Ángel Antonio Herrera - Cartas a la alcaldesa

La acera

No voy a hacerle aquí el mapa de desperfectos de acera, o de calle, en general, pero Madrid tiene demasiado pavimento agrietado, demasiada acera desportillada, demasiada avenida con susto de casi avería

27/12/2017 a las 01:19h.

Estamos a tres ratos de que vaya Mecano, y cante en Nochevieja eso de «otra vez el champán, y las uvas, y el alquitrán de alfombra están», que es un villancico cruzado de canción de verano. Y a esto iba yo, alcaldesa. A desearle felices uvas, sinceramente, y feliz champán, y de paso a comentarle que «el alquitrán de alfombra» está, aunque no tanto. Quiero decir que el alquitrán está en Madrid, pero lo de alfombra es un alarde metafórico, porque las calles son un prodigio de baches, así en general.

No voy a hacerle aquí el mapa de desperfectos de acera, o de calle, en general, pero Madrid tiene demasiado pavimento agrietado, demasiada acera desportillada, demasiada avenida con susto de casi avería . Sabe usted, alcaldesa, que las quejas del peatón se ahíncan, por mayoría, en la limpieza y en el pavimento, un pavimento que, en efecto, algo se mejoró, durante el año pasado, mayormente la zona centro, que es la que ven los turistas. Las cosas como son. Pero hay un itinerario de afueras, una órbita barrial en la ciudad, que vive bajo la indiferencia o desidia en la reparación o el parcheo, y ahí hay tantas queja como cansancio, o resignación. O cabreo.

No se nos escapa que es difícil la puesta al día de toda la zona pública de una ciudad desperezada, añeja, y sucia , como Madrid. Pero procede ir poniendo próspera de alquitrán la Villa y Corte , porque el alquitrán es el maná que a menudo nunca llega. Supongo, alcaldesa, que puede usted pretextar que Madrid no se mejora de aceras, o calles, en un día, y que eso exige un potosí que no tenemos, a pesar de que Rita Maestre nos pusiera muy contentos, no hace tanto, soltando la primicia alegre de que «aquí hay muchísimo dinero», cuando Montoro obligaba. Lo supongo, igual que puede usted suponer que Madrid tiene un catálogo muy ameno de grietas o socavones, incluso, que son las postales contrarias a las postales del cielo de la calle Alcalá, cruce con Gran Vía. Conviene ponerse al tajo. Feliz año, jefa.

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