Sanidade, sobre la reforma de la Atención Primaria: «No hay límite en la negociación»

Una de las propuestas más polémicas fue la de reconvertir todas las vacantes y sacar las nuevas plazas de medicina de familia bajo la categoría de facultativo especialista de atención primaria (FEAP), una figura creada en 2022 que obliga a los médicos a realizar por lo menos dos guardias al mes en Puntos de Atención Continuada (PAC). También despertó amplias críticas la idea de flexibilizar la homologación de la especialidad de medicina de familia a profesionales extracomunitarios para que no fuese necesario que cursasen todo el MIR.

A la vista del malestar generado, Sanidade ha confirmado este lunes que retira esta última propuesta, que considera que fue «mal interpretada», y se abre a modular la implantación de la categoría de FEAP. Eso sí, desde la Consellería insisten en defender la necesidad de aplicar una serie de medidas temporales —a poder ser, con el acuerdo de los médicos— que palíen la falta de facultativos en atención primaria que seguirá agravándose hasta el año 2029, cuando se alcanzará un déficit de 244 profesionales.

«No hay límite en la negociación», ha asegurado el titular del departamento, Antonio Gómez Caamaño. «Las propuestas que hicimos en la mesa sectorial eran eso: propuestas abiertas al diálogo», que el conselleiro ha definido como «excepcionales y transitorias» para garantizar la asistencia en la atención primaria ante la ola de jubilaciones para la que no se dispondrá del relevo suficiente a corto plazo.

Porque lo que es evidente, ha advertido Gómez Caamaño, es «la necesidad ineludible de dar respuesta al déficit de profesionales» que afecta a este nivel asistencial no solo en Galicia, sino en toda España. «Un problema para el que el Gobierno central no acaba de aplicar medidas realmente efectivas», ha denunciado.

La saturación de la atención primaria no es una novedad. Junto a las jubilaciones, se fue acentuando desde la pandemia, tanto por las propias exigencias asistenciales que acarreó el Covid como por el cambio de método que utilizan los MIR para seleccionar sus destinos. Un proceso que pasó a realizarse de forma online y que llevó a que quedasen vacantes en toda España hasta 1.000 plazas de medicina de familia.

Para la Xunta, tampoco ayudan los requisitos que debe tener un centro para poder acoger MIR. Según su punto de vista, Galicia tendría capacidad para asumir más médicos residentes si el Ministerio flexibilizase los criterios de antigüedad y permitiese formarlos en algunos de los establecimientos de reciente creación en la Comunidad o si aumentase el número de alumnos por médico.

El plan presentado hace unas semanas por Sanidade no es la primera respuesta del Gobierno gallego a esta problemática. Precisamente, para atraer MIR a Galicia y, sobre todo, incentivar que se queden una vez finalicen su formación, el Sergas ofrece contratos de tres años de duración a los que completan su especialización en medicina de familia en un centro sanitario gallego.

También se ha impulsado la fijeza, mediante concurso de méritos, de 178 plazas para facultativos de esta especialidad y 60 de pediatras, además de ir introduciendo, en general, mejoras laborales y retributivas, como la reducción de la jornada a 35 horas semanales completada este año, que dificulta la cobertura de la asistencia que se ofrece en algunos centros los sábados por la mañana.

Ahora se ponen sobre la mesa nuevas propuestas que permitan profundizar en las soluciones a la crisis en la atención primaria, que se calcula que empezará a revertir a partir de la próxima década, cuando se complete la ola de jubilaciones y comiencen a entrar en el sistema los médicos de familia formados en los últimos años.

La intención de la Xunta, aunque en un primer momento no lo haya conseguido, es que las soluciones nazcan del consenso con los sindicatos, los colegios y las sociedades médicas. Y, en ese sentido, Sanidade aspira a que la reforma que salga adelante se base, en buena medida, en la disposición de los médicos. Por eso otra de las medidas pasa por una bolsa de voluntarios que, a cambio de incentivos, refuercen sus jornadas para cubrir las vacantes.

«En la Consellería de Sanidad somos flexibles y dialogantes, estamos abiertos a hablar de todo y a revisar las propuestas que sean necesarias para llegar a acuerdos», ha asegurado Gómez Caamaño. Por el contrario, advirtió que «quedarse de brazos cruzados no es una opción» y ha apelado directamente a los sindicatos para que se sienten a hablar: «entendemos que cuando una parte está dispuesta a negociar, la otra también tiene el deber moral de hacerlo, porque cuando hay huelga lo pagan los pacientes», ha zanjado el conselleiro.

A corto plazo, de la mano de los nuevos presupuestos gallegos,la atención primaria contará en 2026 con más financiación, al aumentarse su partida en un 4,75% hasta alcanzar los 1.747 millones de euros. De ellos, 657 millones serán para personal. Las cuentas presentadas por la Xunta contemplan la creación de 77 plazas de PAC, 21 de psicólogos clínicos para ese nivel asistencial y 62 para consolidar equipos de atención domiciliaria.