La 'ley mordaza' supera la ponencia enquistada y sin garantía de aprobarse

ERC y Bildu, socios habituales del Gobierno, se oponen a aprobar la proposición de ley del PNV si se mantienen las sanciones por falta de respeto y desobediencia a los agentes, el uso de pelotas de goma como material antidisturbios y las devoluciones en caliente de inmigrantes en las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla. En esos cuatro aspectos no hay entendimiento, pero, pese a que los separatistas amenazan con tumbar la ley, este miércoles los partidos decidieron concluir los trabajos de la ponencia tras cuatro reuniones y remitir el texto a la Comisión de Interior.

El paso es clave porque en comisión los debates son ya públicos y se debe votar el dictamen. En caso de ser rechazado, la ley decae y no llega al Pleno del Congreso. La decisión adoptada este miércoles en ponencia es, por tanto, una patada hacia delante. Aunque parlamentariamente avance la tramitación, nada asegura la aprobación de la reforma. Las posiciones de las formaciones partidarias de su modificación siguen enquistadas.

En la reunión de la ponencia, se debatieron tres enmiendas de PSOE, Unidas Podemos y PNV sobre pelotas de goma, desobediencia y faltas de respeto, y una cuarta que solo firmaban los dos últimos sobre devoluciones en caliente. Las cuatro fueron rechazadas por ERC y Bildu, pero fuentes socialistas apuntan ya que se recuperarán en la Comisión de Interior para intentar negociar un pacto.

Los separatistas mantienen vivas enmiendas para suprimir las multas por desobediencia y faltas de respeto, y exigen también que no se empleen pelotas de goma ni se permitan devoluciones en caliente. PSOE, Unidas Podemos y PNV planteaban este miércoles un estudio para establecer un protocolo en el uso de material antidisturbios y que sean infracciones leves las faltas de respeto con «expresiones o actos relevantes», pero sin que pueda ser sancionable «el respetuoso ejercicio de la libertad de expresión». En el caso de la desobediencia, añadieron que deba ser «manifiesta» y que en la resistencia a la autoridad deba haber «oposición corporal».

Estos matices, una discusión semántica para el PSOE, una puerta a la subjetividad para ERC y Bildu, siguen siendo insuficientes para los independentistas. La republicana María Carvalho Dantas recordaba este miércoles por la mañana, a la salida de la sala Peces-Barba, que el setenta por ciento de multas en aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana se imponen por falta de respeto o desobediencia a los agentes.

Este miércoles por la mañana, poco después de conocerse el acuerdo entre el Gobierno autonómico catalán de ERC y el PSC para los presupuestos regionales, los republicanos accedían en Madrid a dar carpetazo a la ponencia de la 'ley mordaza', en connivencia con las intenciones del PSOE. Dantas aseguró que esa decisión, que ERC desvincula del pacto en Cataluña, no acerca el 'sí' republicano a la norma.

Jon Iñarritu, de Bildu, advirtió que la coalición 'abertzale' no se conformará con «mejorar un poco» la ley, pese a la presión de PSOE y PNV, que recuerdan una y otra vez que si la norma decae, continuará vigente la aprobada por el PP de Mariano Rajoy en 2015; esa que la oposición de entonces prometía «derogar».

Mikel Legarda (PNV), Enrique Santiago (Unidas Podemos) y David Serrada (PSOE) adoptaron al término de la ponencia un discurso mucho más posibilista que el de ERC y Bildu, pero evidenciaron también que aún queda camino por recorrer. Serrada expresó que debe buscarse el «equilibrio» entre los derechos y libertades de los ciudadanos y la seguridad jurídica de los agentes. PP, Vox y Ciudadanos, por su parte, rechazan las modificaciones planteadas.

Fuentes socialistas expresan que su idea es llevar el debate a comisión «cuanto antes» para que, en un sentido u otro, el asunto se zanje ya este febrero. La intención es que la Mesa de la Comisión de Interior se reúna la semana que viene para fijar fecha. Después, quedará todo visto para sentencia.