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Los viejos barcos de Ulises

El tamaño de la gesta de un ser humano lo determina no su miedo, sino su desesperación

Karina Sainz Borgo

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Pasaron once días escondidos en la pala del timón de un petrolero, apenas a medio metro sobre el mar. Si esto es verdad, los hombres que llegaron a Canarias desde Lagos (Nigeria) fueron carne de desesperación o milagro. El tamaño de la gesta de un ... ser humano lo determina no su miedo, ni su valentía, sino su desesperación. Siglos después, los hombres y las mujeres siguen librando una guerra perpetua en el Mediterráneo.

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