El goteo sobre Begoña Gómez «tensa» al presidente y pone su Gobierno a la defensiva

El goteo de informaciones sobre la actividad profesional de Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez, en particular sobre las conexiones de esa ocupación con el propio Gobierno, empiezan a convertirse en una crisis política de envergadura para Moncloa, donde se destilan los epítetos más duros contra quienes publican esas noticias, que consideran simplemente «bulos», según afirman literalmente. Un calificativo que abarca tanto a los contactos de Gómez con el consejero delegado de Air Europa, Javier Hidalgo, en 2020, en pleno rescate millonario de la aerolínea como consecuencia del desplome del tráfico aéreo durante la pandemia, como a la firma de Gómez en dos documentos de la Unión Temporal de Empresas (UTE) Barrabés-The Valley en los que se solicitaba al Ministerio de Economía ayudas por valor de hasta diez millones de euros con financiación europea.

Al mismo tiempo, esas fuentes gubernamentales señalan que esto último, adelantado por El Confidencial, es algo normal, y en público la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, se refirió este martes en su rueda de prensa semanal al asunto como el de un «procedimiento impecable». Es decir, que por un lado es un «bulo», una mentira, y por el otro algo que siendo verdad no sería noticiable, siempre según Moncloa.

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En público ha sido el hombre fuerte del Gobierno, el biministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños, quien más ha elevado el tono contra lo que considera una operación del Partido Popular (PP) para «enfangar» la vida pública. Lo dijo el martes durante una respuesta en el Senado a un senador popular y lo reiteró ayer, con idéntico tono de indignación, en una rueda de prensa en la sede de su Ministerio. Fuentes de los populares, por su parte, creen que «lo de Begoña ha dejado de ser una cosa aislada a convertirse en una pauta de comportamiento».

En el PSOE algunos aseguran que no hay nada irregular, y aluden a que los «métodos Oltra están a punto de ponerse en marcha si no hay alguien con cabeza que lo impida», en alusión al archivo de la causa de la exvicepresidenta valenciana del caso por el que se le acusó de haber encubierto el abuso sexual a una menor cometido por su ahora exmarido.

Sin embargo, otros dirigentes autonómicos del partido consultados por ABC reconocen que la excesiva escenificación de la indignación, ante las informaciones que están saliendo a colación, pone de manifiesto que es un asunto molesto y que se está utilizando como coartada para no responder sobre conductas concretas de Gómez. E incluso admiten que es difícil decretar un silencio absoluto sobre la esposa de un dirigente político, en este caso el presidente del Gobierno, mientras al mismo tiempo hay una ofensiva política sobre la pareja de otra dirigente rival, como es el caso del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Aun dejando establecido por delante que no lo consideran comparable, o incluso que lo segundo es un escándalo por el que la líder de los populares madrileños debe dar explicaciones y hasta dimitir, mientras que en lo primero no habría caso.

Por lo demás, hay dirigentes del PSOE que incluso se atreven a cuestionar el círculo de confianza en el que se ha desarrollado esa actividad profesional de Begoña Gómez, que recibió patrocinios de Globalia, el holding propietario de Air Europa, para su Africa Center, dependiente del Instituto de Empresa (IE). Las primeras informaciones apuntaron a sus contactos con Hidalgo y con el socio de éste, Víctor de Aldama, un nombre que ahora ha saltado a la palestra como comisionista del caso Koldo. «A estos dos les conoce en todo Madrid, nadie se puede llamar a engaño», sostiene uno de esos dirigentes consultados.

El PSOE minimizó los contactos con Hidalgo y Aldama por producirse en «ferias y congresos», si bien con el primero Gómez se vio en una reunión privada en su despacho en julio de 2020.