La inestabilidad en Senegal aviva la ruta migratoria hacia Canarias
Expertos reclaman repensar políticas para que no queden al albur de las autocracias
Madrid
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Iniciar sesiónNunca hay un sólo factor, porque además la elección de las rutas no siempre depende de quien quiere emprenderlas. Pero los expertos en migraciones consultados por ABC coinciden al destacar una clave en el incremento del 20% en la llegada de inmigrantes a las Islas ... Canarias registrado hasta septiembre respecto de 2022 y en lo ocurrido en nueve días de octubre, un conteo a pie de playa de más de 4.000 llegadas que revienta la estadística, sobre todo en El Hierro. Esa clave está en la inestabilidad política en Senegal, que azuza la salida de hombres jóvenes que temen un golpe de Estado en un país que tradicionalmente expulsa población por falta de oportunidades, pero no es la única.
«La situación en Senegal se está complicando cada día, es de enorme inestabilidad y se están produciendo dos puntos de salida: el Sáhara Occidental y sus propias costas. En ambos casos hay una presión mayor de la población senegalesa que se adelanta a la posibilidad de un autogolpe en el país», reflexiona el director del Área de Investigación de la Fundación PorCausa, Gonzalo Fanjul.
Recuerda que la migración irregular es «una cuestión de oportunidad» y, por tanto, «rige la inmediatez, no es algo que se planifique a medio plazo», por eso en este caso señala otros factores, como el clima, favorable en estas fechas, o la percepción de que Mauritania «está reduciendo la presión» por motivos que aún no han aflorado -«podría estar en una negociación discreta con la UE»-.
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Por su parte, la experta en migraciones e investigadora del Instituto de Innovación, Desarrollo e Impacto Social María José Castaño añade más elementos, como que la guerra de Ucrania «ha influido mucho en la situación en los países subsaharianos porque la ayuda humanitaria de emergencia se ha desplazado» o los hitos en las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla, desde los cierres hasta la tragedia registrada en junio en la segunda que se saldó con una treintena de muertos.
«Se han endurecido los controles y se ha eliminado la excepción Schengen para Ceuta y Melilla, mientras se avanza en sistemas de fronteras inteligentes. Esto tiene un efecto desincentivador de esta ruta porque se ha vuelto una frontera muy difícil», comenta. Hasta septiembre, las entradas irregulares por esta vía habían caído un 54,3%. Considera que estos dos elementos «hacen que la ruta canaria, la más peligrosa, vaya cobrando peso. Es la elección de las personas, pero sobre todo, de los facilitadores», añade.
Coincide con el diagnóstico de los factores Mercedes Fernández, directora del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de la Universidad Pontificia Comillas. Plantea que «en el corto y medio plazo los flujos migratorios no van a parar» porque «la opción de quedarse en sus lugares de origen puede también implicar una muerte segura». «Si se embarcan saben que si llegan a puerto europeo tienen al menos una posibilidad», afirma.
En su opinión, se necesitan soluciones ambiciosas que pasan por introducir la perspectiva de que las personas que entran legalmente y se afincan en países europeos envían remesas económicas y cultura democrática a los países de origen. Fanjul habla de vías legales y seguras para que la política de inmigración no se reduzca a «un mercadeo con autócratas».
Al final del camino están las ONG. Jennifer Zuppiroli, especialista en políticas públicas de infancia en movimiento en Save The Children confirma que «hay un cambio de ruta» con «una disminución de los cayucos que salían de Mauritania y salen ahora de Senegal».
«Por la situación sociopolítica que se está viviendo en el país, muchos jóvenes están saliendo desde allí porque saben que cuanto más lejos pasan de las costas mauritanas, más fácil es eludir las patrullas fronterizas conjuntas. Así que eligen esa ruta que baja directamente a El Hierro cuando, hasta ahora, la mayoría de las embarcaciones acababan en esa isla cuando algo había ido mal, perdían el rumbo o les arrastraban las corrientes», explica.
Considera que la perspectiva a medio plazo «dependerá de la situación en Senegal», pero subraya que «las migraciones son un fenómeno estructural» y la respuesta requiere de planificación previa y políticas públicas ambiciosas.
«La ruta canaria está activa»
«La ruta canaria está activa, pero el peso real lo veremos más a medio plazo. A veces se reactivan las rutas y hay dos meses muy intensos y de repente se cierran y dejan de llegar. Ya identificamos a finales de 2019 que la tendencia era que esta ruta se reactivaba», señala por su parte Iñigo Vila, director de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja.
La lectura en la institución es que «en África inestabilidad ayuda y alimenta que la gente intente buscar una oportunidad y se lance al mar» y eso, «no es exclusivo de Senegal, porque se ha visto en Malí, con conflictos armados en distintas regiones, la situación ahora en Níger, en Gambia, en Burkina Faso o en el Magreb», apunta.
«Nosotros tenemos claro que la inestabilidad genera desplazamientos forzados de personas y que elementos que ya existían como situaciones de empobrecimiento se han agudizado», comenta el coordinador territorial de CEAR en Canarias, Juan Carlos Lorenzo.
Advierte de que todavía no se han notado los efectos de la situación en Níger, un enclave «extremadamente importante para la UE porque suele ser la sala de espera de los flujos migratorios o hacia el norte o al oeste» y allí, en Senegal, la situación política «tiene una relación directamente proporcional» a la expulsión de población. Recuerda, dice, a la crisis de los cayucos en 2006, porque «la crisis económica estructural y la convulsión social no dejan de ser elementos que están generando desplazamientos de alta intensidad».
Para CEAR, es un hecho que «todas las políticas de blindaje o externalización de fronteras han traído modificaciones en las rutas». «El Sáhara occidental sigue blindado aunque en las últimas semanas se ha medio activado y tenemos muy presente la del sur de Marruecos, la de Mauritania y ahora la senegalesa, que son las que están más activas», señala.
Según los datos del Ministerio del Interior a 30 de septiembre, este año han llegado a Canarias 14.976 personas en pateras y cayucos, un 19,8% más que en 2022, pero en lo que va de octubre se computaron a pie de playa más de 4.000 llegadas, con datos de Cruz Roja.
El ministro Fernando Grande Marlaska anunció este lunes que visitará en breve Mauritania y Senegal para tratar este asunto, tras el acuerdo de la Unión Europea que endurece la respuesta a la inmigración irregular.
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