Los informáticos despedidos por el Senado acusaron a más compañeros de hackear a los senadores
Pedro Rollán, presidente de la Cámara Alta, ha desvelado que este es el motivo por el que se puso el caso en manos de la fiscalía
El Senado despide a dos trabajadores por el hackeo a varios senadores
El despido de dos trabajadores del departamento de informática del Senado en la tarde del miércoles, después de haberse acreditado que habían accedido sin permiso a varios ordenadores de senadores, sigue trayendo cola. No tanto por la información que hubieran podido sustraer a sus ... señorías, como por la posibilidad de que no hubieran sido los únicos implicados.
Así lo ha desvelado este jueves Pedro Rollán, presidente de la Cámara Alta, quien ha reconocido que uno de los trabajadores despedidos denunció a otros compañeros del departamento de informática por haber llevado a cabo acciones similares a las que desembocaron en su salida del Senado. «Estos dos trabajadores, en el momento en el que tuvieron conocimiento de una primera propuesta de suspensión de tres meses de su contrato, presentaron una reclamación en la que compartían que había más trabajadores del departamento de informática de la casa que podían haber accedido a expedientes de sus señorías», ha explicado Rollán, al tiempo que ha reconocido que, tras una investigación interna, se ha podido descartar que fuera así.
En cualquier caso, «por un principio de celo y prudencia se ha puesto en conocimiento de la fiscalía para que sea ésta la que adopte las medidas que considere oportunas», ha señalado el presidente del Senado.
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El asunto del hackeo revolucionó este miércoles el pleno de la Cámara Alta, donde la noticia corrió como la pólvora. En un primer momento se habló de espionaje parlamentario, pero las investigaciones llevadas a cabo de manera interna descartan esa motivación y se centran en una tesis diferente. «Lo que buscaban era lograr un beneficio en un proceso de promoción interna para poder optar a una plaza de funcionario», confirman a ABC fuentes del Senado, que descartan, como también ha hecho el propio Rollán, que se haya producido ninguna descarga de carpetas o documentación de los ordenadores afectados.
«En ningún caso se ha visto comprometida la intimidad de sus señorías», ha explicado Rollán, quien ha reconocido que se «han revisado todos los expedientes y procedimientos para garantizar la seguridad informática del Senado».
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