El Ayuntamiento de Madrid estudia reabrir las partes ya accesibles del Retiro tras el azote de Filomena
ABC accede al histórico parque donde el temporal dañó 11.000 de los 17.400 ejemplares. Cerca de un millar tendrán que ser talados. Los 150 operarios que trabajan desde hace tres semanas en el recinto han habilitado ya el 60% de las 118 hectáreas

La estatua del Ángel Caído ejemplifica el límite entre el bien y el mal y en El Retiro estos días también marca la frontera entre la catástrofe y la recuperación de la vida. Filomena azotó con fuerza cerca de 11.000 de los 17.400 árboles ... del parque más emblemático de Madrid. Las ramas dañadas se contaron a miles tras el temporal más fuerte que ha sufrido la capital en el último siglo. Cerrado desde hace más de tres semanas, un equipo de 150 operarios, entre la plantilla municipal y la contratación extraordinaria, trabaja sin descanso para rehabilitar este singular pulmón de la ciudad. ABC ha recorrido el recinto, de 118 hectáreas, en el que cerca del 60% de su superficie ya se ha acondicionado. El Ayuntamiento de Madrid calcula que tardará meses en revisar todo el arbolado, pero estudia abrir de forma parcial las áreas ya examinadas y accesibles.
Basta permanecer cinco minutos en cualquiera de sus accesos para comprobar el interés de los madrileños por volver al lugar que también consideran su casa. Ciclistas, corredores y viandantes se acercan de forma constante a preguntar a los agentes de seguridad. «¿Está cerrado? ¿Y sabe cuándo volverán a abrirlo?», es la cuestión más demandada.
«La idea que se está barajando es abrir partes del parque, no todo de golpe. Ahora mismo estarían accesibles la zona del Estanque Grande y todo el eje que hay desde la puerta del Ángel Caído hasta la calle de O'Donnell . Habría que ver cómo se baliza y si tiene que ayudar la Policía Municipal a controlar los accesos. Es una idea que se está estudiando, pero en esas partes ya se dan las condiciones de accesibilidad», cuenta a ABC el subdirector general de Parques y viveros del Ayuntamiento de Madrid, Santiago Soria, que arroja un halo de esperanza tras la devastación que supuso el cúmulo de nieve, hielo, viento y temperaturas bajo cero para el patrimonio verde de la ciudad. «Eso sí, para tener todo El Retiro pueden quedar meses», advierte el experto del Área de Medio Ambiente y Movilidad.
El escenario del parque ahora nada tiene que ver con el de las primeras semanas. Las praderas de la zona del Estanque Grande ya están despejadas de ramas y hojarasca. En algunas esquinas aparecen apiladas las ramas ya taladas que después serán llevadas a las plantas de compostaje de Migas Calientes (Casa de Campo) o de Valdemingómez . Entre todos los parques de Madrid, llegan cada día cerca de 500 toneladas de restos orgánicos retirados de las zonas verdes de la ciudad. Los árboles caídos, los que no se podrán salvar, volverán al sitio donde nacieron, tendrán una segunda vida dando alimento a otros ejemplares. Aunque el daño ha sido importante en El Retiro, la concejalía que dirige Borja Carabante (PP) calcula que los ejemplares que tendrán que talar no llegan a mil, el 10% de los perjudicados por el temporal. «Los cálculos más pesimistas apuntan a que habrá que talar un millar, pero creemos que serán menos», apunta Soria.
El primer paso tras el temporal fue quitar todas las ramas y abrir caminos seguros para que pudiera entrar la maquinaria y el personal con seguridad. «Fue lo más difícil, porque había mucha nieve y ya estaba helada, lo que complicaba todas las tareas», explica. Una vez superada esa fase, el reto es bajar todas las ramas dañadas en las copas o que amenazan con caerse. Apoyados por diez plataformas elevadoras, diez camiones y decenas de pequeñas máquinas, los operarios combinan la poda en altura con la recogida de los trozos talados.
Los jardineros que escalan los troncos, que a veces alcanzan los 30 metros de altura, ejecutan el serraje en un ejercicio de equilibrio y destreza que se asemeja al de un arriesgado número de una compañía circense. «Trabajar con una motosierra a esa altura es una tarea compleja y peligrosa, los operarios tienen que ser muy habilidosos», destaca Soria. La zona que aún queda por despejar de ramas peligrosas es la del meteorológico y el talud del tramo final de la calle de Menéndez Pelayo. «Empezamos por las zonas que son más visitadas, como la zona del estanque y los restaurantes o la biblioteca», subraya el experto, que destaca que ningún monumento del parque ha sido víctima del temporal. El mirador de Alfonso XII , el Palacio de Cristal y el de Velázquez están intactos. Solo la estatua de Hércules ha resultado dañada de forma leve tras el impacto de un árbol.
De las 80 especies que alberga El Retiro, los pinos piñoneros y los cedros, al tener más hojas y copas aparasoladas, son los más devastados por el temporal. También los eucaliptos y los aligustres, porque no están preparados para un clima tan extremo. El objetivo de Medio Ambiente es replantar en un plazo de dos meses con castaños, tilos, pinos, falsas acacias, almeces y olmos resistentes a la grafiosis . Las especies invasoras o venenosas que tengan que talarse serán sustituidas por este tipo de ejemplares más adecuados al entorno.
Filomena ha arañado algunas ramas del «Ahuehuete» , el árbol más singular y longevo de Madrid, pero sus hojas color rojizo aún destacan y engalanan los jardines del Parterre. La nevada más fuerte en cien años no ha podido con su robusta trayectoria. Se calcula que podría tener más de 450 años. La historia de supervivencia de este ejemplar único ilustra el estado actual del parque histórico que lo acoge: « El Retiro se ha dañado, pero sigue muy vivo y va seguir siendo uno de los más bonitos de Madrid », destaca Soria, mientras señala los almendros, situados en el jardín junto a la estatua del Ángel Caído, que volverán a florecer en primavera.
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