La jura de bandera, un compromiso con España al alza
En los últimos diez años se han triplicado los civiles que han plasmado su compromiso con España participando en una jura de bandera civil
Jura de bandera de Felipe Pulido en el Alcázar de Toledo en 2018
Una soleada mañana de octubre de 2018, Felipe Pulido, con solo 27 años, selló su compromiso con España en el patio del Alcázar de Toledo. Como él, más de 100.000 personas han participado en una de las juras de bandera civiles organizadas ... por el Ministerio de Defensa en los últimos diez años.
La Princesa Leonor protagonizó hace escasas semanas la jura de bandera más mediática de los últimos tiempos. Lo hizo como alumna cadete de la Academia General Militar de Zaragoza junto a sus compañeros, pero el beso a la bandera no está limitado a los miembros de las Fuerzas Armadas, cualquier persona que lo desee puede comprometerse públicamente con la Nación y con todo lo que ella representa en una celebración organizada por los Ejércitos o la Armada.
«¡Españoles! ¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, con lealtad al Rey y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España?». Con estas palabras, el jefe militar correspondiente da comienzo al acto civil de juramento, a lo que los ciudadanos deben contestar con un rotundo y unánime grito: «¡Sí, lo hacemos!». A continuación uno a uno deposita un beso sobre la enseña nacional como símbolo de su compromiso con España.
Felipe Pulido recuerda con emoción este momento. «Es una forma de comprometerte con tu país, de reafirmar el compromiso como españoles, su defensa y lo que significa». Fue con amigos de su pueblo, de la provincia de Toledo, y aprovecharon una jura extraordinaria que se organizó con motivo del 175 aniversario de la bandera. «Además en el Alcázar, un lugar muy significativo», recuerda con su foto besando la enseña aún en su perfil de WhatsApp cinco años después.
Más reciente lo tiene Rocío Tarlea. Ella participó el pasado mes de junio en una jura organizada por la Guardia Real y presidida por el mismo Felipe VI. El entorno, los militares vestidos de gala, el Rey… todo fue «muy emocionante y bonito». Pero más allá de la estética, Tarlea vivió el día como la constatación del compromiso con España que ya había adquirido al aprobar unas oposiciones. Hija de servidores públicos y ella misma funcionaria del Estado como letrada del Consejo de Estado, cree que la jura no significa nada muy distinto de lo que ya lleva haciendo durante toda su vida profesional. «Fue ratificar algo en lo que ya creo y con lo que ya estaba comprometida».
Con este compromiso, aleja el gesto de «histrionismos» o «cuestiones políticas» y reivindica una «visión moderna y contemporánea de lo que significa servir a tu país». Así intenta educar a sus hijos, en el amor a España y respeto a sus instituciones, que no significa ausencia de espíritu crítico, deja claro. Tarlea preside una asociación de diplomados en altos estudios de la defensa nacional (Adalede) y fue en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden) donde se planteó por primera vez la posibilidad de jurar bandera, tras escuchar a una compañera revelar que le parecía exagerado el compromiso de dar tu vida por el país. Fue entonces cuando reflexionó sobre las consecuencias del acto y meses después volvió a su mente y decidió dar el paso. «Pensé que por qué no. Yo ya estoy comprometida con mi país como un civil lo puede estar, siendo funcionaria pública. Y en el acto de jura se nos explicó el compromiso con esta idea de querer a tu país y trabajar por él cada uno en su ámbito profesional y personal, nada distinto de lo que ya estaba haciendo».
El dato más alto, en 2018
Los civiles que quieran jurar bandera solo deben cumplir tres requisitos: tener cumplidos los 18 años, estar en posesión de la nacionalidad española y no haber sido declarados incapaces por una sentencia judicial firme. A partir de ahí, el Ministerio de Defensa ofrece un listado de las juras previstas y solo pide rellenar un formulario para sumarse a una de ellas. Esto es lo que hicieron 6.637 personas en 2013 y más de 19.000 en 2022. Pese a haberse triplicado la cifra, el número de jurandos ha sido oscilante en esta década. Su punto máximo llegó en el año 2018, cuando 19.884 personas sellaron su compromiso con España. Fue justo después del año más convulso en Cataluña, con la declaración unilateral de independencia, la aplicación del artículo 155 de la Constitución y la convocatoria de elecciones autonómicas, aunque lógicamente no hay ningún registro del motivo que llevó a esos casi 20.000 españoles a besar la bandera.
Quien sí confiesa que la situación política está detrás de su decisión de participar en una jura civil es Carmen Gras, catalana de origen aunque afincada en Madrid desde hace más de una década. Tiene previsto hacerlo próximamente con el Ejército del Aire, con el que tiene vínculos cercanos, y cree que la jura de bandera es algo que deberían realizar todos los españoles. Gras asegura estar «muy orgullosa» de ser catalana y precisamente por eso el «tema político» está detrás de su decisión como demostración de su amor a la bandera española.
«Es una manera de demostrar que amo a mi país, un acto público que todos los españoles tendríamos que hacer, un tema social, civil,...». La posibilidad de jurar bandera llevaba muchos años en su cabeza, pero más aún desde que la situación política de Cataluña se recrudeció. Carmen Gras tiene familia y amigos en Madrid y en Barcelona y a través de sus ojos ha ido también comprobando el deterioro de la convivencia, algo que lamenta. «Es un tema político para mí, para mi familia, mis amigos y mi país», apunta a la espera del día, al que tiene previsto acudir junto a una amiga con la que después compartir una celebración familiar.