Génova se aferra a un giro total del PNV para justificar no ceder un puesto a Vox

La decisión de Vox de presentar a sus propios candidatos a las votaciones de la Mesa del Congreso sorprendió a todos en el mismo momento de la votación. «Nos enteramos en directo», aseguran desde Génova. Aquí, las versiones difieren en los detalles, pero coinciden en lo sustancial. Es el momento en el que, a primera hora de la mañana, se llega a un acuerdo entre Junts y el PSOE. En ese momento Vox dice recibir una llamada del PP para comunicarles que, siendo ya imposible la candidatura de Cuca Gamarra a la presidencia del Congreso, no precisan de sus votos y que pueden con sus propias fuerzas lograr dos vicepresidencias y dos secretarías. En el PP, por contra, aseguran que es Vox quien llama para pedir un puesto en la Mesa. Y defienden que nunca hasta ayer mismo habían vinculado su apoyo a Cuca Gamarra a tener un puesto en el órgano de gobierno del Congreso de los Diputados.

La división de voto entre PP y Vox durante la sesión constitutiva de las Cortes añadió gravedad a la jornada. Cuando en la orilla de enfrente seis candidaturas electorales que suman cerca de una veintena de partidos en total era capaz de votar unida a los candidatos de PSOE y Sumar. Al término de la sesión, el presidente de Vox, Santiago Abascal, comparecía en el Escritorio del Congreso de los Diputados para recriminar al PP su actitud. «Estamos algo perplejos porque no parece que impedir que la tercera fuerza política de España quede fuera de la Mesa del Congreso sea precisamente recuperar la normalidad democrática y la neutralidad de las instituciones».

El presidente de Vox llegó a poner en duda su apoyo al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un eventual debate de investidura. «Necesitamos explicaciones, necesitamos encontrar respuestas a nuestra perplejidad. La división no ha sido causada por Vox, hemos mostrado generosidad. Vox ha mostrado generosidad, lo hace por patriotismo, pero nos sorprende que otros sean incapaces de mostrar generosidad. Hay una fuerza política que ofrece sus 33 votos a cambio de nada con la única exigencia de recuperar neutralidad de las instituciones. Nosotros no tenemos la responsabilidad de aquellos que han tomado una decisión histórica en España. Nunca una fuerza política como Vox, con 33 diputados, ha estado fuera de la Mesa del Congreso», explicó Abascal.

En Vox resaltaron especialmente esa idea de recuperar la neutralidad de las instituciones como elemento clave para ellos y como algo incompatible con haber sido excluido de la Mesa. A eso se refieren cuando fuentes del partido de Abascal aluden al comunicado que enviaron al PP y a los medios de comunicación el pasado 6 de agosto, donde ya advertían que ofrecerían sus 33 escaños pero reclamaban un puesto en la Mesa. Aunque la reclamación no era tan evidente, Abascal sí la verbalizó el martes. «Vamos a volver a hablar con el PP para entender qué es lo que quieren hacer y para ver si están de verdad dispuestos a evitar ese Gobierno de destrucción nacional y garantizar la neutralidad de las instituciones», insistió.

Lo cierto es que en público el PP no recriminó a Vox su actitud. Tras la votación, justificaron su decisión en que, no habiendo ya posibilidades para Gamarra, era mejor garantizarse los cuatro puestos de la Mesa. Hasta que, transcurridas las horas, trataban de cambiar el paso de la conversación explicando lo que les había llevado a esas decisiones. «Si metemos a Vox en la Mesa no hay posibilidad ninguna de que el PNV reconsidere su posición», aseguran desde Génova 13. Creen en la dirección nacional que el precio que se habría pagado es que Coalición Canaria no apoyase al PP. Y ese escaño es clave para que el PSOE necesite el voto afirmativo de Junts y para que Feijóo pueda ser propuesto por el Rey.

Lejos de ver más complicada la investidura, en Génova aseguran que «nos mantenemos vivos» y que su objetivo sigue siendo «intentar una y otra vez que el PNV vote a favor» del presidente del PP. «Y para que todo eso encaje, la alianza hoy con Vox no era la mejor alianza», explican en la sede popular. La pregunta sin respuesta es por qué el PNV, que ya ha dicho que ni siquiera abrirá negociaciones con Feijóo, iba a sentirse más cerca del PP por excluir a Vox de la Mesa cuando esa eventual suma necesitaría en cualquier caso a los de Abascal.

Cundía ayer la sensación en el Congreso de que un movimiento que abre una fractura evidente en PP y Vox solo podía responder a una decisión de Feijóo de no querer ir a la investidura una vez se constata que la suma de Pedro Sánchez es factible. Pero en el entorno del presidente gallego rechazan esa idea. En primer lugar, porque siguen creyendo que Abascal «va a apoyar a Feijoo ante el Rey». Pero PNV y Coalición Canaria seguirían siendo necesarios y es ahí donde el PP justifica que la única opción de contar con sus votos es «proteger el relato de la centralidad» y «no reforzar el matrimonio con Vox».

De cara a la ronda de consultas con el Rey y tras lo sucedido ayer, en el PSOE entienden que se refuerzan las opciones de Pedro Sánchez de ser propuesto como candidato a la investidura. Los tiempos empiezan a correr hoy, con la nueva presidenta del Congreso, Francina Armengol, acudiendo al Palacio de la Zarzuela por la mañana. Felipe VI recibirá después al presidente del Senado, Pedro Rollán. Sin fecha clara todavía, será en los próximos días cuando inicie las consultas con los partidos políticos.