El general jefe de la UME asegura que desplegó los primeros efectivos antes de «las órdenes oficiales»

El comité de crisis del Gobierno central por las trágicas riadas del 29 de octubre, por las que solo en la provincia de Valencia han muerto 217 personas —225 en total en España— mientras continúa la búsqueda de otras catorce desaparecidas, se ha reunido este sábado en el Palacio de la Moncloa, en una cita presidida por el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Después, en el Ministerio de Defensa, han comparecido la titular del ramo, Margarita Robles, y el general jefe de la UME.

Marcos lleva días, si no semanas, desmintiendo que el Ejército tardase en llegar a Valencia y ha insistido este sábado en que la UME estuvo en la zona del desastre «desde el minuto cero». Según ha explicado en una comparecencia en la que ha detallado las labores de esta unidad militar desde su despliegue inicial, los primeros efectivos de la misma salieron de la base de Bétera a las 15.41 horas de ese mismo martes cuando fue evidente que «la situación se estaba poniendo francamente difícil». «A las dos de la tarde tenemos conocimiento de que la Comunidad Valenciana decreta la situación operativa uno», ha dicho, y ha apostillado: «El primer elemento sale de la base de Bétera a las 15.41 horas, anticipándonos a las órdenes oficiales».

En ese primer despliegue, la UME envió 96 militares a Requena y a Utiel, pero solo llegaron 56, más de dos horas después de su partida, por la grave situación meteorológica y el fatal estado de las carreteras y vías de comunicación. Los otros cuarenta, ha relatado Marcos, se dieron la vuelta y aprovecharon para atender los primeros avisos que recibían de Paiporta, el lugar a la postre más afectado, del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) de la Generalitat Valenciana.

Aunque en ningún momento el general jefe de la UME ha mencionado a Carlos Mazón, el presidente autonómico, esa alusión a la prontitud de respuesta de la UME, anticipándose, en sus palabras, a las «órdenes oficiales», ha parecido señalarlo. Cabe recordar que el jefe del Ejecutivo valenciano no suspendió su agenda oficial, que a esa hora estaba en una comida con una periodista para ofrecerle la dirección de la televisión regional y que no llegó a la reunión del Cecopi, convocada a las cinco de la tarde, hasta pasadas las siete.

La Generalitat Valenciana envió alertas a los móviles de los ciudadanos para que no saliesen de sus domicilios pasadas las ocho de la tarde, a pesar de que habían llegado avisos de la gravedad de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y de la Confederación Hidrográfica del Júcar desde primera hora de esa mañana, pero este viernes, en su comparecencia en las Cortes, el presidente acusó a dicha confederación hidrográfica, que depende orgánicamente del Ministerio de Transición Ecológica, cuya titular es la vicepresidenta Teresa Ribera, de haber estado «horas» sin actualizar la información.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha negado la existencia de ese «apagón informativo» del que hablan los populares tras su participación en la reunión de este sábado del Cecopi, informa David Maroto. En la línea de Marcos, el responsable de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, deslizó otra crítica a Mazón el miércoles en el Congreso al asegurar que la Generalitat Valenciana no había solicitado formalmente la intervención de la UME hasta las 20.36 de aquel día —algo que el PP niega—, cuando, dijo, «la situación era objetivamente dramática».

El general jefe de la UME ha afirmado que ya cuando sus primeros efectivos desplegados avisaron de la gravedad de la situación, puso en alerta al resto de sus militares. «A las seis de la tarde ya ordené: "Todo el personal a las bases". Solo un batallón no pudo llegar y tuvo que quedarse en Albacete porque el agua se lo impedía», ha apuntado, y ha subrayado que el día 30, el posterior a la tragedia, había 1.500 militares en distintos pueblos golpeados por el temporal. Ahora, contando con el resto de las Fuerzas Armadas, hay 8.500 efectivos. Con los relevos, han pasado ya por la provincia de Valencia 10.000 desde el 29 de octubre.

La ministra Robles, antes de que tomase la palabra Marcos, ha anunciado que este domingo se producirá un relevo: se irá de Valencia el buque Galicia y lo sustituirá el Juan Carlos I. La titular de Defensa ha explicado que continúan la búsqueda de los desaparecidos y las labores de limpieza del alcantarillado. Además, ha informado, el Ejército construirá cuatro puentes provisionales para que la población pueda salir de sus municipios y se restablezcan las comunicaciones por carretera. Se harán en Cheste, Ribarroja, Buñol y Picaña.

Marcos ha acompañado sus explicaciones de imágenes sobre los lugares de los hechos, donde se ve cómo había unidades de la UME a las seis de la tarde del martes 29, a la altura de Chiva, intentando abrirse paso por una A-3 ya colapsada por el agua y el fango. En los vídeos grabados a iniciativa propia por militares que acudían a las zonas rescatadas se ve la acción heroica de un cabo que, con ayuda del operario de una grúa, rescata a dos personas subidas a una roca para huir de las riadas. «Dicen que la verdad padece, pero no perece», ha aseverado el general jefe de la UME, quien ha reivindicado: «Hay sectores de la población para los que llegamos tarde, pero sí estábamos en esos rescates».