Xunta y Sanmartín estudian una tasa turística para Santiago
El Consello da Capitalidade estudiará la propuesta con la que Raxoi pide 8,6 millones
Compostela estudia aplicar una tasa a los «excursionistas de un día» que no pernocten en la ciudad
SANTIAGO
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Iniciar sesiónPese a los últimos roces entre la Xunta y el Concello de Santiago, la reunión que ha mantenido este lunes el presidente autonómico, Alfonso Rueda, con la alcaldesa de la capital gallega, Goretti Sanmartín, se ha zanjado con ambos llevándose más de un acuerdo bajo ... el brazo. La regidora ha acudido con una decena de puntos, la mayoría de índole local, pero las miradas se fijaban especialmente en las negociaciones por la implantación de una tasa turística y en la solicitud de un aumento en la aportación autonómica por la capitalidad. Y en los dos se ha avanzado, aunque quizás no en los términos más esperables.
El encuentro ha tenido lugar en mitad de una convulsión que ya se ha vuelto habitual en el seno de la Corporación compostelana. Y sumido en un ambiente más crispado, si cabe, al cabo de unas semanas en las que Xunta y Concello no parecían capaces de llegar a términos. Porque el debate dentro de la capital gallega lo ha abierto el impulso del órgano local para implantar una tasa turística y lo ha alimentado su solicitud de elevar a 8,6 millones la aportación autonómica para cubrir los gastos que genera la capitalidad, pero uno y otro asunto también han tensionado la relación entre ambas administraciones. A pesar de ello, la reunión entre regidora y mandatario ha podido desarrollarse en un ambiente «cordial y constructivo», ha dicho Rueda, que a ojos de Sanmartín ha mostrado «receptividad» y «buena disposición» durante las negociaciones.
De esos dos puntos, la propuesta para implantar una tasa turística ha quedado tras el culmen de la reunión como ya se esperaba: sin resolver –al menos, no por completo–, aunque sí se han fijado bases para que por fin pueda dar avance –cabe recordar que, aunque Rueda ya había adelantado que no acudiría al encuentro con una decisión premeditada, en todo momento ha mantenido abierta la puerta ante la posibilidad de llegar a un acuerdo con la alcaldesa–. Lo hará, ha explicado el presidente de la Xunta, conforme a ciertas condiciones con las que se ha comprometido la regidora nacionalista.
Acuerdo sobre el impuesto
En primer lugar, se tratará de un impuesto circunscrito únicamente en Santiago, sin posibilidad de que otros concellos se adhieran al gravamen, en tanto que el compostelano ha sido el único municipio que ha trasladado un planteamiento al Ejecutivo autonómico para su puesta en marcha. Raxoi también deberá realizar una puesta en común con los sectores afectados de la ciudad y, posteriormente, remitir a la Xunta un informe en el que se argumenten «en detalle» los indicadores considerados y se desgrane el impacto que suponen «en el día a día» de la ciudad. Por último, será el Concello el encargado de cobrar el impuesto, cuya recaudación, además, deberá destinarse en su integridad a finalidades turísticas, con excepción de los gastos que se inviertan en su gestión.
Sobre el otro asunto de fondo, la cuantía solicitada en concepto de gastos de capitalidad, la Xunta ya había dejado claro que no aprobaba el carácter «privado» del estudio del que emana esa actualización del presupuesto –encargado por la Alcaldía, cuando sería el Consello da Capitalidade el órgano que debería elaborarlo– ni tampoco la manera en que conoció de su existencia, «a través de las publicaciones de los medios de comunicación» y no por palabra de la administración de Sanmartín. Pero la regidora, según ella misma había declarado, albergaba esperanzas de que, aunque la subida en el presupuesto no se produjese de inmediato, sí lo hiciese de forma progresiva.
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Al cabo de la reunión, la solicitud del informe no recibió luz verde, pero sí quedó fijada una reunión la semana que viene en la que el Consello da Capitalidade estudiará en profundidad la propuesta y comparará las cifras que sugiere con las que estima el órgano. Será un examen desde «el punto de vista técnico», ha explicado Rueda, en el que también harán contrapeso «los beneficios económicos» que acarrea el estatus de capital de Galicia. Pero el número uno de la Xunta no se ha cerrado ante la posibilidad de que se termine aplicando un aumento. La idea, ha dicho Sanmartín, es que la resolución entre en vigor en los presupuestos de 2025 y se estudia «la opción» de que pueda tener carácter retroactivo sobre los de 2024.
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