El hijo de Ábalos pagó facturas a la consultora de la mujer de Koldo García

Tanto el juez de la Audiencia Nacional que comenzó a investigar los hechos que se trasladaron al Alto Tribunal por el aforamiento de Ábalos, ahora diputado del Grupo Mixto del Congreso, como la Fiscalía Anticorrupción, investigan la citada empresa, registrada como una consultora internacional, como una posible tapadera para ocultar las ganancias obtenidas con la supuesta trama delictiva alrededor de contratos públicos de 53 millones para traer mascarillas a España durante la pandemia a través de la compañía Soluciones de Gestión, a la que representaba el también investigado Víctor de Aldama.

El hijo de Ábalos, Víctor, dejó constancia de la transferencia a Koldo, de 916 euros, en unos mensajes de WhatsApp que le envió y que están incorporados al último informe de Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entregado al juez esta semana, consultado por ABC.

Se trata de un documento en formato pdf del Banco Sabadell, bajo el título «Pago facturas Erikapat», en el que aparece como ordenante una empresa del primogénito de Ábalos y como beneficiaria la sociedad de Úriz. «Pagadas las facturas», escribió a continuación Víctor al asesor y mano derecha de su padre, a lo que éste contestó: «Jjj. Ok ok. Gracias».

La sociedad desde la que se hizo la transferencia es External Programmes Consulting, en la que figura el hijo del exministro como administrador único desde 2011 y dedicada, según el oficio policial, «a la asesoría y consultoría en el ámbito de proyectos de cooperación internacional para el desarrollo». Los agentes destacan el episodio porque en los dispositivos intervenidos en el marco de la operación Delorme -en la que Koldo García, su mujer y su hermano, entre otras personas, fueron detenidos en febrero del año pasado- se han «hallado diversas alusiones» a dicha mercantil.

En cuanto a Erikapat, la consultora de la mujer de Koldo, ya ha sido objeto de investigación en la Audiencia Nacional. En uno de sus informes, la UCO plasmaba sus sospechas de que la sociedad -constituida en marzo de 2022, con sede en Benidorm (Alicante) y de la que Úriz posee el 97,97% de las acciones, mientras que el hermano del exasesor de Ábalos, Joseba García, el 0.3%- se habría utilizado «para justificar ingresos» cuyo beneficiario real era Koldo García.

El objeto social de la misma es «la realización de actividades de consultoría tecnológica, laboral, de prevención de riesgos laborales, de seguridad e higiene, de recursos humanos así como la formación en todos estos aspectos, destinados a cualquier campo o sección», aunque para justificar que no se trata de una empresa para gestionar fondos de origen ilícito, Koldo García alegó en la Audiencia Nacional que entró a trabajar en Erikapat en 2022 -cuando Ábalos y él ya no estaban en el Ministerio de Transportes- para prestar servicios de consultoría en Latinoamérica a una empresa de infraestructuras, aportando el contrato firmado.

Sin embargo, Anticorrupción y el juez Ismael Moreno siguieron poniendo en duda que la sociedad funcionase realmente y tuviera una actividad empresarial real, teniendo en cuenta, además, que ni Úriz ni Koldo García tenían experiencia en el ámbito de la consultoría y que los oficios policiales no recogen que tuviera empleados.

En un auto dictado este jueves, el juez del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, accedió a pedir a CaixaBank los movimientos de distintas cuentas del exministro, según solicitó la UCO en un informe del lunes, así como las declaraciones a Hacienda tanto del propio Ábalos como de la fundación de cooperación Fiadelso, creada en los años 90 y en la que figuraba él y personas de su entorno, desde 2014 hasta la fecha. El magistrado recordó que en la causa «se atribuyen a Ábalos la comisión de determinados hechos delictivos que consistirían, en sustancia, en haber favorecido, a cambio de un precio y prevaliéndose de su condición de ministro del Gobierno de España, la realización de determinados contratos con la Administración», en relación a los contratos concedidos a Soluciones de Gestión, a la que representaba Aldama, durante la pandemia. Igualmente, el auto recogía que Koldo García remitió «diversas cantidades» a otro de los hijos del ministro, Carlos, en concepto de «pensión o regalo».

En el citado informe patrimonial, los agentes expusieron que se ha localizado en el CV de Ábalos un documento sobre «varios viajes de Ábalos al exterior en misión de cooperación. Entre ellos, aquellos vinculados a las actividades de la sociedad External», la empresa ahora de su hijo Víctor. Destacan dos estancias en Colombia y Perú en 2015.