Audiencia nacional
Juicio a los Ángeles del Infierno: «Nunca en mi vida he estado en una asociación de moteros»
El supuesto líder de la facción asentada en Mallorca se desvincula de las sociedades que le involucran en la trama y su número dos reniega de los motoristas
Frank Hanebuth respondiendo sobre las fechas a preguntas de su defensa
Turno para la declaración de la decena de acusados en el juicio a la facción balear de los Ángeles del Infierno que no han querido pactar con la Fiscalía los términos de la acusación. Este martes, tras el debate de las cuestiones previas, ha comenzado ... la comparecencia de los acusados de liderar esa supuesta organización criminal, que apostando por los monosílabos y aceptando contestar únicamente a sus defensas, se han venido a desmarcar de unos hechos por los que se juegan más de una década de cárcel.
En el caso de Frank Hanebuth, al que Anticorrupción apunta como fundador y líder del capítulo de los Ángeles del Infierno en Palma de Mallorca, esa ha sido la estrategia. Media docena de preguntas de su defensa, incluidas las fechas de militancia en la organización y que ha contestado fijando la vista en la palma de su mano.
La facción «se abrió el 7 del once de 2009 y se cerró el once del dos de 2011», según ha recitado. En eso sí coincide con el escrito de acusación, que habla de una disolución a principios de 2011 por tensiones internas pese a la cual, buena parte de los acusados habrían seguido desarrollando actividades delictivas al menos, dos años más. Él, en 2012 y 2013, fue a pasar «todas las vacaciones» a Mallorca, pero su residencia, como sus impuestos, están en Alemania, donde se dedica a «empresas de seguridad y a la gastronomía».
Su defensa, que había aportado en las cuestiones previas la hoja de antecedentes penales de Hanebuth para acreditar que carece de ellos, se ha centrado en este punto y en las propiedades en España, que son las que articulan para la Fiscalía su nexo económico con la presunta organización criminal. Ha negado tener relación laboral con el resto de los acusados, como también ser propietario de un inmueble junto a su supuesto lugarteniente, Paul Engelke.
Las videoconferencias
Y él había declarado poco antes a preguntas también de su letrada, exclusivamente. Lo hacía cigarro en mano, conectado por videoconferencia y con su mujer, también acusada, sentada a su lado. De hecho, cuando le ha tocado a ella declarar, la presidenta del tribunal le ha ordenado que se apartase de la pantalla. Se le estaba escuchando susurrarla cuando iba a contestar.
No ha sido la única escena poco común en esta sesión de juicio oral. Tenían que identificarse ante el tribunal y han sido emplazados a mostrar sus carnets de identidad ante la cámara, cosa que han hecho no sin cierta dificultad, hasta que eran legibles sus datos personales. En la pantalla de al lado, otro acusado que se ha visto venir el mismo requerimiento y ha hecho lo mismo con su documento. El juicio, cabe recordar, se retransmite por el canal de Youtube de la Audiencia Nacional.
La videconferencia del supuesto número 2 de la organización
Y Engelke, dentro de la brevedad, los problemas de sonido, la traducción y el cigarrillo, se ha extendido algo más que Hanebuth en su declaración. Ha sido para negar que conozca de nada a Daniel Hartmann, el hombre al que supuestamente habrían ordenado lesionar y amenazar los Ángeles del Infierno para amedrentarle y que pagase la deuda contraída con un tercero.
También ha dicho que toda la propiedad en liza, Son Paraíso, la compró su mujer para el hijo que tienen en común y que allí Hanebuth no es propietario. En cuanto a los terrenos en Costa Rica hallados a su nombre procederían del regalo de «un buen amigo que ya falleció», no de las actividades de los Ángeles del Infierno. En cuanto a su adhesión al grupo, por cierto, ha negado la mayor: «Nunca he estado a lo largo de mi vida en ninguna asociación de motoristas».
Más breve ha sido Abdelghani Youssafi, hermano de uno de los 35 acusados -el último esta misma mañana- que han alcanzado acuerdos con la Fiscalía y que se ha limitado a negar haber formado parte de una organización criminal, haber coaccionado a alguien o haber cometido alguno de los hechos que relata el escrito de Anticorrupción. Le sitúa como perteneciente al «Capítulo Nomads» de Luxemburgo, participando en delitos relativos a la prostitución y al tráfico de drogas.
«Interés policial»
El que sí se ha extendido es el policía local de Palma en el momento de los hechos Carlos Vallecillo, que se ha avenido a contestar a todo el que quisiera preguntarle. En la bancada de la Fiscalía Anticorrupción se sentaban en esta sesión Juan José Rosa y Juan Carrau, en sustitución de José Grinda y que ya se cruzó con este agente en una causa anterior en la que él salió inhabilitado por no impedir el delito contra la integridad moral de un detenido que perpetró un compañero.
A lo largo de más de hora y media de comparecencia, se ha afanado en explicar que entabló contacto con Abdelghani Youssafi exclusivamente «por interés policial» y que de cada paso que dio, informó a la Guardia Civil dando por hecho que le tendrían anotado al menos desde 2011 en la base de datos de colaboradores. «Yo pensaba, y es un fallo que he tenido como Policía Local, que la Guardia Civil iba a ser más seria», ha apuntado al respecto.
Constan en la causa los whatsapps que intercambió con él, entre ellos una conversación sobre una supuesta agresión con un cuchillo en un club de los Ángeles del Infierno. Ha insistido en que su estrategia era hacer creer a Abdul que tenía información para poder sacarle datos, no chivarle contenidos de la investigación o prestar su ayuda y que de todo lo que obtuvo, dio traslado sobre la marcha a los agentes del Instituto Armado.
Las sesiones se reanudan este miércoles.
Ver comentarios