El gerente de Vox deja su cargo en plena polémica por las cuentas, pero seguirá de diputado

Esta semana, distintos medios de comunicación han publicado que Vox, en solo cuatro años, ha transferido siete millones de euros a la Fundación Disenso, vinculada al partido. La Asamblea General da el visto bueno a esos traspasos anualmente, pero voces críticas han cuestionado la elevada cantidad. La exdiputada Macarena Olona, que salió abruptamente de la formación el año pasado, ya sembró dudas al respecto en febrero, en una entrevista en La Sexta. A esto se une un informe del Tribunal de Cuentas de los años 2018 y 2019, que avisa a Vox de una posible infracción administrativa –que no un delito– por ingresos sin justificar que superan los 330.000 euros. Se enfrenta a una hipotética multa.

En ese contexto este viernes ha trascendido una reestructuración interna que afecta directamente a dos parcelas tan sensibles como la gerencia, al frente de los asuntos cotidianos que afectan al partido, y la Vicesecretaría Jurídica. Esta última desaparece y es sustituida por una Coordinación Jurídica. 'Libertad Digital' ha adelantado la sustitución de Castro por Buxadé a primera hora de la mañana y 'El País', prácticamente después, ha desvelado la dimisión de Aizcorbe «en plena polémica por las irregularidades económicas» de la formación.

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Este diario ha podido confirmar en fuentes de la máxima solvencia ambos movimientos, aunque para el reemplazo de Castro por Buxadé bastaba con visitar la página web de Vox. Aunque el partido no informó a la prensa de la reestructuración orgánica, en su sitio oficial ya figuraban los cambios. En vez de aparecer Castro como vicesecretaria jurídica –ella se caía del organigrama–, figuraba Buxadé, que ya es vicepresidente de la formación y que ha ido acumulando peso en los últimos meses, como coordinador jurídico.

Las fuentes consultadas por ABC, desde el primer momento, negaban que el paso a un lado de Aizcorbe fuese una dimisión ligada a las advertencias del Tribunal de Cuentas o a los fondos destinados a Disenso, y también que se tratase de una destitución por disconformidad con su gestión. «No ha dimitido, ni ha sido cesado ni nada. Es porque se jubila, pero no todavía», explicaban estas fuentes a este diario, dejando claro que Aizcorbe seguirá siendo gerente «unas semanas», hasta que se nombre a su sustituto. No obstante, difícilmente puede jubilarse quien continuará como diputado nacional, tal y como ha confirmado ABC.

A las once de la mañana, cuando la reestructuración estaba ya en las portadas de toda la prensa, la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, atendía a los medios para presentar una propuesta de declaración institucional para exigir la derogación de la ley del 'solo sí es sí', que este viernes cumple un año desde que entró en vigor.

En su comparecencia, se ha visto obligada a dar explicaciones sobre lo ocurrido: «No ha habido ninguna sustitución. Lo único que ha cambiado ha sido la denominación. Pero ella va a seguir ejerciendo las mismas funciones. Nosotros ahora estamos cogobernando en varias comunidades autónomas, en ayuntamientos, y necesitamos hacer más ágil la estructura del partido. En cualquier caso, esas explicaciones las haremos el lunes, en la rueda de prensa en la sede nacional, pero no responden a ninguna otra cuestión más que a cuestiones organizativas», ha dicho primero, hablando sobre Castro. Respecto a Aizcorbe, ha añadido: «No ha sido cesado. Ha habido una necesidad de aligerar la estructura porque, como le digo, ahora tenemos responsabilidad de gobierno en muchas partes de España y necesitamos centrarnos en eso. No ha habido ningún tipo de cese».

A la una y nueve minutos de la tarde, Vox ha publicado un «desmentido» sobre «las informaciones falsas de ceses y dimisiones publicadas por la prensa». En el comunicado, Vox confirmaba las dos noticias: que Aizcorbe dejará la gerencia y que Buxadé coordinará la parcela jurídica. Según el partido, aunque con menor peso, el hasta ahora gerente «seguirá con funciones de control y fiscalización en el Comité de Gestión, reportando al tesorero», mientras Castro «sigue siendo la responsable de la asesoría jurídica». Hasta ahora, esa «asesoría» era una de las Vicesecretarías de la formación. Vox habla de un simple cambio de denominación.

En el comunicado, Vox cita declaraciones de Aizcorbe y de Castro. «Ante las falsas noticias y la manipulación de la prensa, seguiremos trabajando con el heroísmo del sufrimiento, quizá más sublime que el del combate, por la España viva», le atribuye al primero; a la segunda, esto otro: «La tergiversación de los medios de comunicación no es gratuita, pasa factura a la persona, a su honor, a su profesionalidad y a su familia». Vox se permite desmentir «de forma tajante» todas las informaciones, a pesar de que Aizcorbe no será gerente próximamente y Castro, tampoco vicesecretaria. Fuentes cercanas a la dirección aseguran a ABC que Aizcorbe trasladó su decisión ya «en mayo».

Buxadé, en un mensaje en X, el antiguo Twitter, ha compartido una foto con Castro con el siguiente mensaje, que después reposteó la anteriormente vicesecretaria jurídica: «Patas cortas tienen las mentiras. Que no se crean Sánchez y Puigdemont que se libran de Marta Castro. Con una buena cerveza, una buena querella». Tras el «desmentido» de Vox, la formación ha vuelto a modificar el organigrama que figura en la web y ha añadido a Castro a la misma categoría que a Buxadé en la Coordinación Jurídica. Santiago Abascal por ahora no se ha pronunciado al respecto, igual que apenas dedicó una despedida en Twitter a su amigo Iván Espinosa de los Monteros cuando dimitió hace dos meses.

Estos dos cambios internos rematan una semana complicada para Vox. Este jueves dimitió su única consejera en el Gobierno autonómico de Extremadura, Camino Limia, alegando «motivos personales». Millán ha garantizado este viernes que estos incompatibilizaban su cargo con su vida privada y ha dicho que su relevo, el hasta ahora director general Ignacio Higuero, es el «natural». La renuncia se une a la decisión de Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón (Foro Asturias), de expulsar a Vox del Ejecutivo local por supuestas injerencias desde Madrid. La respuesta del partido a todas sus crisis: atacar a la prensa. En las redes llueven los señalamientos.