La Xunta reedita los avales para jóvenes que optan a una hipoteca

Un sanedrín, el primero celebrado en plena campaña electoral —de nuevo, sin preguntas ajenas a la reunión del ejecutivo autonómico, a raíz de una denuncia del PSOE; lo cumplió escrupulosamente Rueda, más allá de responder a ABC que la Xunta no ha recibido «ninguna invitación» al acto institucional de hoy de Pedro Sánchez en La Coruña—, que dejó como principal titular la recuperación de las ayudas para jóvenes en la compra de primera vivienda. Que, en su primera edición, a 6 de diciembre de 2023, se saldaba con la concesión de 75 avales hipotecarios por un importe de 1,43 millones. Lanzada la primera convocatoria en abril del año pasado, el plazo para presentar solicitudes se cerraba el 30 de noviembre.

La medida desbordó incluso el marco gallego. El pasado mes de mayo, con las elecciones municipales en el horizonte, Sánchez anunció que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) avalaría hipotecas, para menores de 35 y familias con niños, por exactamente el mismo porcentaje: 20%. A través de X (Twitter), Rueda ironizaba entonces con que Sánchez admitía que, «para acertar en política de vivienda, lo mejor es copiar las medidas pioneras de la Xunta. ¡Bienvenido!». Otras regiones gobernadas por el PP acusaban igualmente al presidente del Gobierno de plagiar propuestas implantadas en sus comunidades.

Este jueves Rueda recordó que para acceder a estas ayudas hay que cumplir una serie de requisitos, además del de la edad (menores de 36). Por un lado, que el precio de la vivienda no supere en compra los 240.000 euros en cinco de las siete ciudades (Vigo, La Coruña, Orense, Santiago y Pontevedra); 180.000 en Lugo, Ferrol y concellos de tamaño medio; y en el resto, 130.000 —con lo que la cuantía máxima será de 48.000 euros para el primer grupo de ayuntamientos, de 36.000 euros para el segundo y de 26.000 euros para el tercero—. Adicionalmente, los solicitantes habrán de acreditar unos ingresos mínimos de dos veces el IPREM —por debajo, es muy difícil que puedan plantearse optar a una hipoteca— y, como máximo, de 5,5.

En paralelo, el Consello dio luz verde a nuevas ayudas directas, con una inversión total de 3,5 millones de euros para comprar primera vivienda: protegida, en centros históricos o en municipios de menos de 10.000 habitantes. Con permanencia mínima de cinco años, las ayudas serán, respectivamente, de 12.000-20.000 euros; 10.800-15.000 y 10.800.

La Xunta se dirigió hace dos meses al Gobierno, pero nunca obtuvo respuesta. Le planteaba la necesidad de ayudar a hogares ubicados en la denominada 'zona de sombra', o de exclusión, que a partir del 14 de febrero habrán de desembolsar una cuantía importante, de unos 400 euros, para adquirir un nuevo dispositivo para sus televisores. De lo contrario, ante el «apagón» programado para ese día en la TDT, se quedarán sin disponer de este servicio. El «problema», criticó Rueda, estaba en el «horizonte», pero el Gobierno, que es quien puso la fecha y tiene las competencias, optó por no hacer nada. Desde ese día, la televisión solo podrá verse en alta resolución (HD). En la mayoría de núcleos, bastará con resintonizar. O, en el peor de los casos, si el aparato, el televisor, es considerablemente antiguo, anterior a 2011, comprar un adaptador.

Pero el gasto auténticamente oneroso es el que han de afrontar en las 4.300 viviendas donde precisarán un nuevo decodificador para recibir la señal por satélite. Esos hogares están muy diseminados y se ubican en 260 concellos del rural. Ante la inacción del Gobierno, del que no ha habido «noticia» alguna, la Xunta decidió este jueves asumir el 100% del coste de los dispositivos en el caso de primeras viviendas y el 50% en segundas; con topes, respectivamente, de 400 y 200 euros. Además, las ayudas tendrán efectos retroactivos, y podrán acogerse quienes ya hayan adquirido el decodificador. El presidente gallego destacó que las administraciones «deben implicarse» con el rural.