Israel y Palestina, un asunto más en la eterna disputa entre socios de Gobierno en temas de Defensa
El PSOE choca con Sumar y con Podemos en la condena a los ataques perpetrados por Hamás
PP y Vox reclaman a los ministros una condena rotunda de los ataques de Hamás
Sumar evita definir a Hamás como grupo terrorista
Sigue el directo de la guerra de Israel tras el ataque de Hamás
La ministra de Defensa, Margarita Robles, en una visita a la fábrica Santa Bárbara
Ataque terrorista o vulneración del derecho humanitario; violencia indiscriminada contra la población civil o doble vara de medir. La escalada del conflicto entre Israel y Palestina ha provocado un choque de declaraciones entre los socios de Gobierno. Pero no es el primero y, ... si la coalición se reedita, tampoco será el último. Se trata del enésimo desencuentro que PSOE y Unidas Podemos (o Sumar) dejan ver en materia de Defensa desde que sellaron su pacto de legislatura, en unas ocasiones detonantes de enfrentamientos directos y, en otras, más o menos disimulados de cara a la galería.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, calificó este domingo de «ataque terrorista» la violencia de Hamás. «Condenamos rotundamente el terrorismo y exigimos el cese inmediato de la violencia indiscriminada contra la población civil», afirmó contundente. Pero Sumar y Podemos, lejos de declaraciones similares, han buscado veladas fórmulas para evitar calificar de terrorismo la actuación de Hamás, han pedido el «cese inmediato» de los bombardeos de Israel sobre Gaza y denunciado la existencia de una «doble vara de medir» en función de quién ponga los fallecidos. «Nosotros queremos denunciar la hipocresía de quien ayer condenaba los ataques de Hamás, pero callan contra los crímenes que comete Israel», ha denunciado el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun.
Esta distinta percepción de los hechos no es nueva y cuenta con suficientes ejemplos en la hemeroteca, los más recientes relacionados con la invasión rusa de Ucrania. El Gobierno, superado un momento de titubeo inicial, está enviando material militar al Gobierno de Volodímir Zelensky, algo que no gusta a Podemos, que durante los últimos meses ha arremetido contra lo que califica de «furor belicista» de la OTAN y ha reivindicado que la solución al conflicto debe llegar por vías diplomáticas y en ningún caso contribuyendo a «una escalada bélica» con el envío de armamento.
Las dos contrincantes que habitualmente se suben al ring en este tipo de enfrentamientos son la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, y la líder de Podemos, Ione Belarra, primero como secretaria de Estado y número dos de Pablo Iglesias y después ya como ministra de Asuntos Sociales. En una intervención en una Conferencia por la Paz, Belarra no solo criticó el envío de armas a Ucrania, sino que sugirió la posibilidad de que España pusiese también tropas sobre el terreno, un extremo negado insistentemente desde La Moncloa y también por organismos internacionales como la Unión Europea y la OTAN. «Estoy segura de que esa miembro del Gobierno de su área conocerá mucho, pero de otras áreas no conocerá nada; como yo, que hay áreas del Gobierno que tampoco conozco -respondió entonces Robles sin ocultar su malestar-. Siempre cuando no conozco una materia suelo tener la prudencia de no hacer ningún tipo de consideraciones». También la ministra de Defensa ha salido al paso varias veces cuando los morados hacen llamamientos a la paz. «Todos queremos la paz, pero hay un problema que está claro, que Putin quiere continuar porque sabe que no ha conseguido sus objetivos. La paz no es que se dejen de disparar las armas, es que haya respeto a los derechos humanos, que se respete la integridad territorial», repite.
Las críticas de Podemos a la OTAN llegaron incluso cuando Madrid se preparaba para albergar la Cumbre de la Alianza Atlántica en junio de 2022, cuando incluso un miembro del mismo Gobierno organizador de la cita, Enrique Santiago, líder del PCE y entonces secretario de Estado, participó en una cumbre alternativa por la paz y una manifestación de protesta.
También las inversiones en grandes programas de armamento han sido objeto de controversia. Iglesias, siendo vicepresidente en el Consejo de Ministros, llegó a criticar en el Senado uno de los grandes proyectos del Ejército de Tierra, el vehículo blindado 8x8, censurando que la prioridad del ejecutivo fuese gastar «en tanques o aviones». Como es ya habitual, Robles salió al paso para criticar al entonces líder de Podemos su «desconocimiento». Además, en otro argumento habitual de la ministra de Defensa, recordó los miles de puestos de trabajo que genera la industria militar. En varias ocasiones ha preguntado a Podemos si tiene la misma opinión en Cádiz o si la líder de Sumar, Yolanda Díaz, critica también el gasto en Defensa en Ferrol, dos de los territorios donde más repercusión civil tiene el gasto en armamento.
La cita del 12 de octubre y el desfile militar por el Día de la Fiesta Nacional no se ha librado de la polémica en anteriores ocasiones. Antes de formar parte del Gobierno Podemos evitaba su presencia en la cita, Iglesias delegada en cargos medios del partido su presencia en el desfile y después no acudía a la recepción en el Palacio Real. Esto cambió desde su entrada en el Gobierno y desde entonces todos los ministros han cumplido con la tradición de asistir al desfile del 12 de octubre en el centro de Madrid.