Casi la mitad de los españoles desconoce que Sánchez presidirá el Consejo de la UE

Sólo el 28% de los españoles sabe qué es el Consejo de la UE, «el órgano de presidencia rotatoria que presidirá España entre julio y diciembre de este año». Cuando se les pregunta por los «objetivos que deben guiar la actuación de España durante esa presidencia», la lucha contra la inflación y las ayudas a la agricultura, que son temas fundamentalmente españoles, aparecen como frentes «prioritarios»; mientras que aumentar la colaboración europea contra el cambio climático, en materia energética y la influencia española en Europa, no son cuestiones tan importantes para los españoles, que solo los marcan como principales opciones un 19% la primera y la segunda y un 8% la tercera. Esto «vuelve a reflejar la preocupación dominante actual en la sociedad española por el alza de los precios, en general, y el de la alimentación en particular», explica el resumen del BRIE.

Aunque los españoles confían en la UE, ahora mismo suspiran por solucionar los problemas que existen de fronteras hacia adentro. No tienen en su horizonte el liderazgo de España en la UE, que tendrá lugar entre el 1 de julio y el 31 de diciembre.

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La presidencia española de la UE es la gran baza política de Pedro Sánchez. Por eso, conscientes de que coincidía con la recta final de su mandato, desde su Gabinete han centrado desde el principio gran parte de sus esfuerzos en la proyección de Sánchez en el exterior. Y es que en La Moncloa entienden que la política europea es el elemento donde Sánchez tiene una ventaja más palpable respecto al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. No es de extrañar que quieran potenciar uno de sus principales activos, les viene casi regalado, además, ya que comenzará a mediados de septiembre en la Asamblea Nacional de las Naciones Unidas. Allí Sánchez también podrá intervenir como presidente temporal del Consejo de la UE.

Esta estrategia no viene de nuevas. Repiten un modelo que ya se ha visto en esta precampaña del 28M con tres giras europeas que han llevado a Sánchez a Austria, Croacia y Eslovenia; Irlanda, Dinamarca y Finlandia; y a Chipre, Malta e Italia. También con sus viajes a China y Washington.

Ocurrirá lo mismo en los meses de precampaña para las elecciones generales. Para que estos comicios se celebren a finales de este año, será necesario disolver las Cortes Generales a mediados de octubre, lo que permitiría a Sánchez alimentar su candidatura por dos frentes distintos: con los actos de campaña como líder del PSOE y con aquellos que tengan que ver con la presidencia europea.

Dos flancos distintos para una doble exposición. A los mítines de partido se sumarán los del Consejo de la UE fuera de España. Además, desde La Moncloa han descentralizado muchos de esos actos con la idea de que Sánchez presida alguno fuera de Madrid, lo que le llevaría a moverse por las diferentes provincias de España. Esto ayudaría a mejorar estos resultados del BRIE, que apuntan a que los esfuerzos de Sánchez por rascar votos con este mandato rotatorio no están teniendo grandes resultados porque un 72% de los españoles no sabe qué es el Consejo de la UE.

La opinión pública española «es muy europeísta», algo que recogen la mayoría de muestras que se realizan en España. Este BRIE cuenta «la confianza en las instituciones de la UE»: «los españoles confían más en las instituciones de gobierno y representativas de la UE que en las españolas». La Comisión Europea y el Parlamento Europeo «reciben valoraciones (confianza) por encima del 5 -5,7 y 5,4 respectivamente- mientras que tanto el gobierno español como el Congreso de los Diputados se encuentran por debajo de esa nota, con un 4,8 y 4,4».

Otro indicio de esta encuesta es «la confianza en el futuro de la UE». El 87% de los españoles cree que «la UE seguirá existiendo sin grandes cambios a largo plazo (47%) o bien que será aún más influyente en los Estados miembros (40%)». Sólo un 13% cree que la UE desaparecerá.

En este punto se da una curiosa contradicción: el europeísmo de los españoles y la confianza que tienen en el futuro de la UE «conviven con una gran falta de información sobre ella».

Casi la mitad de los españoles, un 48%, reconoce que no entiende cómo funciona la UE o que lo entiende sólo a medias. «El bajo conocimiento del nombre de la principal representante de la Unión, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que sólo recuerda un 28% de los entrevistados, indica desinterés por las instituciones comunitarias», apuntan desde el Real Instituto Elcano.

Ese bajo interés y conocimiento respecto a la UE se plasma, entre otros resultados, en la pequeña tasa de respuestas a una pregunta abierta sobre sus políticas. Pese a esa actitud positiva ante las instituciones comunitarias, un alto porcentaje de los entrevistados (el 42%) no recuerda ninguna decisión de la UE que le haya parecido positiva.

Si la autonomía energética y el pacto de migración y asilo figuran como prioridades para Sánchez durante la presidencia de la UE, también lo es América Latina por sus acuerdos comerciales. En este sentido, el BRIE apunta a que el 80% de los entrevistados «ofrece respuestas que señalan aspectos negativos a una pregunta abierta sobre su asociación mental con América Latina». El 91% considera «mala o muy mala» la situación económica de la región y el 82% la situación política.