Dos detenidos tras hallar restos óseos en un pozo de Valdepeñas donde se buscaba a un empresario desaparecido
sucesos
Juan Miguel Isla quedó con un intermediario de fincas en Manzanares el 22 de julio del año pasado
La zona donde rastreaba la UCO está vinculada a ese mediador, sospechoso de otra desaparición
Seis meses de la desaparición de Juan Miguel en Manzanares
Madrid / Toledo
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Iniciar sesiónLa Guardia Civil ha detenido este martes a dos hombres, españoles, tras hallar restos óseos humanos en el pozo de una finca próxima a Valdepeñas (Ciudad Real), situado en el paraje Tabla del Cerrillo y en el que habían empezado a buscar al mediodía. Uno ... de los arrestados es el dueño de este terreno e intermediario en la compraventa de casas, fincas y coches, Antonio Caba, de 49 años, según han confirmado a ABC fuentes cercanas a la investigación. El otro, un colaborador suyo.
La UCO llegó a ese punto tras la pista de Juan Miguel Isla Fernández, desaparecido el pasado 22 de julio después de quedar con otro hombre en Manzanares, a 40 kilómetros. Este intermediario había comprado o alquilado -no está claro- esos terrenos, según fuentes del caso. Los investigadores habían dado con otras pistas en las últimas semanas que han conducido a esa propiedad de vides.
La finca se encuentra a unos 100 metros de la A-4 (autovía del Sur), a la altura de la salida 204 dirección Córdoba. Su registro comenzó sobre la una de la tarde, con Antonio Caba presente. Los restos fueron grabados por una cámara del Grupo de Actividades Subacuáticas y los buzos bajaron al pozo, que tiene unos diez metros de profundidad, para comenzar a recuperarlos del agua a partir de las cuatro.
Acudieron también agentes de la Comandancia de Ciudad Real adscritos a Policía Judicial, a la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) y a Criminalística, además de efectivos del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) y del Servicio de Montaña. La Guardia Civil drenará el pozo este miércoles para comprobar si hay más huesos.
Los restos óseos recuperados fueron trasladados en un furgón funerario para confirmar su identidad con pruebas indubitadas de ADN. A falta de identificación, todo apunta a que pertenecen a Juan Miguel Isla, de 58 años cuando desapareció. El rastro de este empresario se perdió el 22 de julio en Manzanares, adonde había viajado desde la playa de San Juan, en Alicante, lugar en el que vivía con su mujer.
Se desplazó a esa población manchega para cobrar 50.000 euros de la venta de una finca familiar. Se había citado en La Solana con un intermediario (el supuesto dueño del pozo donde han aparecido los restos) para recoger el dinero. Fue visto por última vez en el mercadillo de los viernes en Manzanares. Allí la UCO avivó su búsqueda a finales de enero.
La Guardia Civil también difundió en esas fechas un vídeo con las últimas imágenes del coche del desaparecido, un Renault Clio, saliendo de Manzanares por la carretera N-430A en dirección a Membrilla. Se pidió la colaboración ciudadana y, horas después, un testigo reconoció el vehículo, que llevaba tiempo aparcado en un polígono industrial de Albacete.
Hallan en Albacete el coche de Juan Miguel Isla, desaparecido en Manzanares hace 6 meses
Manuel MorenoLa colaboración ciudadana ha permitido localizarlo en un aparcamiento público a las afueras de la ciudad, a 150 kilómetros, horas después de que la Guardia Civil difundiera imágenes del vehículo
A partir de ese momento se aceleró la investigación hasta el registro de este martes, en presencia del intermediario y de su abogado. Fuentes del caso han confirmado a ABC la detención del conseguidor y de otro hombre, un colaborador de Antonio. Hasta ahora sólo se le había tomado declaración como testigo. Aseguró que se había reunido con Isla, pero luego se habían separado. Sin embargo, ni apareció el empresario ni el dinero que supuestamente debía cobrar en metálico.
El perfil del sospechoso es más que inquietante. La UCO lo investiga por otra desaparición ocurrida el 19 de junio de 2019. En ese caso, la víctima es un empresario de máquinas tragaperras de Vitoria que vivía en Manzanares: Jesús María González Borrajo, de 55 años. Vendió dos coches Mercedes a un conocido, en una operación en la que hizo de intermediario el mismo hombre que luego tendría ese papel en el caso de la finca de Juan Miguel Isla.
En la zona, Antonio es muy conocido, una especie de corredor que media en operaciones de compraventa de todo tipo. El abogado de la familia de Isla, Dionisio Muñoz, ha explicado que en los últimos meses tenían escasas dudas sobre la culpabilidad de este intermediario en ambas desapariciones, pero hasta ahora no se habían hallado pruebas.
En ninguno de los dos casos, con mucho dinero en efectivo de por medio, han aparecido los teléfonos de las víctimas. Fuentes de la investigación señalan que en principio no se espera hallar restos de González Borrajo en ese pozo, aunque sigue el rastreo de la finca, que se habría adquirido con posterioridad a la primera desaparición. «Pero, tampoco descartamos nada». Ahora la prioridad es recuperar y asegurar los huesos del agua y someterlos a análisis. La familia de Juan Miguel, que tenía dos hijos, espera noticias con el alma en vilo.
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