El juez, a Mouliaá: «Son tocamientos a la fuerza en una habitación. No se entiende que continúe con este señor o no le diga algo»

Durante una hora, el magistrado destacó varias contradicciones entre su denuncia y la declaración en sede judicial, como que en la primera no dijera que la noche en que ocurrió la presunta agresión sexual estaba ebria o que en su declaración ante la Policía afirmara que el político la metió en una habitación, cerrando el pestillo para después tocarle los senos y los glúteos y sacarse el miembro mientras que en sede judicial sólo pudiera afirmar que «se cercioró de que la puerta estaba bien cerrada».

«Son tocamientos a la fuerza en una habitación. No se entiende que continúe con este señor, o no le diga algo», lanzó el juez a la denunciante con extrañeza. «Créame que yo tampoco lo entiendo», acabó contestando ella.

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Mouliaá se había ratificado de su denuncia inmediatamente antes. En ésta, afirmó que fue a la presentación del libro del político en Matadero en octubre de 2021, que posteriormente tomaron una cerveza juntos donde no se sintió a gusto, invitó al político a la fiesta en la casa de unos amigos de ella donde tenía previsto ir después y, subiendo en el ascensor, él la agarró por la cintura y le dio un beso con lengua que ella no deseaba. En este punto, el juez le preguntó: «¿Le negó que hiciera eso? Apartarle no, ¿le dijo algo?». «No, porque justo se abrieron las puertas del ascensor, contestó ella.

Ya en la vivienda, el juez dedicó un buen rato del interrogatorio a aclarar la situación denunciada que sería la de la agresión sexual más grave descrita en la denuncia. La actriz afirmó en esta que, en la casa de sus amigos, él, que se habría puesto celoso porque bailó con un amigo, la agarró del brazo y la dirigió a una habitación. «Usted dice aquí que la agarró fuerte de un brazo. ¿Esto lo vio su amigo Fernando?», preguntó el magistrado en referencia al amigo con el que habría bailado y que, según le advirtió, será citado a declarar como testigo.

Posteriormente, según la denuncia en la que Mouliaá se ratificó, Errejón cerró la puerta, la arrojó en la cama y le tocó los senos, los glúteos y se sacó el miembro. En este punto, después de volver a escuchar el relato de la actriz, que repitió los hechos denunciados, el magistrado se extrañó de que, hasta llegar a sede judicial, la actriz no hubiera contado que en ese punto estaba ebria. También le extrañó que no contara a sus amigos lo que había ocurrido en la habitación y decidiera irse con Errejón de la fiesta a otro lugar, juntos en un mismo coche, hasta la casa del político.

«En la casa, otra vez empieza con lo mismo, besos en los labios, tocamientos de pechos y culo... todo ello por encima de la ropa, mientras quería llevarla a la habitación. ¿Ahí no llegó a llevarla a la habitación?», preguntó el magistrado. «Ahí no, porque yo saqué fuerzas, le dije que me estaba sintiendo súper incómoda, que me dejase en paz, y ahí ya yo creo que él supo que iba a gritar o algo así...».

«En la casa de sus amigos él lo hizo mucho peor y no se asustó. Pero en su propia casa, él se asusta él y para. ¿Qué hizo usted para que parara?», preguntó el juez. «Sí porque me puse mucho peor que en la fiesta». «¿Y qué le dijo usted?». «Le dije sólo sí es sí, parece mentira que te tenga que estar diciendo esto a ti (...) Le paré, me alejé y le dije voy a pedirme un taxi (...) Recuerdo estar los dos mirando al infinito y esto se me hizo eterno. Le dije lo de la conquista, del tonteo...», relató ella. «Al final me dijo muchas gracias, porque esto me sirve para futuros encuentros», afirmó la actriz.