civil mientras revisaba los contadores quemados. De momento, no hay rastro de nuevos enganches ilegales, lo que no quita que las viviendas continúen habitadas de manera ilegal.

En septiembre del pasado año, este periódico denunció la problemática que se vive en la urbanización de Peña del Tesoro, bautizada en el pueblo con el sobrenombre de ‘El Príncipe’. En ella, todos los adosados, dotados de solárium, un amplio salón, dos baños, patios en los pisos inferiores y dos terrazas por parcela, están okupados. El origen de esta situación se remonta a 2012, cuando las altas pretensiones de la promotora, en una época de marcada depresión económica, dio al traste con el recién terminado proyecto.

El fantasmal aspecto del enclave no pasó desapercibido para el clan de los Cuervos, asentado entonces en el municipio cercano de Ambite. Dos familias forzaron la entrada y comenzaron las noches de insomnio. Pronto, otros miembros del clan descubrieron un lucrativo negocio: revender algunas de las casas por apenas 1.500 euros. El pasado otoño, la enquistada situación echó a la calle a los vecinos afectados. Pedían una solución que hasta la fecha no llega. Ahora, tras esta última operación policial, el Ayuntamiento les ha prometido un último esfuerzo para intentar dar con los legítimos dueños y obtener su autorización a fin de tapiar los inmuebles.