sentencia en lugo

Trece años de prisión a unos padres por dejar ciego e inválido a su bebé

la pesadilla del recién nacido

El pequeño fue zarandeado desde que nació, lo que le ocasionó lesiones «del tamaño del huevo de una gallina» en la cabeza, algo que los facultativos que lo atendieron nunca se habían encontrado. A día de hoy, con tres años, no puede hablar y necesita medicación para dormir

Los padres del bebé, durante el juicio en Lugo el pasado octubre ep

Patricia Abet

Galicia

15/11/2022 a las 18:11h.

Cuando su hijo entró en urgencias convulsionando y los médicos le hicieron un TAC encontraron lesiones «del tamaño de un huevo de gallina». Algo nunca visto por los facultativos que declararon en el juicio contra los padres de este pequeño de Lugo, que acaban ... de ser condenados a trece años de prisión por lo «daños irreparables» que causaron en su hijo, en la actualidad un niño de 3 años que «no habla ni camina». La sentencia a la que ha tenido acceso ABC, emitida por la Audiencia provincia de Lugo, ataca directamente a unos padres que desde que el bebé nació y hasta los tres meses se dedicaron a zarandearlo con violencia cada vez que lloraba. «Cuando el niño chillaba o lloraba, optaban por agredirlo», afirma la Sala. El tribunal, que considera a los dos acusados autores de un delito de lesiones y de otro de maltrato habitual en el ámbito familiar, entiende que las lesiones que arrastra el pequeño, con pérdida total de visión en el ojo izquierdo, fueron producto de un maltrato continuado en el tiempo en el que los dos participaron por igual.

Tampoco pasaron por alto los jueces las condiciones de insalubridad en las que vivían con el pequeño, en un piso del que los servicios de limpieza del ayuntamiento sacaron varias toneladas de basura una vez se descubrió o que ocurría dentro. El fallo les retira a los progenitores la patria potestad del menor y les prohíbe aproximarse a él en los siguientes doce años. Se basan en la existencia de una conducta dolosa, no imprudente, pues subrayan que los condenados «no solamente tuvieron en su mente la previsión del resultado, sino que también lo aceptaron como probable, continuando con su acción». Para justificar su decisión, el tribunal echa mano de los testimonios escuchados en la sala durante el juicio, que dejaron claro que las lesiones con las que entró a urgencias eran «espeluznantes», algo nunca visto en un menor de tan corta edad, y que el niño «dependerá de la ayuda de terceras personas durante toda su vida para las tareas básicas».

«Lo quisimos desde la primera ecografía»

En manos de una familia de acogida, el día a día del pequeño está lejos de ser una camino de rosas debido a la crueldad con la que sus padres lo trataron. Una de las personas que está en contacto con él y con sus actuales cuidadores aseguró ante el tribunal que tiene que medicarse para poder dormir, que sufre continuos problemas intestinales, que nunca podrá hablar y que acude a un logopeda dos veces por semana para aprender a tragar y no ahogarse. Según una de las trabajadoras sociales que apoya a sus padres de acogida, el pequeño no es capaz de sostener un vaso y va a la guardería con niños de entre 1 y 2 años, pese a haber cumplido ya los 3 años, por el retraso ocasionado por los golpes que padeció de recién nacido.

Toda la nómina de padecimientos del pequeño fue constatada por los médicos que lo atendieron e intervinieron tanto en Galicia como en el hospital La Paz, al que tuvo que ser derivado por la gravedad de su situación, insistiendo en que las lesiones las habían provocado capítulos de enorme violencia contra el menor y descartando un accidente como causante de los daños, tal y como planteaba la defensa. En su turno de palabra, los padres insistieron en que nunca habían maltratado al bebé y llegaron a manifestar que «lo quisimos desde la primera ecografía». Lejos de creerlos, el tribunal los acusa de ser los autores de su situación actual y de no atender debidamente sus necesidades más básicas, ni siquiera cuidando de que estuviera limpio ni acudiendo a las revisiones pediátricas.