Tres meses para ser española: «Mi abuelo renunció a la nacionalidad y no la pudimos obtener. Ahora solo tenemos que esperar»
Dos venezolanas serán españolas en tres meses por la Ley de Memoria Democrática
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El abuelo de Valeria, Miguel Ángel Castillo, era de Santander
Valeria y su madre salen del Consulado General de España en Caracas con una gran sonrisa. En aproximadamente tres meses serán españolas gracias a la Ley de Memoria Democrática. Apenas se enteraron de que iban a poder recuperar la nacionalidad –por el supuesto ... A de la Disposición adicional octava, que les permite solicitar el pasaporte a los nacidos fuera de España cuyo padre o madre, abuelo o abuela hubiesen perdido o renunciado a la nacionalidad por causa del exilio–, comenzaron a reunir los documentos.
«Mi abuelo era de Santander, pero no habíamos podido obtener la nacionalidad. Ahora solo nos queda esperar», asegura Valeria a su salida del Consulado. Para ella y su madre fue sencillo. Su abuelo, Miguel Ángel Castillo, era de Santander, pero para adquirir la nacionalidad venezolana tuvo que renunciar a la española.
En 1953 emigró a Venezuelaa bordo del vapor Magallanes, según se refleja en los billetes del barco que aún conservaba su familia en un baúl junto a otros documentos: constancia de sanidad con la vacuna para el tifus, carta del Ejército, inscripción consular en Caracas, resolución de nacionalidad venezolana y otros papeles que mantuvieron años guardados sin saber que luego les servirían para cambiarles la vida.
«Esperen que les llegue un correo con la resolución de su expediente. Está tardando aproximadamente tres meses», aseguró la funcionaria que las atendió en el Consulado español el día de la cita. La legación atiende a unas cien personas al día, un 80% de los asistentes van a tramitar la nacionalidad.
La madre de Valeria nunca tramitó la nacionalidad española porque no le hacía falta. En 2007, cuando se aprobó la Ley de Memoria Histórica de Zapatero no se enteró. Luego cuando quiso recuperarla no pudo porque ya era mayor de edad. Esta nueva oportunidad no iba a dejarla escapar. «Estoy recuperando algo que me pertenece. Me permitirá irme a vivir a España», dice.
Valeria es una de los 6 millones de venezolanos que han sido forzados a salir del país por la grave crisis humanitaria. La supuesta recuperación económica de Maduro es solo un espejismo para los seguidores del régimen. En los años más catastróficos, probó suerte en Bogotá y luego en Quito, pero ninguno de los dos destinos le permitió la estabilidad que ella buscaba. Regresó a Caracas en plena pandemia y ahora, a la espera de su nacionalidad, planifica su viaje a Madrid.
Mientras tanto, cientos de miles de extranjeros residentes en España llevan años esperando que se resuelva su expediente de nacionalidad. Hay un atasco importante de solicitudes. Los propios funcionarios echan balones fuera y dicen que no son suficientes para atender todos los casos.