Antonio Zapatero: «¿Semana Santa? En Madrid tenemos 550 pacientes en la UCI, no estoy para festivos»

¿Dónde le pilla esto a Antonio Zapatero cuando empieza, hace un año?

Yo estaba de director médico en el Hospital de Fuenlabrada. Cuando empezó la neumonía esta en China, la verdad es que lo veíamos con distancia. Pero en enero, cuando vimos lo que estaba pasando en Italia, nos empezamos a preocupar. Aquel fin de semana de marzo, en Fuenlabrada tuvimos 3-4 ingresos, y dijimos “bueno, esto es perfectamente aguantable”, había allí un control de 35 camas. Y el fin de semana siguiente, teníamos ya dos controles llenos, 70 pacientes, y no paraban de llegar. Cuando el consejero de Sanidad me llamó el día 20 de marzo, teníamos en el hospital a 300 pacientes ingresados, y aquella tarde, un viernes terrorífico de marzo, teníamos en Urgencias creo que 250 pacientes pendientes de ingreso. Era el infierno de Dante.

¿Su primera reacción cuál fue?

Nos llegó este tsunami terrorífico, y vimos que esto afectaba por igual a todo el mundo, independientemente de las condiciones previas de salud buena, mala o regular, con mayor repercusión de mortalidad en mayores pero veías a gente joven, sana... El primer ingreso en Fuenlabrada fue un chaval de veintitantos años, con neumonía bilateral, y a partir de ahí, lo que ya se ha visto, lo que pasó en marzo y abril, lo que sigue pasando. Fue tremendo; nunca había visto una cosa igual.

¿Ifema porqué nace, a quién se le ocurre?

Nace en el contexto de cómo estaba la situación sanitaria en Madrid, que en aquella época era terrorífica. Si en Fuenlabrada teníamos 250 en Urgencias, en el contexto general de Madrid la media de pacientes de ingreso diario estaba en torno a 2.500-3.000 pacientes, pendientes de cama. Nace porque vemos que se podía hacer algo más. La OMS, en sus recomendaciones de gestión de catástrofes apunta los hospitales de campaña como herramienta. Se intentaron hacer en muchas ciudades de Europa. Londres planteó un hospital de 4.000 pacientes; sólo atendieron a 40. Aquí se decidió hacerlo, y se hizo.

¿Cuál fue su primer contacto con Ifema?

Llegué allí un sábado de marzo por la mañana, recuerdo que hacía un frío en Madrid... Había salido del hospital de Fuenlabrada a las nueve de la noche el día anterior, y veías que aquello era una cosa que te asustaba: era una enfermedad nueva, que tenía una repercusión tremenda, que la gente se moría; todos teníamos miedo de lo que estaba pasando. Llegué al pabellón 5, que fue el primero que se puso en marcha... estaba un grupo de gente poniendo camas, había como 12 camas puestas, y pensaba yo: “¿Y aquí se quiere montar un hospital de mil y pico pacientes?”. Bueno, pues esa misma noche llegaron ya 28 pacientes. Ese sábado fue espectacular, fue un día tremendo, no había nada allí para comer, no sé cómo se organizaron... en cuatro días, teníamos ese pabellón con 350 pacientes.

Se hizo.

Se hizo; llegaron autobuses de autoescuela, de la EMT, con cincuenta en fondo, y se hizo, y salió bien. Refleja eso el esfuerzo de mucha gente. Allí no nos conocíamos mucho; como íbamos con mascarillas, nos mirábamos a los ojos y la gente pensaba que se podía hacer algo más. Eso era el “espíritu del Ifema”, que es un nombre mío, reivindico su copyright: allí había problemas pero sobre todo había soluciones. No había un mal gesto, una mala cara … Cuando yo paso por la UCI del Zendal, me digo, “la madre de Dios, ya nos habría gustado tener esto en el Ifema”...

También tuvo críticas, aunque menos que el Zendal.

Pero es que pasaron por allí casi 4.000 ciudadanos, en siete semanas, y se fueron a casa todos menos 16 que fallecieron... se critica todo, pero cuando llegó el responsable de la OMS, Bruce Awlward, ese hombre alucinó. Llegaron televisiones de toda Europa; los países más avanzados de Europa no se creyeron lo que estábamos haciendo. En este país se critica todo, pero lo que se hizo allí fue una cosa espectacular. Es que la gente se estaba muriendo en los pasillos de los hospitales, y cuando llegaban allí, los pacientes, se iban encantados de la vida.

Madrid ha sido pionera en muchas cosas en la guerra contra el Covid.

Si, como el tema de los antígenos, que es otra historia fantástica de Madrid. En verano, durante muchas semanas, me reuní con todos los jefes de Microbiología de Madrid, que son excelentes. Lo que pasaba en verano es que la única prueba que teníamos para hacer el diagnóstico era la PCR, y teníamos problemas de suministro de reactivos de PCR no sólo en Madrid, sino en toda España y toda Europa, porque había una avalancha de casos en la segunda ola. Y luego además, la PCR desde que te la hacían hasta que te daban los resultados pasaban varios días. En una enfermedad tan contagiosa como esta, cualquier tiempo que pierdas es malo. En cuanto se aprueban los antígenos, en julio, hablamos con los proveedores, y fuimos por delante de todos. El test de antígenos para sintomáticos es un tiro, pero es que además en asintomáticos, te pilla a la inmensa mayoría, el 98 por ciento, de los asintomáticos que tienen cargas virales infectivas. Un paciente va a Atención Primaria y en 15 minutos se va con su resultado. Nos criticaron pero luego todo el mundo ha tirado de los antígenos, y a nivel internacional la experiencia que hay es tan potente... fue un acierto.

Pero sólo han ido a hacerse las pruebas un tercio de los convocados, en las zonas de cribado

Se juntan muchas cosas, también que el que te saquen un test positivo tiene repercusiones, porque tienes que hacer cuarentena. Pero ayer mismo vimos los datos y estamos cerca de haber hecho 900.000 test en Atención Primaria. Y hemos sacado de la cadena de contagios a 4.600 personas. Es la mejor inversión coste-beneficio para controlar las transmisiones.

Otra cosa que se ha inventado Madrid son los confinamientos por zonas básicas de salud.

Eso hay que debérselo a la directora general de Salud Pública, la doctora Elena Andradas. En aquellas semanas duras de septiembre, cuando lo que estaba pasando se nos vino encima, probablemente se hizo una desescalada rápida en verano y el crecimiento de casos que hubo en Madrid y en más sitios fue explosivo... Había un famoso ladrón de bancos americanos, que se llamaba Sutton, y un policía le preguntó : ¿Usted porqué roba bancos? Y el respondió: “Porque es donde está el dinero”. Por eso las ZBS: decidimos que si tienes un grupo de población que puedes acotar por ZBS y si ese grupo puede suponer el 30 por ciento de la infección, y si eres capaz de acotarlo, probablemente la repercusión que va a haber se va a controlar. Este medio se ha hecho en otros sitios del mundo y también ha ido bien.

Y además, permite no cerrar Madrid.

El sábado, cumpliendo toda la normativa, hice mi deporte por la mañana, fui a comer a una terraza, éramos seis personas; me di un paseo por el parque y luego fui al teatro. Ves que Madrid tiene vida, y mantiene cierta actividad económica. Mira, en la primera parte de los periódicos, todos dicen lo que Madrid hace mal porque somos muy laxos, y en la segunda parte del periódico se critica que hay 4 millones de parados. Haber sido capaz de conjugar y no enfrentar las dos partes... Mi otra dedicación es el tenis, teníamos que ir a jugar el Campeonato de España de Veteranos a Barcelona, pero el club, de primer nivel, tiene la actividad cerrada.¿No dejar a la gente hacer deporte al aire libre tiene sentido en plena pandemia? Madrid ha tomado medidas que se han aquilatado bastante a la realidad de dónde estaba la transmisión, y la gente ha podido hacer una vida bastante normal. Y ahora vemos ya la luz, las vacunas tienen que ser una solución, ojalá llegasen muchas más.

¿Ha habido muchas presiones políticas en ese equilibrio entre salud y economía? ¿Ha tenido que dar algún puñetazo sobre la mesa?

Bueno, es que aquí opina todo el mundo: el de Economía, el de Cultura, el de Deportes; todo el mundo opina, y hay que tenerlo en cuenta. Pero en estos meses que llevamos, el criterio de la Sanidad es el que se ha ido imponiendo; no ha habido que enfadarse. Pero yo solo soy un viceconsejero, por encima está el consejero, y la suerte que tiene Madrid de tener este consejero, Enrique Ruiz Escudero, que tiene una capacidad de trabajo que me abruma, y que cuando la cosa está mal, siempre está para echarte una mano. Algún día se le reconocerá.

¿Cuando escuchaba «salvar la Navidad», le daban escalofríos?

Eso, como lo de «salvar la Semana Santa»... bueno. La Navidad tiene una significación familiar muy especial en este país, y tampoco puedes ir peleando contra lo que es así. En Madrid primero hicimos un planteamiento para esas fiestas un poquito más laxo: mantener grupos de 10 personas. Pero cuando vimos que la cosa estaba subiendo en diciembre, lo limitamos a 6 personas, había toque de queda, la comunidad estaba perimetrada, había límites de aforo … son medidas que eran importantes. Pero es verdad que lo que luego vimos fue que la agrupación de personas para este virus es tremenda. Y ya estaba apareciendo la cepa británica: vimos que habíamos limitado a dos núcleos de convivientes en las reuniones y, siguiendo esos brotes, había hasta cuatro grupos de convivientes infectados por el mismo brote. Yo mantengo que si se hubiera cumplido la normativa desde que hicimos la primera modificación de la norma en julio, de todo lo que cambiamos en aforo, distancias, etc, seguramente la evolución de la pandemia no sería la que ha sido.

¿En Semana Santa qué va a pasar en Madrid?

No lo sabemos. De momento, el jueves hay una comisión de Salud Pública en la que se va a empezar a hablar de un programa común. Esto no es fácil, no viene con manual de instrucciones. Lo que sé es que tenemos 550 pacientes en la UCI, y con eso, no estoy para aspectos festivos. Igual es un mensaje que la población no entiende, y tienen derecho a tener vacaciones, pero tal y como estamos en Madrid hoy, con 550 personas en las UCI, yo no estoy para eventos festivos. Madrid mantuvo el viernes pasado toque de queda y restricciones durante dos semanas, y habrá que ver la evolución de Madrid estas dos semanas y luego decidiremos. Ahora mismo, con la situación que tiene Madrid, cuando la gente se agrupa, crecen los casos. Dentro de un mes no vamos a estar mucho más inmunizados de lo que estamos ahora; por lo tanto, si hay casos, podemos repetir lo que ha pasado en la tercera ola. Ingresos, sufrimiento y muertos son cosas que, si podemos evitarlas, las evitaremos.

Entonces, lo de las fiestas de fin de semana, ¿cómo lo ve?

Procuro no ver las noticias porque ya hasta me enfado. Cuando veo que este fin de semana, con 550 personas en la UCI, tengo 500 fiestas ilegales, lo que me dan ganas es de decir cosas que no debo en una entrevista. ¿Cómo es posible que haya 550 personas en la UCI muriéndose o peleándose por seguir vivos, y haya gente que se dedique a hacer fiestas?

¿Eso es culpa de quien organiza las fiestas o de quien no vigila convenientemente que se cumplan las normas?

No lo sé, siempre hemos pedido a la Delegación del Gobierno que sean más estricto en el control de esos eventos. Seguro que ahí se producen infecciones: decenas o cientos de personas, y sin mascarillas, seguro que hay contagios. El cumplimiento de la normativa nos preocupa. Cuando los veo, cuando me pasan el parte de fiestas ilegales del fin de semana, digo «no me lo puedo creer».

¿Qué le diría a un negacionista?

Ayer estuve en la Unidad de Cuidados Intensivos, y en la de Cuidados Respiratorios Intermedios del Zendal; le llevaría conmigo; y se le iban a quitar las ganas de decir tonterías. Cuando tú ves gente como la que yo vi en la UCI del Zendal, que alguno tendría 40 años, que está peleando por no morirse, seguramente ese negacionista, si no cambia de opinión es que no tiene sustancia gris para hacerlo.

¿Entiende que se convoquen manifestaciones el 8-M?

Las manifestaciones de cualquier índole, en el contexto epidemiológico actual supone un factor de transmisión de riesgo y por ello un peligro innecesario para la salud de todos los ciudadanos, y ademas una posible sobrecarga del sistema sanitario.

El temporal Filomena ¿fue un pequeño confinamiento que nos vino bien?

Es una cuestión a la que dimos muchas vueltas. Es verdad que nos confinamos,pero también que agrupamos mucho a las familias. El efecto Filomena no tengo claro si fue favorecedor o nos perjudicó. Seguimos creciendo después, ¿pero más o menos por Filomena? De verdad que no lo sé.

¿Cómo van las vacunaciones?

Madrid ayer puso 35.746 vacunas, y eso sin poner una vacuna en un hospital público ni privado, ni mutua, y sin ningún dispositivo que no sea el Zendal y el Wanda. Más el trabajo que está haciendo Atención Primaria, que es excelente, por ejemplo con los mayores de 80 años. Si ponemos ese nivel de vacunas sin forzar la máquina, y sin usar todos los recursos, Madrid podría poner el doble sin ningún problema.

¿Veremos también vacunar en aparcamientos, desde el coche?

Eso es muy televisivo. Pero vi la estructura organizativa del Zendal, y la del Wanda igual, pero la primera es espectacular: desde el registro inicial a la vacunación, a los sillones donde esperar 15 minutos vigilado: y con 900 vacunas a la hora...

¿Las cepas están controladas o descontroladas?

Las cepas que están en Madrid algunas están ya al 50-60%, pero la duda que tengo es otra. No me cabe duda de que la cepa británica es mucho más transmisible, pero también hay que reconocer que la caída de la tercera ola ha sido mucho más en pico que en la segunda ola con cepa británica. Quiero ver en qué acaba esta cepa. Me parecen más preocupantes la sudafricana, porque en la vacuna de AstraZeneca el porcentaje de fallo es mayor; y la brasileña, porque en una mutación condiciona que la utilidad de la vacuna sea menor. Pero en la británica, que en algunas zonas de Madrid ya es la predominante, tanto en el comportamiento clínico como epidemiológico como de vacunas, quiero pensar que no va a preocupar tanto como parecía hace dos meses. Es una impresión mía personal y compartida con el Ministerio de Sanidad.

Hay una convocatoria de huelga en la Atención Primaria. ¿Cómo la ven desde este despacho?

Muy preocupados; en el escenario en que estamos ahora, no interesa que haya ninguna huelga. Mi afinidad con la Primaria es notable desde el punto de vista profesional. La labor de la Primaria en la pandemia es básica, es un elemento pivotal en el sistema de salud. Y la consejería ha hecho un esfuerzo para ponerle un plan a la Atención Primaria que está dotado de recursos humanos y dinero. Hay que llevarlo adelante y cumplir con los compromisos que se adquirieron al último trimestre del año pasado en remuneración y plantilla. Hay un absoluto reconocimiento de la consejería a la Atención Primaria; espero que de aquí al día 10, en que está convocado el paro, haya margen para que se hable y se reconduzca. No estamos en Madrid para huelgas, y entiendo que los compañeros de Atención Primaria son los primeros que son conscientes de esa situación.

¿Duerme bien?

Algunos días no; algunos días me despierto a las 4 de la mañana y estamos dándole vueltas a la cabeza. No, no, esto te mete mucha presión. Lo que haces repercute en la vida de las personas, y cuando la situación asistencial se complica, yo sigo siendo médico, y voy a los hospitales y como médico lo que pretendes es que la atención sea buena. Cuando ves que esto sube...

¿Lo vamos a superar?

(Tajante) Sí. Nos va a llevar tiempo, ¿vale? No va a ser tan inmediato. Pero la Humanidad ha salido de pandemias. Recomiendo leer el libro de Laura Spinney, 'El jinete pálido', que lo leí hace cuatro meses, y si hace cien años, con la situación que había del saber de la ciencia, se salió de aquello, se saldrá de esto seguro. La ciencia nos va a sacar de esto seguro. Pero espero que de esto aprendamos para que no se repita más en el futuro. Desde el punto de vista de desarrollo vacunal se ha avanzado mucho, pero no desde el punto de vista terapéutico: igual que en el VIH fue al revés, no se pudo sacar una vacuna pero se sacan fármacos con los que el paciente de VIH ahora es un paciente crónico, con el Covid-19 está costando encontrar un antiviral que sea capaz de controlarlo. Pero si a mí me cuentan el año pasado en esta semana de marzo, cuando empezaban a llegar a los primeros pacientes a hospitales, que un año después tendríamos vacunadas en Madrid a más de 500.000 personas, no me lo hubiera creído. La ciencia nos va a sacar de esto seguro. Pero también hay que tomar medidas de cautela: cuando viajábamos a Asia hace años y veíamos a la gente con mascarilla y nos parecía que estaban locos, a lo mejor la mascarilla se queda con nosotros una temporadita más. Pero de esta salimos seguro.